Buscar este blog

jueves, 29 de junio de 2017

Una mirada a Santa Anna

Antonio López de Santa Anna es sin duda el segundo personajes más odiado de la historia mexicana después de Porfirio Díaz. El motivo de este odio estoy convencido de que tiene que ver con la pérdida de la mitad del territorio nacional a manos de los norteamericanos en la guerra de 1946-1848. Sin embargo, creo que este personaje ha sido condenado por delitos que no cometió de manera injusta, sobre todo ha sido tachado de vendepatrias. Si no es de mis personajes favoritos es por otros motivos que a mi parecer llevaron al país a su desgracia desde su nacimiento. Otro defecto que tenía Santa Anna era su vanidad: el soñaba con ser el Napoleón mexicano por todos los medios y siempre se alistó en las guerras para vanagloriarse a sí mismo. Además de todo hay que decir que en varias ocasiones fue traído del exilio tanto por liberales como conservadores como un “imprescindible”, punto que no es señalado en la historia oficial.
Uno de los episodios del que no se habla, o mejor dicho episodios, fueron las rebeliones contra el gobierno durante la Intervención Norteamericana. Las más destacadas de ellas sin duda fueron la rebelión de la Iglesia Católica en contra de José María Luis Mora y sus reformas de corte liberal y la otra fue la Guerra de Castas en Yucatán. No sé en qué demonios pensaban esos grupos en un conflicto que a nuestro país le costó la mitad de su territorio. Es cierto que a Santa Anna le achacó el principio de nuestras desgracias, pero creo que no fue el único responsable. Este tipo de desacuerdos son fatales en momentos en los que cualquier nación sufre una invasión extranjera. Desde luego que también hubo espías mexicanos que le pasaban información a los norteamericanos, aunque esto no es exclusivo de nuestro país, pues en las guerras siempre hay traidores. Sin embargo, también tengo que decir que si Santa Anna tuvo responsabilidad fue por vanagloriarse de sí mismo, no por falta de patriotismo, pues luchó como nadie durante el conflicto a pesar de que le faltaba una pierna. Y también agregaría el hecho de que no tengo la menor duda de que tienen vela en el entierro los liberales y conservadores que lo trajeron del exilio para hacerse cargo del gobierno mexicano en al menos once ocasiones.
Lo que sí condeno de Santa Anna es su carácter frívolo ya que era más proclive a atender sus diversiones, tales como peleas de gallos, cartas y otros juegos de azar, porque era un gran apostador sin duda. Era tal su afición por el juego que en no pocas ocasiones dejó la administración del estado en manos de otras personas con tal de asistir a peleas de gallos y partidas de cartas en las que le encantaba apostar fuertes sumas de dinero. Esto siempre fue bien conocido por las personas que lo llamaron a hacerse cargo del gobierno en diversas ocasiones pero al parecer siempre lo ignoraron. Sin embargo, esta fue la causa principal de su caída pues para solventar su horrendo estilo de vida impuso impuestos al número de perros, las puertas y las ventanas de las casas. Esto fue lo que llevó a Juan Álvarez a levantarse contra Santa Anna. Cabe mencionar que también se aplicó el título de “Alteza Serenísima” (el primero fue el cura Hidalgo), así como la realeza, a pesar de que el fue el causante de la caída del Primer Imperio. Además de todo, me temo que las personas que sucedieron a Santa Anna tampoco quedaron muy bien paradas en cuestiones políticas y sociales. Además al final de cuentas los grupos de conservadores y liberales desecharon al caudillo indispensable en cuanto comprendieron que las cosas no eran como ellos pensaban y terminaron por cargarle el muerto a Santa Anna por la pérdida de la mitad del territorio a manos de los norteamericanos aun cuando era comprobable su coparticipación en estos hechos. Cabe destacar que esto siempre ha sido una práctica habitual en nuestro país y los seguirá siendo por un largo tiempo.

Algo de lo que Santa sí es el responsable principal es de la independencia de Texas y el motivo es bastante tonto. Pero antes de hablar de ese bochornoso episodio tengo que hacer ciertas precisiones. En primer lugar nadie menciona la responsabilidad de Lucas Alamán, que propuso una ley que facilitaba la llegada de inmigrantes con la sola condición de mostrar la fe de bautizo, con la que se pretendía atraer a irlandeses y polacos, pero atrajo a norteamericanos que a pesar de ser protestantes se bautizaron con tal de obtener tierras. Los norteamericanos tenían esclavos a pesar de que en nuestro país estaba abolida la esclavitud. En segundo lugar el responsable fue el que propuso el federalismo pues abrió la posibilidad de rechazar el integrar parte de nuestro país. En tercer lugar, cuando las autoridades se enteraron de los esclavos hicieron oídos sordos, dando a entender que no les importaba lo que sucedía en los estados del norte. En cuarto lugar, mandaron a Santa Anna (que se ofreció voluntariamente) sin dieron para abastecer a su ejército. Y por último, el comandante se echó  a dormir plácidamente y su tropa se echó a nadar como si estuvieran de vacaciones en un río cerca del cuartel de las tropas texanas, y estos capturaron a Santa Anna que se rindió y le concedió la independencia a Texas por el temor de ser fusilado. Y a pesar de que las tropas no deben obedecer a un oficial que ha sido capturado por el enemigo, los subordinados de Santa Anna lo siguieron obedeciendo y con los resultados que todos conocemos. Por esto Santa Anna no fue el único responsable de las desgracias del país, aunque sí fue el principal responsable de algunos eventos y esto hay que saberlo para tener un mejor futuro nacional.   

lunes, 26 de junio de 2017

A 150 años de la muerte de Maximiliano

Estamos a 150 años del fusilamiento de Maximiliano, Tomás Mejía y Miguel Miramón en el Cerro de las Campanas en Querétaro. A lo largo de este siglo y medio de su muerte debemos hacer una reflexión de lo que ha sido nuestro país en todo ese tiempo. Hemos pasado por grandes procesos reformadores para bien o para mal (más mal que bien) en ese tiempo que ha transcurrido. Pero antes de retomar esa lucha entre monarquistas y republicanos me temo que se puede comprobar leyendo este blog que yo me inclinó por los primeros debido a la falta de patriotismo de los segundos. Además, nuestros presidentes hasta bien entrado el siglo XX se comportaron como auténticos monarcas, desde Santa Anna hasta Salinas. Y considero importante el hacernos estas preguntas debido a que en nuestro país la república no parece cuajar del todo y esto nos ha impedido tener una economía y un gobierno funcional. Y tengo bastantes motivos para pensar que las cosas no son tan lindas como lo cuentan los libros de historia.  
Como muchos de ustedes recordaran, la victoria de los liberales sobre los conservadores tras la batalla de Calpulalpan en 1861 fue gracias al apoyo del gobernó norteamericano. Esto es algo que pocos saben, pues en buena medida los masones (que fundaron Estados Unidos) han sido los responsables de nuestras desgracias. Los conservadores encabezados por Miramón, enviaron una delegación a Francia para entrevistarse con Napoleón III, el emperador de ese país. Este, influido por su esposa, aceptó intervenir en México. Buscando algún miembro de la realeza a quienes ofrecerles la corona se encontró con Maximiliano y Carlota, los virreyes de la provincia de Lombardía (entonces era territorio austriaco). Cabe mencionar que la que tenía ansias de poder era Carlota, pues ella desde joven fue educada para gobernar, algo que no era del todo compartido por su esposo. Ellos vivían en el Castillo de Miramar, muy cerca de Trieste, Italia, donde el despacho de Maximiliano parecía el de un buque de guerra, ya que navegar era la pasión del desdichado emperador. A pesar de esto, a ellos dos los prefiero sobre la mayoría de los republicanos y liberales (a excepción de Ignacio Ramírez y Porfirio Díaz) pues tenían grandes proyectos para nuestro país que de haber cuajado nuestra historia sería otra.
Miguel Miramón era un oficial del ejército, siendo uno de los mejores estrategas que ha habido en nuestro país. Era cadete del Colegio militar y estuvo presente en el asalto de las tropas norteamericanas el 13 de septiembre de 1947 pero fue borrado como “Niño Héroe” por ser afiliado al Partido Conservador, cuyos miembros con considerados los “villanos de la historia”. Algo que sí tengo que decir es que Miramón era un patriota en el más amplio sentido de la palabra, pues siempre se opuso a la injerencia de Estados Unidos en nuestros asuntos. El ofrecimiento de la corona de México a Maximiliano y Carlota no debe ser considerado una traición a la patria porque en aquella época era bastante común ofrecer el trono de algún país a príncipes extranjeros. Como lo dije en entradas anteriores, la república fue impuesta a base de un golpe de Estado contra Iturbide perpetrado por Santa Anna, uno de los personajes más detestables de nuestra historia. Y también es cierto que en la época de Juárez buena parte de la población mexicana deseaba la monarquía, y esto es ignorado olímpicamente por los “republicanos” y “demócratas” liberales. De hecho, Maximiliano solicitó a la legación mexicana que le ofreció el trono un plebiscito en el que se demostrara que los mexicanos querían un monarca. Los conservadores tuvieron que mentir puesto que en ese momento un plebiscito no era posible pues los nada demócratas liberales no lo habrían permitido. En mi opinión, Maximiliano quedó en medio de las intrigas de los liberales mexicanos, del emperador francés y del gobierno norteamericano. Cabe destacar que es posible que Maximiliano presintiera todo esto y por eso retrasara mucho tiempo su viaje a México y creo que solo lo convencieron las suplicas de Carlota.

Muchas personas concuerdan con el hecho de que Maximiliano fue presa de una red de intrigas que lo llevaron al paredón. La verdad, creo que no falta razón a estas afirmaciones. Sin embargo, hay algunas cuestiones que no dicen acerca del desdichado emperador y tiene que ver con los indígenas. Creo que el más destacado de ellos fue Tomás Mejía, un otomí originario de la Sierra Gorda de Querétaro y que fue fusilado al lado de Maximiliano y Miramón. Si bien se habla de los Zacapoaxtlas en la batalla del 5 de mayo, estos fueron reclutados por medio de la leva; la mayoría de los indígenas lucharon del lado de los imperialistas porque la Ley de Desamortización no reconocía la propiedad comunal de la tierra, sistema que se había mantenido desde la época prehispánica y que se había preservado durante la Colonia. Desde luego que el emperador les dio garantías a los indígenas y Carlota estaba muy bien informada sobre la explotación que sufrían los indios en Yucatán durante una visita de la pareja imperial a Mérida. En realidad ha cosas que nunca entenderé del todo puesto que los bandos siempre tomaron acciones contrarias a las ideas que decían profesar. En este caso, los liberales terminaron por aplicar los principios de los conservadores en lo referente al orden español. En realidad los cimientos de nuestras desgracias actuales se fundaron en buena medida en la muerte de Maximiliano y para muestra un botón, una frase del liberal Ignacio Ramírez “el Nigromante”, uno de los principales críticos de las políticas de Juárez: “Estábamos mejor cuando estábamos peor”. Y nada lo puede resumir mejor.     

miércoles, 14 de junio de 2017

La Dictadura Perfecta

Alguna vez el escritor peruano Mario Vargas Llosa dijo que el sistema político mexicano encarnado por el PRI es la dictadura perfecta. Al igual que a Friedrich Katz, esta crítica le valió que sus obras no fueran publicadas en un buen tiempo en nuestro país ya que dijo una verdad demasiado dolorosa para el régimen. En la entrada anterior mencione los inicios del PRI como partido político mencionando las intenciones de Plutarco Elías Calles y cómo otros personajes como Álvaro Obregón y Lázaro Cárdenas contribuyeron con el partido. Los tres personajes a los que he denominado los “tres padres del PRI” ya que cada uno de ellos contribuyó en gran medida a construir los cimientos del partido político más odiado del país. Estoy hablando además de un partido el cual ha sido un camaleón ideológico desde su fundación, aunque ha tendido más a una mezcla incompatible en apariencia de liberalismo con las ideas de Keynes. La dictadura del PRI en realidad no distó de los métodos y las ideas en otros países de América Latina, su única diferencia con otras dictaduras del continente es el cambio de gobernante, nada más.
En el gobierno de Lázaro Cárdenas se consolidan las estructuras corporativas tendientes a atar a la sociedad al poder presidencial. Esto se logra mediante la incitación de sindicatos a organizar huelgas con el fin de restarle influencia a Calles y con el tiempo se convirtieron en el voto duro del partido. La Reforma Agraria se realizó con el mismo fin ya que con la fundación de la Confederación Nacional Campesina se ató a los campesinos al poder presidencial. A cambio de ese apoyo, los presidentes dieron concesiones a los gremios afiliados al gobierno y al partido oficial como privilegios a ciertos grupos de trabajadores y a sus líderes la posibilidad de tomar puestos políticos y enriquecerse a costillas de sus agremiados además de eternizarse en sus cargos. Todo esto se ha venido prolongado hasta la actualidad, aunque el día de hoy han perdido importancia. Líderes como estos fueron Fidel Velázquez (el más importante), Napoleón Gómez Sada, Elba Esther Gordillo, Joaquín Hernández Galicia “la Quina”, Carlos Romero Deschamps y otros tantos más. Los sindicatos y otras organizaciones populares han sido de poco provecho para el país y menos para los trabajadores. Todos ellos son en buena medida de los malos servicios que tenemos y del saqueo del que ha sido víctima el país durante décadas. Y el objetivo primordial de las organizaciones populares es mantener al PRI en el poder.
Como todas las dictaduras, el adoctrinamiento de las masas es algo importante, y de aquí se derivan algunos de nuestros problemas de educativos y de otra índole. Esto se nota sobre todo en la defensa de mitos históricos que se usaron para justificar el régimen como la demonización de Porfirio Díaz o la Expropiación Petrolera al decirnos de ese modo que hubo en el pasado peores gobiernos. Es cierto que no hay gobierno perfecto, pero esto ha llegado a niveles ridículos, para mí es triste ver que los mitos históricos utilizados por el tricolor para justificar su horrendo régimen son defendidos por personas que aparentemente han tenido acceso a la cultura. El otro aspecto del adoctrinamiento tiene que ver con la censura que el régimen hizo de la prensa para evitar que la gente se enterara de ciertos eventos o la crítica hacia algunos personajes. Durante todo ese tiempo el gobierno hizo malabares para callar a la prensa, desde la intimidación de periodistas hasta el monopolizar la industria del papel para amedrentar a los medios que eran adversos al régimen. Cuando de plano esto no funcionaba se llegó a incurrir en el asesinato de periodistas. Creo que uno de esos eventos en los que el gobierno le hizo la vida de cuadritos a los periodistas fue la salida de Julio Scherer de periódico “Excélsior” en 1976. Claro que esto no impidió a Scherer seguir despotricando contra el gobierno de Luis Echeverría ya que después fundó la revista “Proceso”. Otro golpe similar pero menos conocido fue la negativa de la Unión de Voceadores de vender el diario “Reforma” en 1993, ya que este periódico decía cosas incomodas para el presidente Carlos Salinas de Gortari.

Para terminar creo que es necesario hablar de los mecanismo usados por el partido tricolor para quedarse con el poder durante tantos años. Sin duda todos están pensando todos en el fraude electoral, pero también está el corporativismo del que ya hable y la represión de movimientos sociales. Creo yo que los fraudes electorales más importantes fueron los de 1940 y 1988 en los que aparecieron opositores capaces de poner en aprietos al régimen. En ambos caso el fraude se cometió de forma escandalosa, pero, al menos en el primero, el reclamo fue bastante pobre. El PRI siempre se valió de grupos de choque, acarreos a mítines de sus candidatos, coacción del voto, voto de los muertos y a cambiar las urnas para ganar siempre. Los grupos de choque siempre han sido utilizados por el PRI cuando los resultados de la democracia no iban por el “camino correcto”. En cuanto a la represión de movimientos sociales creo que los más importantes fueron el de los ferrocarrileros en 1958, el de los estudiantes en 1968 y el de los normalistas en 1971. El primero de ellos tiene que ver con las condiciones laborales, el segundo con una pelea en un partido de futbol con la entrada a la cárcel de varios alumnos y el tercero por la democratización del país. Aunque no podría apoyar los dos primeros, temo que no es el modo de resolver las cosas en cualquier parte. Después se inició la llamada Guerra Sucia, consistente en la represión brutal de las guerrillas que surgieron en la década de los ’70. De ningún modo voy a justificar ninguna de ellas, pues algunas como la Liga 23 de Septiembre se dedicaban al secuestro y a asaltar bancos y todas ellas buscaban el derrocamiento del gobierno mediante un golpe de Estado. Pero en mi opinión el gobierno también tuvo una actuación cuestionable pues en lugar de llevar a la cárcel a los líderes guerrilleros los desaparecían o mataban. Como quiera que sea, el PRI fue una dictadura con todas sus letras, lo preocupante hoy día es que hay partidos que se esfuerzan en copiar todos sus vicios.       

domingo, 11 de junio de 2017

El Maximato


Un tema del que no he hablado desde que inicie el blog es acerca de los inicios de la Dictadura Perfecta, bautizada así por el escritor peruano Mario Vargas Llosa. Esta creo que tiene un principio en algunos eventos vergonzosos durante el siglo XX y la Revolución Mexicana. El personaje central de este periodo histórico fue el general Plutarco Elías Calles, un oficial veterano de las tropas de Álvaro Obregón que fundó el Partido Nacional Revolucionario, antecedente del moderno PRI, con la intención oculta de detentar el poder detrás del trono. Los fraudes electorales, el magnicidio, la corrupción, el nepotismo y otras cosas por el estilo fueron comunes en aquella época. Desde luego que el Maximato representa una traición a las ideas democráticas de Madero puesto que es cuando se consolida en nuestro país la cultura del tapado en la elección del candidato presidencial que fue común todo el siglo pasado desde la fundación del tricolor y hasta el sexenio de Carlos Salinas de Gortari.
El primer punto que se debe tocar en mi opinión es el de la manera en que los sonorenses se hicieron con el poder. Esta táctica fue el asesinato político, empezando con el de Venustiano Carranza, el maestro político de Calles. La razón fue la imposición de Luis Bonillas como candidato a la presidencia y marginar a Obregón para la misma. Entonces, este último se levantó en armas contra Carranza mediante el Plan de Agua Prieta en mayo de 1920. El resto de la historia ya lo conocen: Carranza intentó huir para Veracruz, habían volado la vía y tuvieron que continuar a caballo y fue ultimado en el poblado de Tlaxcalantongo, Puebla la madrugada del 20 de mayo e inventaron que lo habían asaltado unos bandoleros. Cuatro años después, Obregón hizo lo mismo que intentó hacer Carranza: imponer un candidato a la presidencia en contra de los deseos de sus oficiales como Buelna y Maycotte. Fue cuando la Rebelión Delahuertista y los oficiales en sí fueron fusilados y al poder ascendió Plutarco Elías Calles. Adolfo de la Huerta tuvo que salir al exilio después de este episodio. Sin embargo, cuatro años después Obregón quebrantó el principio fundamental de la Revolución: Sufragio Efectivo, no Reelección. Y por esto en una comida celebrada después de su triunfo los diputados de Guanajuato lo ultimaron y le echaron la culpa por el crimen a León Toral. En diciembre de ese mismo año se proclama el manifiesto del programa del Partido Nacional Revolucionario en el que se invitaba a todos los movimientos de corte revolucionario a sumarse al proyecto. Este tenía por objeto desactivar la amenaza de rebeliones como la de Adolfo de la Huerta en 1924 o la de Serrano en 1928.
El 1° de diciembre de 1928 Calles rindió su último informe de gobierno y habló de la falta de caudillos y “el país ahora sí transitará por el camino de las instituciones”. Al terminar su discurso uno de los diputados lo señaló con el dedo y le gritó farsante. Esa persona en particular no estaba equivocada, pues Calles puso a sus subordinados en el poder. Esto se demostró al año siguiente con el fraude electoral cometido en contra de Vasconcelos y a favor de Pascual Ortiz Rubio. Desde el principio Calles demostró ser el poder detrás del trono, ya que cuando las cosas se salían del huacal hizo renunciar a los miembros del gabinete, que eran callistas de hueso colorado. Abelardo L. Rodríguez tomó el relevo de Ortiz Rubio y así siguió la misma dinámica. El chiste de la época: el presidente vive ahí, pero el que manda vive enfrente. Esto era porque en aquel entonces el presidente vivía en el Castillo de Chapultepec y Calles en la cercana colonia Anzures, en lo que hoy es la delegación Miguel Hidalgo, desde donde se veía el Castillo perfectamente. Sin embargo, Dios no consiente para siempre y Calles cometió el error de postular a la presidencia a Lázaro Cárdenas del Río, quien había sido oficial del su ejército en la Revolución.

Lázaro Cárdenas había sido gobernador de Michoacán y ahí había experimentado con ideas corporativistas para ganar poder que incluso ahogaba a los otros poderes de la unión. Para sacar a Calles del poder, Cárdenas alentó huelgas en diversos sectores de la economía y de ese modo comenzó a hacer a un lado a su mentor político. La Reforma Agraria iba por el mismo sentido ya que tenía pensado crear una organización campesina que ataría al sector al poder presidencial. En 1935 el conflicto entre Calles y Cárdenas estalló de manera abierta cuando el primero hizo la siguiente declaración a “El Universal”: vamos mal, muy mal, vamos para atrás. Entonces Cárdenas tomó dos decisiones muy importantes: pedir la renuncia de los callistas de su gabinete y cesar a Calles del ejército. Finalmente, y a diferencia de los otros jefes revolucionarios, Cárdenas envió a su mentor al exilio del que solo regresaría con Ávila Camacho en el poder. Eso sí, el callismo de ningún modo significó un avance en materias económica, política o social. Es más, se vio marcado por el último conflicto armado de la historia que fue la Guerra Cristera de 1926 a 1929 motivado por el anticlericalismo extremo. Creo que el mayor comecuras de la historia fue un gobernador de Tabasco de nombre Tomás Garrido Canabal que incluso se propuso destruir la Catedral de Villahermosa. Y volviendo al tema, y sin embargo, con la caída de Calles de poder no significó que nuestro país comenzara a transitar por la senda de la democracia, sino al contrario. Lázaro Cárdenas no fue un demócrata al ahogar las decisiones del Congreso y de la Suprema Corte y recurrir al fraude electoral en las elecciones de 1940. Cárdenas ayudó a perpetuar al corporativismo construido por Obregón y Calles y que convirtió al PRI en la máquina imbatible que fue durante el siglo pasado. La verdad el callismo y el cardenismo son ideas de las que deberíamos avergonzarnos ya que son parte de lo que nos tiene en el subdesarrollo político y económico.  

viernes, 9 de junio de 2017

Siglo de inestabilidad política

Uno de los motivos que me llevaron a empezar a estudiar la historia de nuestro país es la horrenda realidad actual que nos atormenta. Esto es una pregunta muy válida dado que hemos tenido bastante inestabilidad política. Esto fue notorio prácticamente todo el siglo antepasado y para verlo basta con revisar la cantidad de gobierno que hubo en dicha época, los golpes de estado y el grado de desarrollo económico y social de la época. Y la verdad es que sería buen preguntarse si en los tiempos modernos no estamos por repetir los mismos errores del pasado. Esto es porque nos han vendido que la monarquía es lo peor que se ha inventado en la historia de la humanidad y la república es lo máximo, aunque muchos de nuestros gobernantes republicanos se compartan como verdaderos monarcas. Además de todo tenemos que ver que México no desciende de tradiciones republicanas ni democráticas y eso explicaría en parte los acontecimientos que voy a relatar.
En primer lugar tenemos que en el momento de nuestra independencia el 98% de la población era analfabeta, cosa que podemos agradecer a la Iglesia Católica, que era la encargada del sistema educativo durante la Colonia. En segundo lugar, nuestro país no tiene tradición republicana porque las culturas de las que venimos, la indígena y la española, no eran repúblicas democráticas, sino una aristocracia y una monarquía absoluta, respectivamente. Con todo esto pues era lógico que algunos personajes llevaron al trono a Agustín de Iturbide con el beneplácito del pueblo mexicano. Esto es algo totalmente contrario a lo que se vende en los libros de historia oficial puesto que la república es el mejor invento aun cuando sabemos que en nuestro caso no ha sido así. Nuestros problemas como nación comenzaron en el momento en el que un coronel de nombre Antonio López de Santa Anna declaro la república en 1823 y desconociendo a Agustín de Iturbide como emperador. Creo que este fue el momento en el que comenzaron nuestras desgracias, y el que incitó a Santa Anna a llevar a cabo este chistecito fue un norteamericano de nombre Joel R. Poinsett. Aun con la promulgación de la Constitución de 1824 (copia fidedigna de la de Estados Unidos) los presidentes no han dejado de comportarse como monarcas absolutos hasta bien entrado el siglo XX. Lo mismo ocurrió con las de 1857 y 1917 y basta con ver la historia reciente para ver que no estoy mintiendo.
Para ver esto más claramente hay que ver la actitud de un caudillo bastante peculiar y creo que fue el primer populista de la historia y el segundo personaje más odiado de la historia: Santa Anna. Santa Anna era un tipo bastante vanidoso que soñaba con convertirse en el Napoleón mexicano y en todo momento buscaba emularlo. Sin embargo, me temo que Santa Anna, aunque buen estratega, su vanidad le impidió ser un gran político y estadista como el Corzo. Santa Anna también estuvo envuelto en algunos golpes de Estado cometidos en aquellos años, y de hecho una que otra vez llegó a la presidencia por ellos. Sus torpezas hicieron que perdiera la campaña contra los texanos en 1836 ya que se echó a dormir una siesta cerca de una fortaleza del enemigo que finalmente lo capturó. Gracias a sus intrigas con los norteamericanos y a la maleficencia de las logias masónicas se perdió la mitad del territorio en 1847. Y aun así me sorprende que liberales y conservadores lo llamaran muchas veces para hacerse cargo del gobierno. No fue sino hasta 1854 cuando Juan Álvarez, un antiguo oficial insurgente y cacique de Guerrero se levantó en armas cuando para arrojar a Santa Anna del poder definitivamente. Solo agregó que Santa Anna fue el que mandó componer el himno nacional y era tan vanidoso que incluía estrofas sobre él.

Finalmente creo que el momento cumbre de la inestabilidad política fue durante la Guerra de Reforma y la Intervención Francesa. La manzana de la discordia fue la promulgación de la Constitución de 1857 en el que se ponían bastantes limitaciones al poder de la Iglesia Católica al separarla de los asuntos del Estado. Los masones eran los artífices de dicho documento y de las Leyes de Reforma. Todo esto llevó a una guerra civil en la que al principio iban ganando los conservadores pero esta tendencia se revirtió cuando el gobierno norteamericano empezó a apoyar a los conservadores. Esto llevó a la derrota de los conservadores en la batalla de Calpulalpan en 1861. Claro que siguieron con una guerra de guerrillas y fueron a pedir ayuda a los franceses. Fue cuando se inició la Intervención y desde luego que fue por esta época en la que se le ofreció la corona mexicana a Maximiliano y Carlota para la desdicha de los liberales y los norteamericanos. Algo es cierto, yo tengo simpatía por los conservadores y los imperialistas debido a la falta de patriotismo de los liberales. Además, Maximiliano pidió una consulta popular para tomar el trono. En cambio, Juárez después del triunfo de la república, siempre busco la manera de obtener poderes extraordinarios para gobernar como monarca absoluto. Algo que también he de mencionar es que la estabilidad solo llegó cuando las dictaduras llegaron, siendo la de Díaz y la del PRI las más importantes. Esto es triste porque con los conflictos del siglo XIX y la Revolución Mexicana fueron provocados por la falta de sucesión gubernamental. Con todo esto queda claro que todas nuestras desgracias fueron causadas por un sistema político desconocido para nosotros y por las ambiciones de unos cuantos.