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jueves, 16 de noviembre de 2017

Francisco Javier Mina

Uno de los personajes más famosos de nuestra historia fue sin duda el guerrillero español Francisco Javier Mina. La mayoría de mis compatriotas estoy seguro de que no saben algo acerca de este personaje ya que la lucha por la independencia de nuestro país acapara reflectores para Hidalgo, Morelos y Guerrero. En realidad hay aspectos de la vida de Mina que son desconocidos para la mayoría de los mexicanos pues en los libros de historia oficial apenas si hablan de su vida y obra. Con motivo del centenario de su muerte, ocurrida el 11 de noviembre de 1817 en el poblado de Cueráramo en el actual estado de Guanajuato, he decidido dedicar una entrada a la vida de este héroe de la independencia y daré a conocer detalles poco conocidos de su vida. Es bastante complejo hablar de Mina, pues de pelear en España a favor del rey Fernando VII en contra de la ocupación de Napoleón pasó a ser uno de los mayores traidores a la corona española por su intentona de liberar a la Nueva España del dominio de la metrópoli.
Mina nació en Otano, en la actual comunidad autónoma de Navarra, España, el 1 de julio de 1789. Entre otras cosas, fue enviado a estudiar a Pamplona a la edad de 11 años. A los 18 entra a estudiar derecho en la Universidad de Zaragoza. Con los sucesos del 2 de mayo de 1808, que fueron parte de la invasión napoleónica, regresó a Pamplona donde se puso a las órdenes del corones Aréizaga en contra de la ocupación francesa. En esos años hizo uso de sus talentos innatos para la guerrilla y no en pocas ocasiones pusieron de cabeza a las tropas de Napoleón, que no estaban familiarizadas con esta forma de combate. Sin embargo, y al igual que muchos de sus compatriotas, es evidente que no sabían qué clase de gobernante era el rey Fernando VII, característica que compartía con los insurgentes de la Nueva España. Después de muchos éxitos militares, fue capturado cerca de Pamplona por tropas francesas y conducido a Burdeos para ser interrogado. Sin embargo, gracias a la primera caída de Napoleón y a la intercesión hecha por Luis XVIII a los prisioneros del Corzo, fue liberado. Algún tiempo estuvo inactivo, pero poco después se embarcó rumbo a Londres donde comenzaría una nueva etapa como guerrillero en la Nueva España.
La razón por la que se embarcó hacía a territorio novohispano fue que en Londres había conocido a Fray Servando Teresa de Mier que lo convenció de luchar del lado de la causa insurgente. Sin embargo, no se embarcó directamente a la Nueva España sino que primero se dirigió a Estados Unidos que recién había obtenido obtenida su independencia. Llegó a Norfolk, Virginia en marzo de 1816. En septiembre finalmente pudo armar su cuadrilla y se embarcó en Baltimore, Maryland rumbo a Puerto Príncipe. De ahí se fue a Galveston y de ahí Nueva Orleans donde pasa algún tiempo. En marzo de 1817 finalmente se embarcó rumbo a Soto la Marina en el actual estado de Tamaulipas. Si voy a hace una observación: entre las tropas de mina había ingleses y norteamericanos y es evidente la intervención de las logias masónicas de Nueva Orleans con la causa insurgente. Como resultado de lo anterior algunos de los insurgentes como Guadalupe Victoria veían con recelo a Mina y no solo por ser español sino porque entre sus tropas había ingleses y norteamericanos. El único que le tenía aprecio entre los insurgentes era Pedro Moreno con el que llegó a tener una excelente amistad. El recelo de los insurgentes puede deberse también a la envidia por el talento militar de Mina, la desconfianza hacia sus tropas por su origen o una combinación de ambas.

A pesar de todo lo anterior, la corta participación de Mina en la independencia fue destacada. En junio de 1817 toman plazas muy importantes en la Huasteca y el Bajío. El 6 toma Ciudad del Maíz, el 15 Peotillos, el 19 Real de los Pinos, el 22 se une a una partida insurgente y el 24 entra en el Fuerte del Sombrero, defendido por Pedro Moreno. Aunque en momentos fueron derrotados, pues los soldados que dejó en Soto la Marina fueron vencidos. Debido quizá a la desconfianza de los insurgentes, se pidió a Mina atacar Guanajuato con hombres mexicanos y dejar sus tropas en el Fuerte del Sombrero y quizá por esa misma desconfianza fueron derrotados debido a la indisciplina de los mexicanos. El 1 de agosto el mariscal realista Pascual Liñán ataca el Fuerte del Sombrero, impidiendo a los insurgentes abastecerse de víveres. Sin embargo, logran escapar y tomas San Luis de la Paz, siendo la última victoria de Mina en la Nueva España. Después de esto, se refugiaron en el rancho “El Venadito” donde fueron sorprendidos por Liñán y sus tropas por la noche. En el combate muere Pedro Moreno y mina es capturado. Al día siguiente, Mina es conducido a Silao. El virrey de la Nueva España, Juan Ruiz de Apodaca, es premiado con el título de “El conde de Venadito”. Días después, el 11 de noviembre, Mina es conducido al fuerte de los Remedios, cerca de Pénjamo, donde finalmente fue fusilado por traición a la corona. La participación de Mina fue sin duda muy corta, sin embargo, fue importante para evitar la extinción del movimiento insurgente entonces decadente.   

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