La Docena Trágica es un
periodo de doce años que comprende los sexenios de Luis Echeverría (1970-1976)
y José López Portillo (1976-1982). Este es uno de los periodos menos estudiados
de la historia de México quizá debido a lo reciente de sus hechos. Se llama así
evidentemente por la influencia que tuvo la Decena Trágica en 1913, y se
refiera a las malas decisiones económicas tomadas durante el periodo 1970-1982
que corresponde a los sexenios de los presidentes antes citados. En esta época se
vivieron algunos años de tensión debido a los problemas acarreados por las
consecuencias del movimiento estudiantil de 1968 y que se extendió en la década
de los 70 con la llamada “Guerra Sucia”, uno de los episodios más vergonzosos
de la historia de nuestro país. En esos tiempos turbulentos también se dio el
surgimiento de guerrillas, siendo las más famosas la Liga 23 de septiembre en
el norte del país y la encabezada por el profesor Lucio Cabañas en Guerrero.
Los mayores errores
cometidos por Echeverría y López Portillo fueron sin duda en el terreno económico
que llevó a la quiebra del sistema a principios de la década de los 80. La expropiación
de empresas fue una constante en esa época y el gobierno llego a poseer el 60%
de la actividad económica, ya sea porque los dueños las habían quebrado o por
simplemente expropiar las empresas. Fue una época en la que el crédito estuvo
en auge y sin embargo la actividad empresarial disminuyó de manera
considerable. Uno de los principales objetivos era crear empresas nacionales de
tal modo que impusieron altos aranceles y subsidiaron las exportaciones. El único
inconveniente de esto fue la escasez de jabón y pasta de dientes debido a que
los aranceles impedían la importación de materias primas para su fabricación ya
que son originarias de Estados Unidos. Hacia el final del régimen hubo una inflación
bastante fuerte y el gobierno intentó arreglarla mediante controles de precios
que solo causaron escasez de ciertos productos siendo el azúcar el más
destacado. Además de todo, el petróleo era el único producto que valía la pena,
puesto que el resto de las paraestatales tenían productos de pésima calidad que
no podían ser exportados a otras partes del mundo. Esto fue impulsado por el
embargo petrolero en 1973 lo que provocó que el precio del barril de crudo se
mantuviera alto toda la década de los 70. Sin embargo, cuando empezó la década de
los 80 fue cuando llegó la cruda realidad: la caída en el precio del barril de petróleo
crudo hizo que las finanzas públicas peligraran al no haber otra fuente de
ingresos sólida puesto que el resto de las paraestatales solo arrojaban
pérdidas. Esto es debido a que en su mayoría solo contrataban más personal de
lo debido inflando de este modo la nómina además de ofrecer a los trabajadores
prestaciones que quebrarían a cualquier otra empresa. A esto hay que agregar el
hecho de que no se decía a la gente todo lo referente a las finanzas públicas y
no había manera de comunicar tal situación ya que aún no existían las redes
sociales. Los desfalcos, la nómina inflada, las excesivas prestaciones y la
ineficiencia en la producción de bienes y servicios estoy seguro de que
quebraron a las compañías del Estado en más de una ocasión, sin embargo, es
evidente que el gobierno las rescató varias veces con fondos públicos, de ahí la
poca información al respecto. La nacionalización de la banca realizada por José
López Portillo en 1982 tuvo efectos muy nocivos en la economía puesto que
aumentaron de forma considerable las tasas de interés en el resto de la década y
en la siguiente. Temo decir que la crisis económica de 1982 no ha sido resuelta
del todo y ha sido la causa del pobre desempeño en los años posteriores y fue
causada por la excesiva intervención del estado en la economía además de que el
neoliberalismo nunca se implementó debido a que el gobierno todavía tiene
control sobre la economía. Además, parece que ya es poca la gente que se
acuerda de esto puesto que el dueño de MORENA propone las mismas políticas económicas
que Echeverría y López Portillo y vean en donde estamos.
La corrupción y la represión
también fueron constantes en esos años puesto que se han registrado varios
acontecimientos importantes. Uno de ellos fue el asesinato de Eugenio Garza
Sada presuntamente ejecutado por la Liga 23 de septiembre. La guerrilla más
famosa de esos años fue sin duda la encabezada por Lucio Cabañas, que se suicidó
cuando lo iban a capturar. El gobierno empleo métodos bastante reprobables para
desapareces a los líderes guerrilleros como lanzarlos al mar desde un avión en
pleno vuelo a gran altitud. Tampoco voy a justificar a los guerrilleros, pues
eran violentes y ponían como ejemplo de una democracia la dictadura de Fidel
Castro en Cuba. En el lado de la corrupción, tenemos a Alfonso “el Negro”
Durazo, famoso por extorsionar a los dueños de los giros negros en el Distrito
Federal y de actividades ilegales. La demostración de esto fueron los cadáveres
encontrados en Hidalgo y la construcción de su mansión en Ixtapa Zihuatanejo,
denominada “el Partenón” por su parecido a un edificio griego.
De lo que no me cabe duda
es que para entender la crisis actual es necesario revisar los hechos de la
Docena Trágica como base para comprenderla. Los gobiernos posteriores a este
periodo no han hecho lo necesario para salir de la crisis de 1982 causada por
las malas decisiones de Luis Echeverría (1970-1976) y José López Portillo (1976-1982).
Carlos Salinas de Gortari (1988-1994) fue un pan de Dios comparado con el par
anterior.
EXCELENTE APORTE!!! GRACIAS.
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ResponderBorrarDesconozco si este es el departamento correcto para solicitar este permiso, de no ser así, les agradecería que lo reenviaran a quien le corresponda o, en su defecto, que me proporcionen el correo de la persona o departamento adecuado para permisos de uso del contenido de algunos de sus artículos. Aclaro que no pido permiso para copiar contenido sino resumir algunos elementos, citar autor y fecha y después usar artículo como bibliografía en formato APA. Adjunto carta con los detalles. Gracias.
ResponderBorrarBuenas tardes, no he recibido respuesta para citar este artículo. Entiendo que la Ley del Derecho de autor me protege si uso el formato de cita apropiado y no reproduzco su artículo o partes de él, lo cual no es mi intención. Ojalá hubiera una manera de contactar con Ud,, me gustaría tener su autorización para guardarla en mis archivos. Los molesto porque su artículo ma pareció sobresaliente, claro y conciso. Gracias. Luis
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