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jueves, 12 de octubre de 2017

La marginación de los indígenas

La pobreza en la que viven los pueblos originales de nuestro país es indignante y tal parece que a nadie le interesa resolver este problema. He de decir que este es un problema que tiene una complejidad alta y que abarca varios siglos de nuestra historia. Pero también hay que desmantelar mitos y decir algunas verdades dolorosas. Para empezar a abordar el problema de la miseria en la que viven los nativos hay que abordar una perspectiva histórica que no siempre es tomada en cuenta por especialistas en el tema (según dicen). En segundo lugar, tenemos que dimensionar a los indígenas como lo que son antes que nada: seres humanos capaces de pensar, sentir y tomar decisiones sobre sus asuntos, algo que hemos olvidado debido al racismo imperante en nuestro país. Además, hay que decir que el mexicano promedio vive en la incongruencia pues por un lado enaltece a los aztecas y otros pueblos que habitaban el actual territorio mexicano despreciando sus raíces españolas y por el otro se ofende si le gritan indio… vaya incongruencia la que impera en México.
Para empezar hay que decir que la conquista española no es como la pintan, pues en gran medida protegió a los indígenas. Además, la intervención de sacerdotes tales como Fray Bartolomé de las Casas y Vasco de Quiroga fue para evitar el exterminio de los nativos. Y no olvidemos la intervención de Conin en la fundación de Querétaro, que hasta hoy es una de las ciudades más prosperas y de la que el propio Conin fue su primer gobernador. Gracias a esto, se evitó el exterminio de los indígenas y el respeto de sus comunidades hasta la promulgación de las Leyes de Reforma (en un momento hablare de ese punto). Cuando llegó la independencia de nuestro país en 1821 y Agustín de Iturbide fue coronado emperador, los líderes indígenas pasaron a formar parte de la nobleza imperial y se dictaron leyes para la ocupación de tierras que no estuvieran ocupados por grupos autóctonos. Sin embargo, también hay que decirlo, todo esto dio pie a que desde el virreinato los indígenas fueran tratados como menores de edad, actitud que ha prevalecido hasta nuestros días. A pesar de esto, el barón de Humboldt vio nativos que vivían bastante bien según que lo relata en sus diarios en los que documentó su visita a la Nueva España.
Como todos sabemos, el imperio de Iturbide no duró y el principio de la marginación de los indígenas tuvo su origen con la república. Pero la legislación que sentó la base para la marginación de los indígenas fue la Ley de Desamortización de los bienes del clero. Lo que no se dice es que esta ley también ayudó a arrebatarles sus tierras a los pueblos originales pues únicamente reconocía la propiedad privada de la tierra, no reconocía la propiedad de organizaciones civiles, por lo que se afectó la posesión comunal de las tierras indígenas. Esto motivó a algunos grupos de nativos a tomar las armas en contra de los liberales y esto se acentuó durante la Intervención Francesa y el Segundo Imperio. Tomás Mejía, cacique otomí de la Sierra Gorda de Querétaro a tomar las armas a favor del imperio debido a que Maximiliano reconoció la propiedad comunal de las tierras indígenas y abolió la servidumbre por deuda. Esto resulta hasta irónico, pues Benito Juárez es un “héroe” a pesar de haber sentado la marginación de los indígenas y Mejía es un “traidor” por apoyar al que pudo reivindicar a los suyos y fue fusilado junto con Miguel Miramón y el desdichado emperador. Es más al año siguiente del fusilamiento de Maximiliano hubo una matanza terrible de yaquis en Sonora, perpetrada por el ejército federal y por órdenes de Juárez, para arrebatarles sus tierras. Con esto, durante la República Restaurada y el Porfiriato la hacienda creció a expensas de las tierras comunales llevándolas al borde de la extinción. Por eso Emiliano Zapata no podía ver a Juárez ni en pintura.

Después de la Revolución las cosas no han mejorado para las comunidades indígenas ni un poco a pesar de la Reforma Agraria. Aunque también tenemos que verlo: la repartición a diestra y siniestra de tierras sin tomar en cuenta las leyes económicas hicieron que Lázaro Cárdenas realizara el reparto agrario de manera demagógica con tal de afianzar su poder y el de su partido. El resultado fue un empobrecimiento masivo del sector rural, en especial de indígenas. Aunque creo que lo correcto es decir que las condiciones de vida no mejoraron en lo más mínimo. Aunque también hay que decirlo, en el fondo no hemos dejado de hacer lo mismo que Vasco de Quiroga y Bartolomé de las Casas que es tratar a los indígenas como menores de edad en un aparador. Ya en la actualidad hay pueblos indígenas que han podido salir adelante con poca o ninguna intervención como Cherán en Michoacán. Además, hay indígenas que han estudiado en la universidad, tanto en instituciones nacionales como extranjeras, demostrando de este modo que necesitan menos proteccionismo y más que les den las herramientas que necesitan para salir de la horrible condición de pobreza en la que están. Sin embargo, no creo que esto ocurra en el corto plazo, pues los indígenas son una importante clientela electoral además de que muchos grupos y organizaciones no gubernamentales los usan como ejemplos para sacar beneficios además de que a la mayoría de los mexicanos les parece un grupo vulnerable y por eso debemos sobreprotegerlos sin saber que en realidad les estamos haciendo un terrible daño.        

sábado, 7 de octubre de 2017

El Plan de San Luis Potosí

Uno de los documentos más importantes de nuestra historia es el Plan de San Luis de 1910 en el que se convocaba a rebelarse en contra de Porfirio Díaz. el contexto histórico en el que se promulgó dicho documento fue luego de unas elecciones fraudulentas en las que compitieron tanto Madero como Porfirio Díaz. si ahora me cuestiono por qué la Revolución no ha sido benéfica es debido a que después Madero demostró no tener lo necesario para gobernar un país y después llevó a un grupo de mafiosos al poder y estos se encargaron de destruir los logros de don Porfirio para consolidar su poder. Sin embargo, muchos mexicanos debido a que desconocen nuestra historia defienden la Revolución porque “ayudó a tirar a un gobernante que era un tirano y trajo justicia social a los mexicanos”, sin embargo, no hacen más que repetir lo enseñado en la historia oficial a manera de adoctrinamiento del gobierno de la Revolución. Es cierto que el gobierno del general Díaz distaba de ser perfecto, pero tuvo sus logros, así que era perfectible.
La oposición al régimen de Porfirio Díaz comenzó con el siglo XX cuando empezaron a proliferar diarios opositores. Entre las publicaciones destacadas estaba el diario Regeneración de los hermanos Flores Magón, que comenzó a despotricar en contra del régimen en 1903. En ese tiempo existía la oposición al régimen porfirista incluso entre las clases pudientes siendo la familia Madero en Coahuila de los más férreos opositores. Esto a raíz de que Bernardo Reyes, el gobernador de Nuevo León, y en aquel entonces cacique del noreste, había tratado de imponer a dos gobernadores de Coahuila con el visto bueno de don Porfirio. Entre otros personajes, también ejercieron presión contra Reyes los miembros de la familia Carranza, en especial Venustiano que intentó ser gobernador, pero el gran elector nunca estuvo de su parte. Por otra parte, Francisco I. Madero empezó a fundar clubes antirreeleccionistas por todo el estado y había trazado un plan para ascender en la escala política. Lo que habría influido profundamente en su ser para entrar al ámbito político fue el espiritismo del que se hizo devoto en Europa mientras estudiaba en el Liceo de París. Tengo entendido que “fueron” los espíritus los que le “dijeron” a Madero que se involucrara en la política. Cabe mencionar que el espiritismo es una doctrina surgida en Estados Unidos y que fue extendida por los masones en la Belle Epoque, irónicamente al mismo tiempo que se extendía el racionalismo.
El descontento contra Porfirio Díaz se hizo evidente con las huelgas de Cananea y Río Blanco de 1906 y 1907, respectivamente. En ambos casos la dureza con la que reprimieron ambos movimientos fue patente, sin embargo, el descontento de la clase obrera y en la rural (habló de la rebelión de Tomochic en la década anterior a Cananea y Río Blanco) se hacía cada vez más difícil de controlar para el gobierno. Sin embargo, lo que abrió la botella (o la caja de Pandora) fueron las declaraciones que el general Díaz le hizo al periodista norteamericano James Creelman en 1908. En dicha entrevista el general oaxaqueño declaró que México ya estaba maduro para la democracia y que no competiría en las elecciones de 1910. Tal parece que algunos personajes le tomaron la palabra a Díaz y se apresuraron a fundar partidos políticos. Madero fundó el Partido Nacional Antirreeleccionista con el que competiría en los comicios de 1910. Como sabemos, Díaz no cumplió su palabra y encarceló a Madero en 1909. En prisión, el Apóstol de la Democracia escribió su libro titulado “La sucesión presidencial de 1910” en el que criticaba el régimen de Díaz y los abusos que eran tolerados por el gobierno hasta ese momento. A partir de ese momento, Madero inicia su campaña para dar a conocer su proyecto de nación, pero don Porfirio nunca tomó en serio a Madero y hasta minimizó la amenaza que pudiera ser para su régimen.

Díaz tampoco cumplió su promesa de no postularse a la presidencia en 1910 y a partir de entonces comenzó una campaña de desprestigio en contra de Madero. Don Porfirio ordenó a la policía seguir a Madero a todas partes, e incluso en no pocas ocasiones disolvieron con lujo los mítines de este hasta que finalmente fue arrestado en San Luis Potosí poco antes de las elecciones. Obviamente, y mediante fraudes electorales, Díaz ganó la elección. Y Madero de pronto comprendió que el anciano presidente no iba a dejar el poder por las buenas. En octubre de 1910 escapó de prisión, y disfrazado de mecánico del ferrocarril llegó a San Antonio, Texas en donde promulga el Plan de San Luis. En el se desconocen los resultados de las elecciones y llama a la población a levantarse en armas el 20 de noviembre de 1910 en contra del régimen de Porfirio Díaz. la mecha tardó en prender, pero para mayo de 1911 la rebelión había logrado su acción más importante: la toma de Ciudad Juárez, que en aquel entonces no era más que un pueblo polvoriento. Don Porfirio renunció a la presidencia por temor a una intervención de los norteamericanos, que apoyaron a Madero de forma implícita al permitirle comprar armas. Entre lo solicitado era un interinato que debía llamar a elecciones (craso error), con lo que Madero selló su trágico destino. El gobierno maderista ciertamente resultó ser débil y no pudo con el paquete que representa el gobierno mexicano. Incumplió con las promesas que le había hecho a Emiliano Zapata y este se levantó en armas en su contra con el Plan de Ayala, aunado a la rebelión de Pascual Orozco, la prensa de mofaba de él y en las embajadas conspiraban en su contra. Y finalmente el confiar en las personas equivocadas lo llevaron a la muerte, además de abrir la puerta al infierno que vivimos.