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jueves, 29 de marzo de 2018

Lázaro Cárdenas y el México que no fue


La historia oficial sin duda fue diseñada para justificar el estado de las cosas luego de la serie de matanzas que fue la Revolución. Uno de esos mitos fue Lázaro Cárdenas y su gobierno al que muchos consideran uno de los mejores. Sin embargo, tengo mis motivos para pensar así, pues el Cárdenas real no fue el héroe que expropió el petróleo para el interés nacional, ni el gran repartidor de tierras y mucho menos por la atención nunca antes vista a las demandas populares. Lo que poca gente sabe es que Cárdenas fue el que finalmente consolidó en el poder al corruptísimo régimen de la Revolución junto con sus vicios como el corporativismo y la demagogia tan característicos del mismo. El mito de Cárdenas tiene que ver con la propaganda oficial del PRI para justificar su régimen y el estado de las cosas con su frase de “ahora todo está mejor que antes”. Sin embargo, como dijera Ignacio Ramírez: “estábamos mejor cuando estábamos peor”.
En primer lugar, Cárdenas no es ningún epitome de la democracia pues aunque expulsó a Calles del país lo hizo solo para quedarse con el poder. Para lograrlo, Cárdenas hizo varias artimañas como promover huelgas entre los obreros, crear instituciones corporativas, pedir la renuncia de los callistas del gabinete y otras artimañas para minar el poder del “Jefe Máximo”. Como ya lo he dicho en el pasado acerca de este tema, solo me detendré en las consecuencias. La primera de ellas fue que consolidó el corporativismo que fue la base para instaurar a su partido en el poder a la familia revolucionaria hasta el año 2000. También cometió uno de los fraudes electorales más escandalosos de la historia en los comicios de 1940. En los mismos, había grupos de gente armada en las casillas electorales que preguntaban a la gente por quién había votado y a los que no lo habían hecho por el partido oficial los mataban ahí mismo. Con esto creo que es suficiente para pensar en Lázaro Cárdenas como uno de los que consolidó el poder omnímodo de la familia revolucionaria junto con Álvaro Obregón y Plutarco Elías Calles ya que cada uno aportó algo para empoderarla y hacerla pasar de una dictadura personal a una dictadura partidista.
El segundo punto que considero importante es el referente al tema agraria, pues las cosas no fueron como las pintan en la historia oficial. Aunque nunca apoyé lo hecho por Juárez y sus compinches para arrebatarles sus tierras a los indígenas, cabe señalar que la reforma agraria de Cárdenas le hizo mucho mal al campo mexicano. Se fraccionó la tierra del tal modo que era poco rentable para los productores agrícolas. Casi todos los proyectos ejidales fracasaron siendo los casos más emblemáticos de ese desastre la región henequenera de Yucatán y las haciendas de Guaracha y Nueva Italia en Michoacán. Los campesinos terminaron peor de empobrecidos que cuando dependían de un patrón para trabajar y esto a pesar de que se crearon las instituciones para apoyarlos. Las tierras se entregaron, sin embargo, a los beneficiarios no se les entregó título de propiedad para atarlos de ese modo a los dictados de la familia revolucionaria y de ese modo tener un grupo más que apoyara al partido oficial en los comicios venideros. Solo imagínense el cuadro: campesinos empobrecidos, atados a un gobierno que les dice que ahora están mejor y la verdad es que no es cierto. Definitivamente propaganda del régimen que no es cierta pero muchos se siguen creyendo.
El punto referente a la expropiación petrolera lo dejé al final porque es uno de los máximos mitos usados como propaganda de parte del régimen de la Revolución. El hijo de Lázaro Cárdenas, Cuauhtémoc, debería leer con lujo de detalle las leyes que su padre dejó firmadas. Como todos sabemos, la Expropiación Petrolera se da en el contexto de un largo conflicto laboral que culminó con la nacionalización de los bienes muebles e inmuebles de las empresas petroleras extranjeras. Lo que pocos saben es que los términos en los que Cárdenas nacionalizó esos bienes no son los que pintan en la historia oficial y que fue usada por la familia revolucionaria como propaganda. El principal de ellos era el referente a la coinversión privada en la explotación de hidrocarburos con empresas extranjeras. Esto se puede leer en la ley petrolera de 1939 firmada por el mismo presidente Cárdenas y que pueden consultar en línea. Lo que sí es cierto es que pocos contratos de ese tipo de firmaron de 1939 a 1958, cuando se cerró definitivamente la puerta esa posibilidad, por el temor de que en algún momento el gobierno cambiara de opinión. El que en realidad cerró la puerta a la posibilidad de la coinversión privada fue Adolfo Ruiz Cortines en un arranque de patrioterismo barato pues pensó que era mejor que el estado monopolizara la explotación petrolera con funestas consecuencias. Esto originó a la postre la petrolización de la economía durante el frenesí socialistoide en los 70’s que llevó al país a una de sus peores crisis económicas. Y es por eso que debemos abandonar los mitos que nos tienen atados en la mediocridad.  


viernes, 9 de marzo de 2018

Los orígenes de la corrupción

La corrupción, uno de los grandes males que aquejan a nuestro país se ha normalizado en toda nuestra sociedad y esto es terrible. Todos nosotros en algún momento pensamos que nuestros problemas son recientes, pero esto no es así, aunque muchas personas lo sigan pensando. Son pocos los historiadores los que se han atrevido a documentar lo más vergonzoso de nuestra historia (salvo cuando se dirigen contra cierto partido tricolor) pero los que se han atrevido han descubierto una verdadera cloaca. La peor parte es que en México se admira al punto de la idolatría a los alemanes aunque ignoran que un rey español nacido en Alemania fue el que sentó las bases de las corruptas administraciones gubernamentales que padecemos desde entonces: Carlos V. El monarca español que fue con el que se emprendió la conquista de nuestro continente e ideó una manera efectiva de gobernar su vasto imperio: los fueros, la venta de oficios y obedézcase pero no se cumpla fueron las bases del gobierno de la América Colonial porque según el monarca “así se gobernaba mejor”.
Los fueros fueron concebidos para crear diversas castas ya que el rey pensaba que para gobernar mejor todos debíamos ser diferentes ante la ley. De ese modo existía el fuero indígena (el más importante), el fuero militar, el fuero eclesiástico, el fuero de la nobleza y otros más. Cada grupo tenía sus tribunales especiales en los cuales serían juzgados por los delitos cometidos. También hubo tratos preferenciales, pues los indígenas no podían ser esclavizados, tenían el derecho a tener tierras de manera comunal y pagaban pocos impuestos en comparación con las otras castas. Cuando una persona tenía algún problema con alguien de otra casta tenía que demandarlo en el tribunal especial de la misma y casi siempre fallaban a favor del demandado. Tal era la influencia de los fueros en la vida de la Nueva España que hubo un incidente de tránsito bastante curioso: en el callejón de la Condesa, en el Centro Histórico de la Ciudad de México, entre el Banco de México y la Casa de los Azulejos, un día entraron dos carruajes y es toparon justo en el centro y ninguno de los dos quería hacerse para atrás porque comenzaron a exhibir sus títulos nobiliarios para ver quién tenía más privilegios; el incidente paralizó la ciudad de tal manera que el virrey tuvo que ir personalmente a pedirles que se movieran. Este sistema duró hasta la promulgación de las Leyes de Reforma, pero en teoría, porque en la práctica no ha cambiado mucho.
El segundo es para asquearse, pues implica una práctica bastante espuria de la que se quejan los opositores del actual gobierno. El rey Carlos V quería darle a los novohispanos la sensación de autogobierno. Además, tenía problemas económicos por las constantes guerras en Europa. Por lo tanto ideó un sistema perverso para tener a todos contentos: todos los puestos públicos (menos el virrey, que lo nombraba el rey) eran subastados al mejor postor. Así, los habitantes tenían la sensación de autogobierno (pues los cargos públicos eran para sus vecinos) y se llenaban las arcas públicas. Como los sueldos eran bajos, los vecinos sobornaban al regidor, al alcalde o al corregidor para obtener personas y que la persona se “ayudara”. Ahora una práctica que muchos creen invento reciente: cuando una persona quería aspirar a un cargo puesto público y no tenía los recursos para adquirirlo los ricos del lugar le prestaban dinero y dado el magro sueldo les devolvían el préstamo en especie: ¡les compraban sus productos y servicios para el ayuntamiento! Lo peor de caso es que nadie se quejaba. Todos eran felices. Esto duró hasta la llegada de los Borbones al trono español cuando se prohibió la venta de cargos públicos y el monarca se reservó el derecho de nombrar a los funcionarios.
El tercer y último punto es igual de perverso que el anterior pues tiene que ver con el cumplimiento de las leyes. Carlos V fue sin duda uno de los gobernantes más apreciados en la historia de la humanidad. Sin embargo, eso no quiere decir que no haya metido la pata. Como católico ferviente era temeroso de Dios y por eso temía hacer leyes que dañaran a sus súbditos. Y por eso es que cuando firmaba un decreto ponía debajo de su rúbrica “Obedézcase pero no se cumpla”. Obedecer viene de una palabra en latín que significa “escuchar atento”; y él no se cumpla está más que claro: ¡el monarca daba permiso a sus súbditos para desobedecer la ley si no les gustaba! Es de aquí de donde viene la terrible idea de los mexicanos de que la ley es para terceros y no para uno como individuo. Y todo porque el rey estaba temeroso de Dios. Es por eso que los mexicanos tenemos cierto desdén por el cumplimiento de las leyes, pues no era obligatorio respetarlas por orden del mismo monarca.
Sin querer, el rey Carlos V, convirtió a la sociedad novohispana en una sumamente corrupta pues los tres pilares del gobierno eran corrupción pura. Teóricamente se han intentado erradicar los vicios pero en la práctica ha sido muy difícil por no imposible. Los tres pilares fundamentales con los que Carlos V decía que así se gobernaba mejor son sin duda la base del ser nacional y que tenemos que analizar con frialdad para dar la vuelta a la página.