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lunes, 28 de agosto de 2017

La funesta herencia de la Revolución

En los libros de historia oficial siempre se habla de los supuestos beneficios que han adquirido los mexicanos gracias a la Revolución Mexicana. Me disculparan, pero yo tengo mis reservas al respecto. Creo yo que para la gran mayoría de los mexicanos que se siguen tragando lo cuento de que el movimiento armado de 1910-1920 ayudó a la mayor parte de la población a salir adelante. Temo decir que la Revolución Mexicana solo fue una serie de luchas por el poder que al final no llevaron a los mejores líderes a la cúspide sino a una serie de bon vivants que se dedicaron a satisfacer sus intereses personales. Yo sí puede entender que la lucha de Francisco I. Madero era sincera, sin embargo, abrió la puerta al infierno pues en este país desde siempre ha tenido problemas en la transmisión del poder y prueba de ello son todas las rebeliones armadas y golpes de estado hasta bien entrado en siglo XX y tal parece que se nos olvida, o de plano no sabemos, todo lo que estoy planteando. Para legitimarse la elite ganadora de la Revolución recurrió a varios mecanismos que describiré a continuación.
Creo que primero tengo que hablar del asesinato para dar una dimensión real de las luchas por el poder durante la Revolución. La mayoría de la gente no sabe que los caudillos se mataron unos a otro por el poder, pero no para ayudar a la población para la que Porfirio Díaz no tuvo ojos, sino para su beneficio personal. Huerta asesinó a Madero, Carranza mató a Zapata, Obregón quitó de en medio al Primer Jefe, Calles mató al Manco de Celaya y a Calles Lázaro Cárdenas lo envío al exilio. Entonces tenemos una serie de traiciones para obtener el poder por el poder, algo que no nos dijeron en la escuela para un régimen establecido con esas bases es tendiente a la tiranía y claro que tenían que justificarlo demonizando a Porfirio Díaz. Esto es algo que debemos tomar en cuenta, pues durante el siglo XIX este tipo de luchas intestinas fueron la constante. La mayoría de los políticos se han hecho ricos a nuestras costillas y dándonos atole con el dedo para poder medrar a mansalva política y económicamente durante bastante tiempo. Durante la Revolución y con el régimen surgido de ella únicamente se vieron políticos que veían el poder como un patrimonio personal y cuando lo pierden dicen que no se obtuvo por medios legítimos. Todo esto llega a cotas inimaginables en la época actual y basta con ver a nuestro alrededor.
Digo que el régimen de la Revolución fue destructivo porque únicamente acabó con los logros de Porfirio Díaz y de ahí el mediocre desempeño económico en nuestro país. ¿Qué ha pasado con los ferrocarriles, el petróleo, la industria, el campo y otros sectores? Muchos están en agonía y, en el caso de los ferrocarriles, otro poco y desaparecen, mientras que la nacionalización de los hidrocarburos ha hecho que tengamos que importar casi la mitad de los combustibles que se consumen en el país. La reforma agraria fue pura demagogia pues hizo del campo poco rentable al no dar certeza jurídica sobre la tierra además de extensiones irrisorias, además se hizo con objetivos políticos pero no económicos. Es cierto que el régimen porfirista no era perfecto, pero sí perfectible. En el tiempo de Porfirio Díaz no había cabida para una agenda de corte social, y esto era común en Francia, Inglaterra, Alemania y otros países durante la “Belle Epoque”. Si Madero en lugar de satisfacer sus ansias de poder hubiese propuesto hacer reformas sociales en lugar de iniciar una serie de luchas fratricidas, otro gallo nos cantaría. No, en lugar de eso los gobiernos siguientes se dedicaron a destruir la riqueza nacional y a saquear al país a manos llenas. Y en un país donde la mitad de la población está en situación de pobreza deberíamos replantearnos los supuestos beneficios de la Revolución, pues no se ha hecho justicia no ha llevado a los mejores a los cargos públicos sino al contrario.
Otro aspecto que ha sido parte del saqueo nacional y tiene contra las cuerdas la economía mexicana son los sindicatos y otras organizaciones populares. Ellos han sido responsables de la quiebra de empresas como Luz y Fuerza del Centro, Mexicana de Aviación, PEMEX y otras tantas más. Con esto no quiero decir que estoy en contra de la existencia de los sindicatos sino de los lineamientos que los rigen al día de hoy. Algo de lo que también estoy convencido de que lo mismo es con las centrales campesinas que tienen el mismo propósito de aglutinar al sector rural al partido tricolor sin que estoy haya ayudado a este grupo a mejorar su situación. Todas estas organizaciones populares son parte del saqueo del que ha sido víctima nuestra nación durante el siglo pasado y en lo que va de este. Líderes como Napoleón Gómez Sada, Fidel Velázquez, Elba Esther Gordillo y otros bribones han convertido a sus gremios en botines monetarios y políticos. Ejemplo es que también tenemos un sistema educativo mediocre al tratar a los profesores como una casta privilegiada (al igual que otros trabajadores sindicalizados) gracias a la compra, venta y herencia de plazas. Esto puede trasladarse fácilmente a otros sindicatos pues estas prácticas son bastante comunes. También obtuvieron prestaciones que a la larga quebraron a las empresas en las que los agremiados trabajaban.

Con todo esto temo decir que la Revolución y su régimen han traído más cosas malas que buenas al país pero la gente no lo quiere reconocer. Los beneficiarios de la Revolución forman parte de una elite privilegiada con todo y el resto de los mexicanos apenas subsisten. Lo peor del caso es que los opositores a este régimen defienden aún más los mitos creados por este que los militantes del PRI, por lo que en serio deberíamos replantearnos lo que se considera como un dogma por la sociedad.  

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