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jueves, 6 de julio de 2017

Siglo de caudillos

Este es la primera obra de la “Trilogía de la historia de México” de Enrique Krauze en orden cronológico y la segunda en ser publicada. Enrique Krauze terminó de escribirla en octubre de 1993 y fue publicada al año siguiente. “Siglo de caudillos” es la compilación de las biografías de los personajes centrales del siglo XIX iniciando con el cura Miguel Hidalgo y Costilla hasta Porfirio Díaz. Además de los personajes ya citados están José María Morelos, Agustín de Iturbide, Antonio López de Santa Anna, Vicente Guerrero, Lucas Alamán, José María Luis Mora, Benito Juárez, Maximiliano y Carlota. Los periodos que abarca son la Independencia, el Primer Imperio, la instauración de la república, la Intervención norteamericana, la Guerra de Reforma, la Intervención francesa, la República Restaurada y el Porfiriato. Casi la totalidad son conflictos debido a que el siglo antepasado fue bastante convulso desde el inicio de la guerra de Independencia y se consolidaron los conflictos con la caída del Primer Imperio hasta que se interrumpieron con la llegada de Porfirio Díaz al poder.
En la primera parte, Krauze empieza hablando de lo que el llama la “historia de bronce” por ser nuestra historia una de héroes y villanos. Continúa con el origen de la historia oficial que tuvo lugar con las fiestas del Centenario de la Independencia en el lejano 1910. Cabe mencionar que el creador de la historia de bronce, don Porfirio, le pasó lo que a Robes Pierre en la Revolución Francesa: fue víctima de su propia creación al convertirse en el villano principal de la historia oficial para justificar otra dictadura.
En la segunda parte, Krauze hace un análisis concienzudo de Hidalgo, Morelos e Iturbide que fueron personajes centrales en la Independencia. No oculta los crímenes del cura Hidalgo al hacer evidente las matanzas en Guanajuato o la vergonzosa derrota en Puente de Calderón. Tampoco se oculta el hecho de que los desatinos del Padre de la Patria causaron desacuerdos entre este y Allende, y este último terminó delatando los delitos del cura de Dolores durante sus juicios en Chihuahua. En el siguiente capítulo habla del cura Morelos y sus desacuerdos con el Congreso de Apatzingán que finalmente lo llevaron a ser capturado y fusilado. Además, se menciona que si no es recordado como un caudillo de mayor importancia fue porque su hijo, Juan Nepomuceno Almonte apoyó al bando conservador durante la Reforma y al imperialista en la Intervención Francesa. El siguiente episodio tiene que ver con el efímero Primer Imperio encabezado por Agustín de Iturbide que fue segado por la ambición de los norteamericanos y republicanos que hundieron al país en una serie de conflictos por su ambición de poder.  
En el siguiente apartado se tratan los temas que tienen que ver con la convulsa república y algunos de sus representantes. Uno de los representantes más importantes de ese periodo fue uno de los personajes más odiados: Antonio López de Santa Anna, que en su tiempo fue considerado el “Caudillo Indispensable” tanto por los liberales como por los conservadores. Aquí se muestra que el defecto de vanagloriarse a sí mismo fue lo que llevó a Santa Anna a su derrota en la Independencia de Texas y la Intervención norteamericana. También se menciona que la falta de unión de los mexicanos tuvo que ver mucho en ambos conflictos. El defecto de Santa Anna de ser jugador y el poner impuesto a perros, puertas y ventanas fue sin duda lo que ocasionó su caída con el Plan de Ayutla encabezado por Juan Álvarez. En este apartado también se habla de los ideólogos más importantes del liberalismo y el conservadurismo: José María Luis Mora y Lucas Alamán, respectivamente. Ambos colaboraron en mayor o menor medida con Santa Anna. Las ideas de ambos sirvieron para la siguiente generación que se enfrentó en una guerra civil y una intervención extranjera.
En la siguiente sección se trata de la Reforma en la que se enfrentaron los hijos ideológicos de Mora y Alamán: liberales y conservadores, respectivamente. El personaje central de la trama fue Benito Juárez como el que llevó a cabo buena parte de lo que se describe. La manzana de la discordia fueron las Leyes de Reforma y la Constitución de 1857 que no fueron aceptadas por las autoridades eclesiásticas por lesionar sus negocios. Además de todo, temo decir que ambos bandos fueron muy sanguinarios. Algo que desconcierta a Krauze es el hecho de que Juárez y Ocampo hicieran un tratado sobre la cesión de derecho de paso a perpetuidad a los norteamericanos por varios caminos y la posibilidad de que sus tropas puedan ocupar nuestro país sin permiso de las autoridades. El siguiente episodio es el Segundo Imperio que Krauze trata como engaño por parte de conservadores y el emperador de Francia, Napoleón III. Para finalizar, Krauze habla de la República Restaurada y de cómo Juárez hizo hasta lo imposible por mantenerse en el poder incluso echando mano del fraude electoral y hacerse valer de poderes extraordinarios del congreso para gobernar sin estrobos.

Para finalizar la obra, Enrique Krauze habla brevemente de Porfirio Díaz y de sus logros militares previos a su paso por la presidencia. Continúa diciendo como fue que se enfrentó a Juárez primero y fue derrotado para después levantarse contra Sebastián Lerdo de Tejada por la amada silla. Al igual en que Biografía del poder, Krauze hace un balance de lo positivo y lo negativo de su gobierno en lo político, lo material y lo social. Y para finalizar esta parte y el libro habla de la Revolución maderista que en términos muy simples fue provocada por el mismo Díaz con las declaraciones al periodista norteamericano James Creelman de que México ya estaba maduro para la democracia. Para finalizar, el autor lamenta que el presidente Díaz este desprestigiado y sus restos descansen en el cementerio de Montparnasse en París, en el exilio permanente.    

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