Buscar este blog

viernes, 26 de julio de 2019

El “Chacal” Victoriano Huerta


Victoriano Huerta es sin duda uno de los mayores villanos de la historia de México por haber desencadenado los eventos que llevaron a Madero a su muerte. Apodado “Chacal” por los líderes revolucionaros, el ver los motivos que lo llevaron a hacer lo que hizo ayudara a todos los lectores a hacerse una idea de lo convulso que era el país entonces. Esto es porque ni Madero fue el gobernante que dicen que fue en la historia oficial ni Huerta el poco patriota que dicen que fue. Pero el detalle que más se oculta es el hecho de que Huerta era indígena huichol al representar lo contrario a la idea que nos venden de Benito Juárez, que también era indígena. La Decena Trágica fue el evento que ha llevado a este personaje a la defenestración histórica a pesar de las fallas del gobierno de Madero. Lo peor del asunto es que poco se habla de la intervención de los extranjeros en la Revolución.
Nacido el 23 de marzo de 1845 en el poblado de Colotlán, Jalisco, Victoriano Huerta era miembro de una familia humilde. Desde temprana edad demostró tener talento natural para las matemáticas y llegó a destacar como alumno destacado en la escuela de la comunidad. Cuando llega la Intervención Francesa, el ejército republicano llegó a Colotlán en busca de personas que fueran hábiles para las matemáticas porque los necesitaban para calcular la posición de la artillería. El joven Huerta se enlistó en el ejército juarista y cuando cayó el imperio ingresó en el Colegio Militar. Por ese entonces el presidente Juárez tenía intenciones de cerrar el colegio puesto que los rivales conservadores habían estudiado ahí. Pero cuando vio que un joven indígena de Jalisco realizaba estudios en la institución se decidió porque el Colegio Militar siguiera abierto. Quizá esta visita de Juárez fue lo que lo hizo pensar que al dejar de ser un indígena cultural podía llegar tan lejos como el presidente, por lo que dejo sus tradiciones atrás para de ese modo comenzar a ascender.
Ascendió a todos los grados del ejército durante el Porfiriato porque en el momento que Madero llega a la presidencia en 1911 ya era general. Al igual que la mayoría de los oficiales del ejército no quiso licenciar, odiaba al coahuilense porque no lo consideraba digno de ser el jefe supremo. Sin embargo, Huerta era frío y calculador y decidió fingir ser leal a Madero. Este último se tragó el anzuelo completo a pesar de las advertencias de su hermano Gustavo de tener a Huerta lejos. Para ganarse la confianza del presidente, el Chacal fue el responsable de aplastar la rebelión de Pascual Orozco en Chihuahua y la del Plan de Ayala en Morelos. A partir de entonces se convirtió en el oficial de mayor confianza de Madero. Pero lo que este no supo sino hasta que fue demasiado tarde es que Huerta había estado negociando con Henry Lane Wilson, el embajador de Estados Unidos, la posibilidad de un golpe de Estado contra su gobierno. Y así sucedió durante la Decena Trágica cuando movió los hilos para deshacerse de Madero y sus tropas y quedarse al frente del gobierno.
 Y aunque durante su estadía en la presidencia fue llamado “usurpador” y “Chacal” por las fuerzas aglutinadas alrededor de Carranza, la verdad es que tuvo cosas buenas. Huerta fue el primer presidente en dictar leyes a favor de los obreros y jornaleros agrícolas. Además, como lo he mencionado en entradas anteriores, él tuvo que hacerle frente a la invasión norteamericana de 1914 porque el gobierno de Estados Unidos estaba apoyando a los constitucionalistas. Y esto último fue la perdición de Huerta, porque no solo era a Carranza, sino también a otros aliados como Francisco Villa. El caso de Villa es especial, pues tenía cuentas pendientes con Huerta debido a la muerte de su redentor, Madero, y por algunas humillaciones cuando fue miembro de sus tropas, pues en una ocasión el Chacal intentó fusilarlo y el Centauro del Norte se le hincó llorando para suplicarle por su vida. La caída de Huerta, además de todo, en realidad no ayudó al país, pues se inició una guerra fratricida entre las diferentes facciones revolucionarias. Huerta se retiró a El Paso, Texas, donde se encontró con Pascual Orozco. Y aunque tenían la idea de regresar a México, ya era algo irrealizable para entonces. Debido a la adicción al alcohol y a otras drogas como la cocaína, la salud de Huerta se deterioró desde su exilio en 1914. Finalmente, el Chacal murió en El Paso en 1916 y tuvo que ser sepultado allá ante la imposibilidad de ser repatriado.  

No hay comentarios.:

Publicar un comentario