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domingo, 28 de mayo de 2017

La vergonzosa república mexicana

Si hay algo de lo que debemos avergonzarnos los mexicanos son los términos bajo los que se fundó la república y los problemas posteriores a su instauración. Para empezar esta entrada lo que pretendo es dar a entender por qué nuestro país es tan propenso a caer en dictaduras y el caudillismo que ha asolado al país desde los inicios del movimiento de independencia. Este es un problema que es menos complejo de explicar de lo que la mayoría pudiera pensar. En primer lugar yo considero el contexto histórico en el se dio nuestra independencia. En aquellos años Estados Unidos ya había obtenido su independencia y estaban buscando aumentar su poderío y convertirse en los amos del mundo. Además, estaban también muy recientes los acontecimientos de la Revolución Francesa de 1789 y por lo tanto el liberalismo la separación de la Iglesia y del Estado y el ser masón eran la moda en aquellos años turbulentos.
Creo que el primer detalle que debemos revisar es el que tiene que ver con el Plan de Iguala con el que se declara la independencia de nuestro país. En él se establecía una junta provisional de gobierno que se haría cargo de la administración del país. El gobierno propuesto en el plan era la monarquía constitucional en el que se pretendía traer a gobernar al rey de España, Fernando VII o en su defecto a alguno otro miembro de la familia Borbón. Si no aceptaban el trono, como efectivamente ocurrió, la junta nombraría a quien ellos consideraran más conveniente. Dado que el presidente de la junta era Agustín de Iturbide y en su mayoría eran partidarios de él los miembros de la misma, no es difícil imaginar a quien eligieron. Además de todos hay que ver que Iturbide tenía amoríos con María Ignacia “la Güera” Rodríguez, lo que también influyó mucho en la decisión de la junta. De hecho, hay un episodio poco conocido de nuestra historia conocido como “La conspiración de la Profesa”, en la que se decidió buena parte de los términos de la independencia. Esta conspiración se llama así por haber sido efectuada en la Iglesia de la Profesa, ubicada en el Centro Histórico de la Ciudad de México, en la esquina de Madero y Bolívar. Anteriormente no se deseaba la independencia, pero el rey de España, Fernando VII, había jurado la Constitución de Cádiz de 1812, de corte liberal clásico. Este evento fue el que hizo cambiar de opinión respecto a su posición frente a la separación de España.
El segundo evento que tenemos que considerar para la caída del efímero Primer Imperio es la fragilidad económica de nuestro país. México había quedado arruinado luego de once años de guerra que habían dejado al campo y las minas paralizados y por lo tanto no había tanto comercio activo como en años anteriores. Todo esto llevó a nuestro país, como siempre, a tener condiciones de vida bastante precarias. Armando Fuentes Aguirre “Catón” relata que las joyas de la coronación de Iturbide tuvieron que ser prestadas por el Monte de Piedad debido a la falta de recursos. Esto también afectó de cierto modo el efímero imperio puesto que para hacerse de recursos se tuvo que recurrir a pedir préstamos forzosos a los comerciantes y aumentos de impuestos que no fueron vistos con agrado por el gremio. Además, la falta de reconocimiento hacia el gobierno de Iturbide por parte de países como Inglaterra o Estados Unidos ahondo la falta de crédito. Esto tal parece que es un problema bastante crónico en nuestro país, pues desde siempre hemos tenido problemas económicos de gran envergadura. Tal parece que nuestro país tiene una maldición que hace que tengamos problemas financieros en los momentos menos oportunos de nuestra historia.

Creo yo que el problema más importante que llevó a la caída del imperio fueron las intrigas del interior y del exterior. Algunos personajes destacados que deseaban la república eran Fray Servando Teresa de Mier y Manuel Ramos Arizpe, aunque uno quería centralista y el otro federa, respectivamente. En segundo lugar están las intrigas de Joel R. Poinsett, un diplomático norteamericano dedicado a obtener beneficios para su país a costa de otras naciones. En una visita a México insinúo un tratado pretextando la lejanía de las provincias del norte de la capital y el documento proponía recorrer la frontera común de ambos países hacia el sur. Como fue rechazado por el emperador y sus consejeros, Poinsett se fue a Veracruz a tomar el barco de regreso a su país donde encontró a uno de los personajes más funestos de nuestra historia: Antonio López de Santa Anna. Poinsett convenció a su Alteza Serenísima de declarar la república, aunque años después reconocería que no sabía que era eso y solo se había rebelado porque le gustó esa palabreja. Iturbide intentó por todos los medios contener la rebelión de Santa Anna, pero no contaba con que muchos oficiales del ejército se habían hecho masones y por lo tanto estaban a favor de la causa republicana. Además de todo, el congreso había sido disuelto porque siempre bloquearon las acciones del gobierno de Iturbide por las intrigas de los miembros partidarios de instaurar la república. Incluso se hizo apresar a Fray Servando por estos hechos. Iturbide lo liberó y reinstauro el congreso solo para ofrecer su renuncia al trono al no querer derramar sangre de sus compatriotas. Antes de partir al exilio, el caído emperador hizo algunas confidencias a su amigo de origen polaco, Carlos Beneski, acerca del oscuro futuro que presagiaba para su país. Ambos llegaron a la conclusión de que México pasaría por un grave periodo de inestabilidad y razón no les faltó. Durante todo el siglo XIX y hasta bien entrado el XX México tuvo golpes de Estado, guerras civiles e intervenciones de potencias extranjeras por una república declarada en contra de los deseos del pueblo y que nos costaría la mitad de nuestro territorio y nuestra soberanía gracias a Antonio López de Santa Anna. 

viernes, 26 de mayo de 2017

Defensores de la democracia

En diversos episodios de nuestra historia se han dado diversos episodios en los que se ha quebrantado todo el orden democrático de nuestro país. Desde luego que estoy hablando de personajes tales como los hermanos Flores Magón, Francisco I. Madero, Juan Andrew Almazán y el doctor Salvador Nava. Estos son solo algunos ejemplos de personas que en algún momento de sus vidas se enfrentaron al status quo que imperaba en el país de en la época de aquellos hombres. Y vaya que lucharon contra verdaderos titanes, ya sea con un personaje que detentaba el poder o contra toda una estructura política imperante. Además de todo, hay que ver el hecho de que nuestro no tiene una cultura democrática prolongada y que estoy convencido de que no se ha desarrollado de la mejor manera. La razón de esta situación tiene que ver con las tradiciones con las que se formó nuestro país, es decir, la indígena que era una aristocracia y la española que era una monarquía absoluta.
Pero entrando en materia, tendría que empezar hablando de Francisco I. Madero y Ricardo Flores Magón, ya que ambos ejercieron una fuerte oposición en la etapa final del Porfiriato. Ricardo Flores Magón nació en Eloxochitlan, Oaxaca, el 16 de septiembre de 1873. Junto con sus hermanos, Jesús y Felipe, funda en 1900 el diario opositor “Regeneración”, que le hizo la vida imposible a don Porfirio en la etapa final de su gobierno. Creo que el incidente más importante en aquellos años fue el de la fotografía de la ventana con el letrero de “La Constitución ha muerto”, tomada el 5 de febrero de 1903. Esto hace que la publicación sea suspendida. Un simpatizante, Francisco I. Madero, y en su tiempo, llegó a tener 30 mil lectores a pesar de la censura en su contra. En 1905 Flores Magón sufre un atentado contra su vida que lo orilla al exilio en Estados Unidos. Sin embargo, sufre una conversión al anarquismo, de la mano de una mujer de nombre Basilia Franco. Más tarde, en 1914, fue apresado y estuvo en la cárcel en Kansas City hasta su muerte en 1922. Flores Magón tiene un lugar en esta entrada por el simple hecho de que sin libertad de expresión la democracia es algo imposible de construir. De ahí que en los totalitarismos se restrinjan este tipo de libertades pues solo se permite un pensamiento.
Francisco I. Madero, por su parte, era miembro de una de las familias más ricas de país y había estudiado en el extranjero. Entre otras cosas, y como lo relatan algunos historiadores de manera acertada, Madero se adentra en las prácticas espiritistas en Francia. Sin embargo, y a diferencia de otros espiritistas el veía en estas prácticas una manera de comunicarse con espíritus de personas y de ese modo influir en los eventos políticos. El mezcló las ideas del espiritismo con las cristianas para concebir nuevas ideas políticas. En realidad esto fue lo que usó para hacer su programa político en contra de Porfirio Díaz a partir de la entrevista que el anciano presidente concedía al periodista norteamericano James Creelman en 1908. Esto llevo a la fundación de partidos políticos nuevos, y fue cuando Madero fundó el Partido Nacional Antirreeleccionista que lo llevó a participar en las elecciones de 1910. Como ya lo había mencionado en una entrada anterior, Madero escribió su libro “La sucesión presidencial de 1910” por influencia de algunos espíritus, siendo los de su hermano Raúl y el de un tal José los más importantes. El defecto más importante de Madero y que finalmente lo llevó a su muerte fue si ingenuidad, pues pensó que solo la democracia sería suficiente como para apaciguar al país y sus enemigos usaron esto para llevarlos a la destrucción. Madero sin duda fue un demócrata consumado, pero debió entender el sistema que Díaz usaba para apaciguar el país.

El tercer defensor de la democracia era del estado de San Luis Potosí en tiempos de la Dictadura Perfecta, que usaba toda su maquinaria contra quien osara desafiar su poderío. En ese tiempo San Luis Potosí era controlado por un cacique de nombre Gonzalo N. Santos que se había enriquecido desde tiempos de Plutarco Elías Calles hasta la presidencia de Adolfo López Mateos. El hombre que desafío al tricolor llevaba el nombre de Salvador Nava, y en contra de Santos se había hecho con la alcaldía de San Luis Potosí, la capital del estado del mismo nombre. En las elecciones de 1961 Nava intentó obtener la candidatura del PRI a gobernador de San Luis Potosí. Antes de eso, en 1958, ya había participado en las protestas que llevaron a la caída del gobernador del estado. Volviendo a las elecciones, la candidatura a gobernador de San Luis Potosí le fue negada. El buscó la candidatura independiente y fundó su propio partido. Sin embargo, era el tiempo en el que la Dictadura Perfecta estaba en su apogeo, y el cacique Santo no iba a dejar de lado sus privilegios, así que le hicieron fraude. Aunque no consiguió anular las elecciones en aquel año, sentó un precedente para las generaciones venideras. En los siguientes años consiguió deponer a otro gobernador de San Luis Potosí y se volvió a postular en las elecciones de 1991. Le volvieron a hacer fraude e hizo que depusieran a su rival, Fausto Zapata, del puesto de gobernador a unos días de haber tomado posesión del cargo. el doctor Nava nunca pudo ver la caída del PRI en 2000, ya que falleció de cáncer en 1992. Sin duda, uno de los últimos próceres de la democracia en nuestro país y no creo que en las condiciones actuales se vuelva a dar otro personaje del doctor Salvador Nava, pues las nuevas generaciones no se caracterizan por ser muy cultas que digamos.    

domingo, 21 de mayo de 2017

La guerra secreta en México

Continuando con la revisión de mis fuentes históricas, en esta ocasión toca el turno al alemán Friedrich Katz. Resulta curioso que las obras más objetivas que hablan de nuestro pasado hayan sido escritas por extranjeros, como el ya mencionado autor o el francés Jean Meyer. Salvo por Enrique Krauze, la mayoría de los historiadores nacionales hacen sus investigaciones y las cargan con influencias ideológicas o maquillan la información para justificar el estado de las cosas. Es conveniente destacar que la obra de Katz estuvo vetada durante mucho tiempo en nuestro país bajo el argumente de cómo un extranjero iba a escribir sobre la historia de México, aunque considero que el régimen de la revolución de ese modo podía justificar el estado de las cosas, y por eso impidió la publicación de la obra para ocultar ciertos eventos que no querían que salieran a la luz. Este libro no estuvo presente en las librerías hasta años reciente, siendo la edición más conocida, en mi opinión, la de la editorial española Era.
Como lo había mencionado antes, el libro habla de las intrigas de los gobiernos de Estados Unidos, Inglaterra, Alemania, Francia y, en menor medida, Japón. Las intrigas de diplomáticos, empresarios y políticos de las naciones ya mencionadas estaban dirigidas más que nada a obtener preponderancias en las actividades económicas en nuestro país. El contexto histórico de la obra abarca desde el final del Porfiriato hasta el asesinato de Carranza aquí en nuestro país, mientras que en Europa las tensiones entre las potencias antes mencionadas estaban al rojo vivo con el consiguiente estallido de la Primera Guerra Mundial. El estallido del conflicto en el viejo continente aumentó las tensiones en México cuando los países beligerantes intentaron aumentar su influencia en el gobierno apoyando a las diferentes facciones en su lucha por el poder. Katz describe los acercamientos de los diplomáticos de las grandes potencias con Francisco I. Madero, Victoriano Huerta, Francisco Villa, Venustiano Carranza y otros personajes. Uno de los puntos más interesantes del libro tiene que ver con la conspiración del gobierno norteamericano en la caída de Porfirio Díaz y la muerte de Madero con tal de mantener el orden en el país. También se menciona cómo el embajador de Estados Unidos, Henry Lane Wilson, maquinó todo para provocar la muerte de Madero y obtener concesiones petroleras. Sin embargo, también reconozco algunas imprecisiones, siendo la más importante a mi parecer el hecho de que se fuera con la finta de que Francisco Villa era de Parral, Chihuahua, cuando en realidad este caudillo era de un rancho en San Juan del Río, Durango.
La siguiente sección trata del acerca del gobierno de Victoriano Huerta después de haber dado un golpe de Estado contra Madero. Ese se centra en la falta de reconocimiento del gobierno del Chacal por parte de las potencias que luego serían aliadas en la Primera Guerra Mundial: Estados Unidos, Inglaterra y Francia; y las intrigas de Alemania para obtener preponderancia económica en nuestro país sin reconocer a Huerta de manera abierta. Además hay que tomar en cuenta que las tensiones entre los países citados (menos Estados Unidos) en vísperas del estallido de uno de los conflictos bélicos más importantes de la Historia Universal. De este periodo considero que los incidentes más importantes fueron el del barco alemán Ypiranga, cargado de armas para las tropas huertistas y la ocupación por parte de los norteamericanos de Veracruz. En el terreno nacional se ven los diversos apoyos de las potencias antes mencionadas a las facciones. También se explica las relaciones fratricidas entre los líderes revolucionarios y cómo el gobierno norteamericano para lograr sus fines con respecto a México.

La última parte del libro comprende las intrigas a favor y en contra de Carranza durante y después de la Primera Guerra Mundial de parte de Estados Unidos y Alemania, sobre todo. Katz relata cómo los alemanes intentaron por todos los medios sabotear la industria norteamericana, aunque estos intentos fueron bastante infructuosos debido a la incompetencia de los servicios de inteligencia alemanes. Los siguientes intentos de los alemanes por evitar la entrada de Estados Unidos en la guerra era crear un conflicto armado entre este último y México. El mejor ejemplo de esto fue el telegrama Zimmermann, interceptado por el servicio de inteligencia británico y que finalmente sirvió de pretexto para la entrada de los norteamericanos en la guerra en Europa. Carranza desde luego que no aceptó el plan por prudencia, pues una intervención norteamericana habría puesto fin a su gobierno. Esto fue especialmente evidente con el ataque de Villa al pueblo de Columbus, Nuevo México en 1916 y que sirvió de pretexto para la Expedición Punitiva para buscar al responsable. Algo que menciono Katz al final del libro es que Carranza tal vez haya sido un consumado conservador pero también un gran patriota, ya que pudo mantener la soberanía de nuestro país aun cuando el panorama era adverso y logró utilizar los intereses de las potencias a su favor, lo que le sirvió para mantenerse en el poder mucho más tiempo que Madero. Lo que quiso demostrar Katz con esta obra fue el poderío de las grandes potencias en la Revolución Mexicana y cómo esa capacidad influyó en la victoria de uno u otro bando, en especial la de Estados Unidos y estoy convencido de que esa fue la principal causa del por qué el gobierno mexicano impidió la venta de “La guerra secreta en México” durante tantos años: por decir verdades incómodas.