Buscar este blog

lunes, 22 de enero de 2018

La decadencia del régimen del PRI

En los difíciles tiempos que corren en la actualidad no nos detenemos a analizar que la historia de nuestro país tiende a repetirse. En parte por la visión maniquea que nos vendieron en la escuela y en parte porque la población no tiene la curiosidad de averiguar lo ocurrido en el pasado. Esto se le puede atribuir al régimen del Partido Revolucionario Institucional que fue bautizado por el escritor peruano Mario Vargas Llosa como la dictadura perfecta porque fue la única dictadura partidista del continente y deberíamos analizar cuáles fueron las causas de su decadencia y caída en el marco de las elecciones de este año. Entre malas decisiones, corrupción y políticas demagógicas fueron las causas que llevaron a su perdición al alguna vez poderoso tricolor. Muchos factores fueron los que llevaron al PRI a su decadencia y caída, pero voy a tratar los que considero más importantes.
El punto de quiebre del sistema fue sin duda el movimiento estudiantil de 1968 ya que llevó a muchas personas a desconfiar el PRI. Debido a esto a Gustavo Díaz Ordaz se le quemaron los posibles sucesores y esto lo llevó a postular a Luis Echeverría para el siguiente sexenio. Para la desdicha de Díaz Ordaz, Echeverría era un político hiperactivo y muy hablador que para recuperar la confianza del electorado puso en marcha medidas demagógicas consistentes en nacionalización de empresas, créditos baratos para todo, sustitución de importaciones y aumento de la oferta educativa sin tomar en cuenta calidad. Además, trató de limar asperezas con los estudiantes pero organizó otra matanza en el Casco de Santo Tomás y la Normal de San Cosme el 10 de junio de 1971. Persiguió a los guerrilleros más importantes de la década de los 70 fuera de un orden legal, la llamada “Guerra Sucia” que se prolongaría hasta la siguiente administración. El excesivo gasto público hizo que se empezara a pedir dinero prestado sobre el petróleo y una dependencia excesiva del recurso natural. A esto hay que agregar que las empresas expropiadas era ineficientes por la inamovilidad de sus trabajadores y la imposibilidad de producir productos y servicios de manera rentable. Por las restricciones a las importaciones y los controles de precios a causa de la inflación hubo persistente escasez de ciertos productos. En el sexenio de José López Portillo terminó por explotar la bomba en 1982 culminando con la nacionalización de la banca y ese fue el principio de la realidad actual.
En la administración de Miguel de la Madrid fue cuando se dio el golpe al timón hacia el llamado “neoliberalismo”. Pero en el fondo las prácticas fueron las mismas pues con las privatizaciones se beneficiaron a personas cercanas al gobierno. El bajo crecimiento económico fue patente en este sexenio ya que se había heredado de las anteriores administraciones una crisis económica producto de la demagogia. En esta época fue cuando se empezaron a gestar los primeros movimientos por la democracia. En los terrenos políticos se dan algunos de los más importantes fraudes electorales en la historia de nuestro país siendo el primero de ellos a nivel local como el ocurrido en Chihuahua en 1986. A pesar de esto, el presidente tiene su tapado y crea la “pasarela” para para aparentar democracia dentro del PRI. Para entonces la disciplina ya se había perdido en el partido y se dio la escisión de Cuauhtémoc Cárdenas para contender por la presidencia en contra del candidato del PRI, Carlos Salinas de Gortari. El día de las elecciones se vio que el candidato oficial casi no obtuvo votos y la respuesta fue tirar el sistema de conteo de votos para dar ventaja a Salinas. El arquitecto del fraude fue el secretario de gobernación en turno, Manuel Bartlett Díaz, que fue premiado con el cargo de gobernador de Puebla en 1993. Lo que sí es seguro es que nunca sabremos quién fue el ganador de las elecciones de 1988.

Del sexenio de Salinas solo el primer año y el último son los importantes para entender su papel en la decadencia de su partido. En su gobierno tuvo que encarcelar al corrupto líder petrolero Joaquín Hernández Galicia “la Quina” para consolidarse y en venganza por haber apoyado la candidatura de Cárdenas. En 1992, en la cumbre de su poder, se firma el controvertido Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos y Canadá. En 1993 su gobierno empieza a desmoronarse pues en mayo de ese año asesinan en el aeropuerto de Guadalajara al cardenal Juan Jesús Posadas Ocampo en lo que parece ser un ajuste de cuentas del crimen organizado. El 1 de enero de 1994 se levante en armas el Ejército Zapatista de Liberación Nacional asaltando el cuartel militar en San Cristóbal de las Casas, Chiapas. El 23 de marzo de ese año asesinan en Tijuana, Baja California a Luis Donaldo Colosio, candidato del PRI a la presidencia de la república. El 28 de septiembre de 1994 asesinan en la Ciudad de México a José Francisco Ruiz Massieu, ex cuñado del presidente Salinas y secretario general del PRI después de asistir a un evento con diputados federales de su partido. El 1 de diciembre de ese mismo año Ernesto Zedillo llega a la amada silla presidencial y a los pocos días estalla una de las crisis económicas más graves de nuestro país producto de algunas malas decisiones económicas de Salinas. A Zedillo le tocó entregar el poder a la oposición en 2000 al notarse el desgaste de su partido. Aun así, su gobierno no estuvo exento de algunos problemas como la matanza de Aguas Blancas, Guerrero el 28 de junio de 1995, la de Acteal, Chiapas, el 22 de diciembre de 1997 y el FOBAPROA, producto del rescate bancario resultado de la crisis económica de 1994-1995. Lo que me parece increíble es que poca gente lo recuerde todo esto.  

No hay comentarios.:

Publicar un comentario