En 200 años de vida
independiente de nuestro país están plagados por conflictos por el poco respeto
hacia el orden legalmente establecido. Los cuartelazos que se dieron desde
principios del siglo XIX y hasta principios del XX respondían a una lógica de
beneficio personal porque se buscaba ocupar la amada silla. Las constituciones
que fueron promulgadas en 1824, 1857 y 1917 responden al fracaso del régimen anterior
con respecto al siguiente con la promesa de “ahora sí van a funcionar”. La causa
de todo este circo: la ambición personal de los políticos de todas las épocas porque
en realidad siempre han buscado sacar provecho de los cargos públicos. Lo peor
del caso es que los propios mexicanos piensan que rompiendo el orden
constitucional establecido mejoraran las cosas porque el régimen no responde a
las necesidades de todos y es algo tan antiguo como la humanidad misma. En realidad
esta entrada lo que pretende es que hagamos una reflexión profunda del por qué
el orden legal no es duradero.
La primera constitución del
México independiente fue promulgada el 4 de octubre de 1824 después de “arduas”
discusiones del congreso constituyente. En realidad es una mala traducción de
la constitución de Estados Unidos promulgada en 1787 bajo la idea de que “para
ser felices debemos imitar a los norteamericanos en todo”. Para entender dónde
fallaron los constituyentes debemos entender lo hecho por el Congreso
Continental. En la primera edición de la constitución norteamericana se
estableció que las elecciones serían indirectas y el segundo lugar quedaría como
vicepresidente. Esto funcionó hasta que Thomas Jefferson llegó a la presidencia
y al ver el comportamiento del vicepresidente Aaron Burr promovió reformas al
procedimiento. En México, al haber presidente y vicepresidente de bandos
contrarios llevó a varios cuartelazos. Sin embargo, eso no es todo, pues con el
régimen federal se dio el pretexto perfecto para la separación de Zacatecas,
Coahuila, Nuevo León, Yucatán y Texas y la separación del último dio como
resultado la pérdida de la mitad de nuestro territorio. La derogación de esta
Carta Magna sirvió de pretexto para la independencia de Texas, volvió luego de
la guerra con Estados Unidos para finalmente ser derogada con la Revolución de
Ayutla en 1854 para lanzar a Santa Anna del poder de una vez y por todas.
La siguiente constitución
fue promulgada el 5 de febrero de 1857 luego de un congreso constituyente de
corte liberal radical. El federalismo se consolida pero solo en papel y en un
momento se tratara ese punto. Esta constitución causó problemas debido a que
lesionaba de manera seria los negocios de la Iglesia Católica ya que se elevaban
a rango constitucional las Leyes de Reforma. Pero, al igual que la anterior,
quedó en letra muerta pues una vez terminada la Guerra de Reforma y la
Intervención Francesa y destruido el Segundo Imperio no se aplicó. El presidente
Benito Juárez era el primero en pisotearla pues siempre buscó maneras de obtener
poderes extraordinarios como si estuviera el país en tiempos de guerra, el
nombramiento de gobernadores a capricho y se cree que se cometieron fraudes
electorales. Con la llegada de Porfirio Díaz las cosas no cambiaron pues además
de lo anterior también se restringió la libertad de expresión. La represión cometida
hacia los trabajadores de Cananea y Río Blanco no se considera ilegal porque
entonces no había leyes que los protegieran. Ni con la Revolución hubo
intenciones de respetar el orden constitucional por parte de alguna de las
facciones revolucionarias.
La actual constitución fue
promulgada el 5 de febrero de 1917 luego del congreso constituyente de
Querétaro. Además de las consignas de las anteriores constituciones se
agregaban los derechos laborales, a la educación y a la vivienda (derechos
sociales). Pero volvemos al principio pues en el gobierno de Venustiano
Carranza este fue el primero en violarla al reprimir a los trabajadores por
ejercer sus derechos constitucionales recientemente establecidos. Peor aún,
durante la reelección de Álvaro Obregón se liquidaron a dos golpistas en el
camino de la Ciudad de México a Cuernavaca sin juicio previo. Durante el
gobierno de la “Dictadura Perfecta” se volvió a restringir la libertad de expresión.
También se violó la división de poderes ya que los legisladores y los ministros
de la Suprema Corte solo hacían cumplir los caprichos del presidente. También se
llegó a extremos de que varias veces la Cámara de Diputados llegó a cesar
gobernadores por orden expresa del presidente solo porque no eran de su agrado.
Además esta constitución tiene el grave defecto de tener postulados
socialistoides que sobreprotegen a ciertos grupos (los trabajadores) y
generaron un montón de corrupción (el artículo 27).
Estos son los motivos por
los que no apoyare nunca la redacción de una nueva constitución para nuestro país.
¿Dé que sirve escribir leyes que en papel suenan bien pero que se las pasan por
el arco del triunfo? El pensamiento del mexicano promedio de que la aplicación de
las leyes es para terceros y no para uno no puede seguir siendo el epitome. Cuando
comprendamos esto y que necesitamos un gobierno apegado de manera irrestricta a
un marco legal no necesitaremos seguir escribiendo tantas constituciones.
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