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domingo, 26 de noviembre de 2017

Consecuencias de la Revolución

Muchas cosas se han dicho acerca de la Revolución y sus consecuencias en la vida nacional. En realidad temo decir que las consecuencias fueron a la larga más dañinas que benéficas aunque durante décadas se hizo creer lo contrario a la población. El régimen resultante de una década de guerras civiles y luchas por el poder tenía que justificarse de algún modo. Y lo hicieron tan bien que aun hoy en día se puede ver la defensa a ultranza de los supuestos beneficios del régimen, aunque el partido que lo encarnó es el más odiado del país, pero la gente no puede dejar atrás dichas taras históricas. Esto habla del adoctrinamiento del régimen en el que al parecer todavía se defienden los principios del régimen a pesar de que la evidencia muestra fallas de origen y por eso no funciona. El desconocimiento histórico y la falta de interese por adquirir los conocimientos hacen extremadamente difícil sino que virtualmente imposible romper con ellos.
Para dimensionar el problema es necesario analizar cómo se formaron los monstruos que encarnó el régimen para obtener el control. El primero de ellos es el sindicalismo que lo único que hizo fue dañar la economía de modo bastante grave y no ayudó a mejorar la condición de la mayoría de los trabajadores. Este se formó inmediatamente después de la victoria de los sonorenses, siendo que esto sucedió de la mano de Álvaro Obregón. En 1913, Obregón hace un pacto con la Casa del Obrero Mundial con lo que se formaron los batallones rojos que no fueron del todo agradables para el Primer Jefe. Una vez que Obregón estuvo en el poder, les dio a los sindicatos manga ancha para operar con impunidad. Así, los líderes sindicales pudieron enriquecerse escandalosamente, acceder a cargos públicos y todo con impunidad absoluta. Para poner en cintura a los opositores se incluyó una cláusula de exclusión para que no solo fueran expulsados del sindicato sino que fueran despedidos de su trabajo. Esto se consolidó durante el gobierno de Lázaro Cárdenas porque fue el que ató definitivamente a los sindicatos al poder presidencial. Esto los dotó de un poder inmenso que los ayudó a obtener prestaciones exageradas a cambio de apoyo electoral al partido oficial. Sin embargo, esto también contribuyó a destruir empresas además de contribuir a su ineficiencia como lo recordaran los mexicanos mayores. Además, muchos trabajadores de las empresas dedicadas a su extracción obtuvieron privilegios inaceptables que con el tiempo las dañaron de forma irremediable. Aunque los trabajadores en general siguieron en muchos casos teniendo condiciones de trabajo miserables mientras una casta privilegiada era la que obtenía los beneficios. Además, muchos sindicatos, gremios empresariales obtuvieron un poder para chantajear al gobierno: un tiempo fueron los ferrocarrileros, después los maestros y un número significativos de políticos cedieron a dichas presiones. Además de los sindicatos, gremios empresariales, centrales campesinas y otros grupos del llamado “sector popular”  son parte de ese saqueo del que ha sido víctima nuestro país durante largo tiempo.
El segundo gran fracaso de la Revolución fue la Reforma Agraria, tema del cual ya se ha hablado en este espacio con anterioridad. Es cierto que se ha explicado cómo fue que se inició el despojo de tierras durante la Reforma y el Porfiriato. Sin embargo, el modo en el que se hizo la reforma agraria lo único que se logró fue llevar el campo a la ruina. Lázaro Cárdenas la llevó a cabo para consolidar su poder político luego de la expulsión de Calles del país. Lo que hizo Cárdenas fue dividir las tierras de los grandes latifundios a una escala nunca antes vista. La idea era que le tocara un trozo de tierra a cada agricultor y de ese modo colectivizar el trabajo en las zonas rurales. Además de todo, también se creyó que dando créditos sin intermediarios se iba a hacer productivo al campo. De cualquier manera, se equivocó, pues la mayoría de los ejidos (la unidad básica de producción ideada por el gobierno de Cárdenas) empobrecieron a la mayoría de los campesinos de una manera mucho mayor que cuando estaban atados a las haciendas. Esto es una demostración de cómo es que el camino al infierno está lleno de buenas intenciones. Sin embargo, la reforma agraria es considerada como uno de los grandes logros de la Revolución a pesar de que la promesa de mejorar la vida rural en nuestro país no se cumplió. En realidad este es uno de los mayores ejemplos de la demagogia revolucionaria y que a la postre resultaría en el empobrecimiento de la mitad de la población mexicana.
El último tópico que es motivo de controversia es el relativo a la posesión de los recursos naturales consagrado en el polémico artículo 27. Si se analiza bien es evidente que esto no es cierto o que los mexicanos no tienen un mejor nivel de vida. La expropiación petrolera, las concesiones mineras y otras explotaciones de recursos naturales han servido para que un puñado de políticos y empresarios se enriquecieran dilapidándolos de manera escandalosa. De lo que sí podemos tener certeza es que los recursos naturales son del gobierno y de los sindicatos, ya que políticos y líderes sindicales que han hecho una fortuna mal habida. Además, muchos trabajadores de las empresas dedicadas a su extracción obtuvieron privilegios inaceptables que con el tiempo las dañaron de forma irremediable.

Es decir, con lo anterior hay que decirlo: la Revolución solo benefició a unos cuantos, es más, a eso no se le puede llamar revolución. Solo fue una serie de luchas intestinas de diferentes grupos por el poder y que llevó a una élite corrupta al poder únicamente para lucrar con él. En un país con 50 millones de pobres la evidencia es más que clara al mostrar el fracaso de la Revolución. 

lunes, 20 de noviembre de 2017

Preludio a la Revolución

En los años previos a la Revolución ya se empezaba a notar la oposición al régimen porfiriano. Por un lado opositores como los hermanos Flores Magón, los hermanos Serdán y la familia Madero ya hacían campaña para sacar a don Porfirio del poder. Por el otro lado, ya había brotes de insurrección en el país siendo la rebelión de Tomochic y las huelgas de Cananea y Río Blanco los más importantes. Ya se notaban entonces claras señales de desgaste del régimen de Porfirio Díaz, pero tal parece que fueron ignoradas de forma olímpica. El general oaxaqueño se sentía indispensable para la pacificación del país y a la larga este detalle sería su perdición. Sin embargo, nadie notaba de aquella época notaba que el país en poco tiempo se llenaría de sangre, ni siquiera en septiembre de 1910 con las fiestas del Centenario de la Independencia o el paso del cometa Halley en ese mismo año. Y sin embargo, casi dos meses después sería publicado el Plan de San Luis, escrito por Francisco I. Madero para llamar a la rebelión armada en contra de Díaz.
En primer lugar, Madero, como ya se ha hablado en este espacio, estaba influido por las corrientes espiritistas muy de moda entonces. A don Panchito y sus partidarios solo les importaba la cuestión de la sucesión presidencial ya que el presidente Díaz ya estaba viejo. Lo demás venía de las “pláticas” que Madero tenía con los espíritus, lo que se supone sería el origen de la vena redentora del caudillo. Recordemos que la familia Madero se había opuesto a la imposición del gobernador de Coahuila por parte del presidente Díaz y su hombre fuerte en el noreste que era Bernardo Reyes, gobernador de Nuevo León. Esto sucedió dos veces, no solo una. Otro detalle que es importante para entender el periodo previo a la Revolución es que los funcionarios públicos de todos los niveles fueron nombrados con el visto bueno del presidente. Para dar detalle de esto, José Ives Limantour era el más joven del grupo de los “científicos” (así era llamado el grupo partidario de Díaz) tenía poco más de 50 años de edad. Con todo la anterior no es sorprenderse que todos estaban pendientes de la sucesión presidencial, más después de las palabras concedidas por Díaz al periodista norteamericano James Creelman en 1908 en la famosa entrevista. En ella afirmaba que el país ya estaba maduro para la democracia y esto sirvió de pretexto para Madero y otros opositores al régimen para fundar sus propios partidos políticos, aunque ya llevaban bastante tiempo financiando diarios opositores al régimen.
En segundo lugar están las insurrecciones ocurridas antes de 1910 y que son importantes para dimensionar el problema. La primera de ellas fue la Rebelión de Tomochic ocurrida entre diciembre de 1891 y octubre de 1892. En este evento tan desafortunado los pobladores de Tomochic se levantaron en armas en contra del gobierno central por los despojos de tierras y la pérdida de autonomía. Los pobladores se atrincheraron y esto provocó que las tropas federales masacraran a la población. La segunda insurrección ocurre en 1906 siendo esta la huelga de Cananea, Sonora. Básicamente los desencadenantes de la insurrección fueron las condiciones laborales paupérrimas y la discriminación de los patrones en favor de los norteamericanos. Este motivó incluso a que el dueño de la compañía, un norteamericano, llamara a las tropas de su país para poner orden. Entre los huelguistas estaba el Manuel M. Diéguez, que después sería oficial de las tropas de Álvaro Obregón. La huelga de los tejedores de Río Blanco, Veracruz tuvo un origen más trivial: los patrones impedían a los trabajadores recibir visitas en las casas que tenían habilitadas por parte de la compañía. Los resultados fueron los mismos que en Cananea: una represión terrible con los mismos muertos y heridos. Es decir, se estaba cumpliendo lo que profetizó Sebastián Lerdo de Tejada cuando partió al exilio una revolución social iba a tirar al gobierno del general Díaz, aunque no le atinó al tiempo.

Con lo anterior se ve que los ánimos estaban calientes desde años antes del inicio de la Revolución. Antes de esta había una gran cantidad de periódicos que se oponían al régimen. “El Ahuizote”, “Regeneración” y “El hijo del Ahuizote” y otros tantos más sirvieron para hacer crítica al gobierno. Es cierto que el sistema en aquel entonces no era perfecto, sin embargo, sí era perfectible. Madero no midió las consecuencias de sus acciones, es decir, no dudo de sus buenas intenciones, pero soltó un tigre que era difícil sino imposible de controlar. Con sus acciones, Madero lo único que hizo fue revivir los golpes de estado a una escala nunca vista anteriormente. El asesinato se convirtió en una manera de quitar a los enemigos y al final hizo que la corrupción se convirtiera en un mal generalizado. Con lo anterior hay que aclarar que si madero en lugar de buscar la amada silla se hubiese dedicado a promover las reformas de avanzada que se necesitaban en lugar de ensangrentar al país durante más de dos décadas, otra sería la historia. También hay que observar que Porfirio Díaz cometió el grave error de sentirse indispensable para la paz y la estabilidad del país y como todo dictador, se equivocó de manera escandalosa. Como quiera que sea, la Revolución destruyó al régimen que pudo haber transformado a nuestra nación en un país desarrollado. Esto es porque no se debe olvidar que en la época del Porfiriato la agenda social no era algo que fuera tomado en cuenta por el gobierno: basta con ver Francia, Estados Unidos y la Inglaterra Victoriana, y sin embargo muchos de los gobernantes de esos países son vistos con grandeza. Y dado esto, hay que dejar de juzgar los hechos del pasado con los criterios de la época actual.     

jueves, 16 de noviembre de 2017

Francisco Javier Mina

Uno de los personajes más famosos de nuestra historia fue sin duda el guerrillero español Francisco Javier Mina. La mayoría de mis compatriotas estoy seguro de que no saben algo acerca de este personaje ya que la lucha por la independencia de nuestro país acapara reflectores para Hidalgo, Morelos y Guerrero. En realidad hay aspectos de la vida de Mina que son desconocidos para la mayoría de los mexicanos pues en los libros de historia oficial apenas si hablan de su vida y obra. Con motivo del centenario de su muerte, ocurrida el 11 de noviembre de 1817 en el poblado de Cueráramo en el actual estado de Guanajuato, he decidido dedicar una entrada a la vida de este héroe de la independencia y daré a conocer detalles poco conocidos de su vida. Es bastante complejo hablar de Mina, pues de pelear en España a favor del rey Fernando VII en contra de la ocupación de Napoleón pasó a ser uno de los mayores traidores a la corona española por su intentona de liberar a la Nueva España del dominio de la metrópoli.
Mina nació en Otano, en la actual comunidad autónoma de Navarra, España, el 1 de julio de 1789. Entre otras cosas, fue enviado a estudiar a Pamplona a la edad de 11 años. A los 18 entra a estudiar derecho en la Universidad de Zaragoza. Con los sucesos del 2 de mayo de 1808, que fueron parte de la invasión napoleónica, regresó a Pamplona donde se puso a las órdenes del corones Aréizaga en contra de la ocupación francesa. En esos años hizo uso de sus talentos innatos para la guerrilla y no en pocas ocasiones pusieron de cabeza a las tropas de Napoleón, que no estaban familiarizadas con esta forma de combate. Sin embargo, y al igual que muchos de sus compatriotas, es evidente que no sabían qué clase de gobernante era el rey Fernando VII, característica que compartía con los insurgentes de la Nueva España. Después de muchos éxitos militares, fue capturado cerca de Pamplona por tropas francesas y conducido a Burdeos para ser interrogado. Sin embargo, gracias a la primera caída de Napoleón y a la intercesión hecha por Luis XVIII a los prisioneros del Corzo, fue liberado. Algún tiempo estuvo inactivo, pero poco después se embarcó rumbo a Londres donde comenzaría una nueva etapa como guerrillero en la Nueva España.
La razón por la que se embarcó hacía a territorio novohispano fue que en Londres había conocido a Fray Servando Teresa de Mier que lo convenció de luchar del lado de la causa insurgente. Sin embargo, no se embarcó directamente a la Nueva España sino que primero se dirigió a Estados Unidos que recién había obtenido obtenida su independencia. Llegó a Norfolk, Virginia en marzo de 1816. En septiembre finalmente pudo armar su cuadrilla y se embarcó en Baltimore, Maryland rumbo a Puerto Príncipe. De ahí se fue a Galveston y de ahí Nueva Orleans donde pasa algún tiempo. En marzo de 1817 finalmente se embarcó rumbo a Soto la Marina en el actual estado de Tamaulipas. Si voy a hace una observación: entre las tropas de mina había ingleses y norteamericanos y es evidente la intervención de las logias masónicas de Nueva Orleans con la causa insurgente. Como resultado de lo anterior algunos de los insurgentes como Guadalupe Victoria veían con recelo a Mina y no solo por ser español sino porque entre sus tropas había ingleses y norteamericanos. El único que le tenía aprecio entre los insurgentes era Pedro Moreno con el que llegó a tener una excelente amistad. El recelo de los insurgentes puede deberse también a la envidia por el talento militar de Mina, la desconfianza hacia sus tropas por su origen o una combinación de ambas.

A pesar de todo lo anterior, la corta participación de Mina en la independencia fue destacada. En junio de 1817 toman plazas muy importantes en la Huasteca y el Bajío. El 6 toma Ciudad del Maíz, el 15 Peotillos, el 19 Real de los Pinos, el 22 se une a una partida insurgente y el 24 entra en el Fuerte del Sombrero, defendido por Pedro Moreno. Aunque en momentos fueron derrotados, pues los soldados que dejó en Soto la Marina fueron vencidos. Debido quizá a la desconfianza de los insurgentes, se pidió a Mina atacar Guanajuato con hombres mexicanos y dejar sus tropas en el Fuerte del Sombrero y quizá por esa misma desconfianza fueron derrotados debido a la indisciplina de los mexicanos. El 1 de agosto el mariscal realista Pascual Liñán ataca el Fuerte del Sombrero, impidiendo a los insurgentes abastecerse de víveres. Sin embargo, logran escapar y tomas San Luis de la Paz, siendo la última victoria de Mina en la Nueva España. Después de esto, se refugiaron en el rancho “El Venadito” donde fueron sorprendidos por Liñán y sus tropas por la noche. En el combate muere Pedro Moreno y mina es capturado. Al día siguiente, Mina es conducido a Silao. El virrey de la Nueva España, Juan Ruiz de Apodaca, es premiado con el título de “El conde de Venadito”. Días después, el 11 de noviembre, Mina es conducido al fuerte de los Remedios, cerca de Pénjamo, donde finalmente fue fusilado por traición a la corona. La participación de Mina fue sin duda muy corta, sin embargo, fue importante para evitar la extinción del movimiento insurgente entonces decadente.   

jueves, 12 de octubre de 2017

La marginación de los indígenas

La pobreza en la que viven los pueblos originales de nuestro país es indignante y tal parece que a nadie le interesa resolver este problema. He de decir que este es un problema que tiene una complejidad alta y que abarca varios siglos de nuestra historia. Pero también hay que desmantelar mitos y decir algunas verdades dolorosas. Para empezar a abordar el problema de la miseria en la que viven los nativos hay que abordar una perspectiva histórica que no siempre es tomada en cuenta por especialistas en el tema (según dicen). En segundo lugar, tenemos que dimensionar a los indígenas como lo que son antes que nada: seres humanos capaces de pensar, sentir y tomar decisiones sobre sus asuntos, algo que hemos olvidado debido al racismo imperante en nuestro país. Además, hay que decir que el mexicano promedio vive en la incongruencia pues por un lado enaltece a los aztecas y otros pueblos que habitaban el actual territorio mexicano despreciando sus raíces españolas y por el otro se ofende si le gritan indio… vaya incongruencia la que impera en México.
Para empezar hay que decir que la conquista española no es como la pintan, pues en gran medida protegió a los indígenas. Además, la intervención de sacerdotes tales como Fray Bartolomé de las Casas y Vasco de Quiroga fue para evitar el exterminio de los nativos. Y no olvidemos la intervención de Conin en la fundación de Querétaro, que hasta hoy es una de las ciudades más prosperas y de la que el propio Conin fue su primer gobernador. Gracias a esto, se evitó el exterminio de los indígenas y el respeto de sus comunidades hasta la promulgación de las Leyes de Reforma (en un momento hablare de ese punto). Cuando llegó la independencia de nuestro país en 1821 y Agustín de Iturbide fue coronado emperador, los líderes indígenas pasaron a formar parte de la nobleza imperial y se dictaron leyes para la ocupación de tierras que no estuvieran ocupados por grupos autóctonos. Sin embargo, también hay que decirlo, todo esto dio pie a que desde el virreinato los indígenas fueran tratados como menores de edad, actitud que ha prevalecido hasta nuestros días. A pesar de esto, el barón de Humboldt vio nativos que vivían bastante bien según que lo relata en sus diarios en los que documentó su visita a la Nueva España.
Como todos sabemos, el imperio de Iturbide no duró y el principio de la marginación de los indígenas tuvo su origen con la república. Pero la legislación que sentó la base para la marginación de los indígenas fue la Ley de Desamortización de los bienes del clero. Lo que no se dice es que esta ley también ayudó a arrebatarles sus tierras a los pueblos originales pues únicamente reconocía la propiedad privada de la tierra, no reconocía la propiedad de organizaciones civiles, por lo que se afectó la posesión comunal de las tierras indígenas. Esto motivó a algunos grupos de nativos a tomar las armas en contra de los liberales y esto se acentuó durante la Intervención Francesa y el Segundo Imperio. Tomás Mejía, cacique otomí de la Sierra Gorda de Querétaro a tomar las armas a favor del imperio debido a que Maximiliano reconoció la propiedad comunal de las tierras indígenas y abolió la servidumbre por deuda. Esto resulta hasta irónico, pues Benito Juárez es un “héroe” a pesar de haber sentado la marginación de los indígenas y Mejía es un “traidor” por apoyar al que pudo reivindicar a los suyos y fue fusilado junto con Miguel Miramón y el desdichado emperador. Es más al año siguiente del fusilamiento de Maximiliano hubo una matanza terrible de yaquis en Sonora, perpetrada por el ejército federal y por órdenes de Juárez, para arrebatarles sus tierras. Con esto, durante la República Restaurada y el Porfiriato la hacienda creció a expensas de las tierras comunales llevándolas al borde de la extinción. Por eso Emiliano Zapata no podía ver a Juárez ni en pintura.

Después de la Revolución las cosas no han mejorado para las comunidades indígenas ni un poco a pesar de la Reforma Agraria. Aunque también tenemos que verlo: la repartición a diestra y siniestra de tierras sin tomar en cuenta las leyes económicas hicieron que Lázaro Cárdenas realizara el reparto agrario de manera demagógica con tal de afianzar su poder y el de su partido. El resultado fue un empobrecimiento masivo del sector rural, en especial de indígenas. Aunque creo que lo correcto es decir que las condiciones de vida no mejoraron en lo más mínimo. Aunque también hay que decirlo, en el fondo no hemos dejado de hacer lo mismo que Vasco de Quiroga y Bartolomé de las Casas que es tratar a los indígenas como menores de edad en un aparador. Ya en la actualidad hay pueblos indígenas que han podido salir adelante con poca o ninguna intervención como Cherán en Michoacán. Además, hay indígenas que han estudiado en la universidad, tanto en instituciones nacionales como extranjeras, demostrando de este modo que necesitan menos proteccionismo y más que les den las herramientas que necesitan para salir de la horrible condición de pobreza en la que están. Sin embargo, no creo que esto ocurra en el corto plazo, pues los indígenas son una importante clientela electoral además de que muchos grupos y organizaciones no gubernamentales los usan como ejemplos para sacar beneficios además de que a la mayoría de los mexicanos les parece un grupo vulnerable y por eso debemos sobreprotegerlos sin saber que en realidad les estamos haciendo un terrible daño.        

sábado, 7 de octubre de 2017

El Plan de San Luis Potosí

Uno de los documentos más importantes de nuestra historia es el Plan de San Luis de 1910 en el que se convocaba a rebelarse en contra de Porfirio Díaz. el contexto histórico en el que se promulgó dicho documento fue luego de unas elecciones fraudulentas en las que compitieron tanto Madero como Porfirio Díaz. si ahora me cuestiono por qué la Revolución no ha sido benéfica es debido a que después Madero demostró no tener lo necesario para gobernar un país y después llevó a un grupo de mafiosos al poder y estos se encargaron de destruir los logros de don Porfirio para consolidar su poder. Sin embargo, muchos mexicanos debido a que desconocen nuestra historia defienden la Revolución porque “ayudó a tirar a un gobernante que era un tirano y trajo justicia social a los mexicanos”, sin embargo, no hacen más que repetir lo enseñado en la historia oficial a manera de adoctrinamiento del gobierno de la Revolución. Es cierto que el gobierno del general Díaz distaba de ser perfecto, pero tuvo sus logros, así que era perfectible.
La oposición al régimen de Porfirio Díaz comenzó con el siglo XX cuando empezaron a proliferar diarios opositores. Entre las publicaciones destacadas estaba el diario Regeneración de los hermanos Flores Magón, que comenzó a despotricar en contra del régimen en 1903. En ese tiempo existía la oposición al régimen porfirista incluso entre las clases pudientes siendo la familia Madero en Coahuila de los más férreos opositores. Esto a raíz de que Bernardo Reyes, el gobernador de Nuevo León, y en aquel entonces cacique del noreste, había tratado de imponer a dos gobernadores de Coahuila con el visto bueno de don Porfirio. Entre otros personajes, también ejercieron presión contra Reyes los miembros de la familia Carranza, en especial Venustiano que intentó ser gobernador, pero el gran elector nunca estuvo de su parte. Por otra parte, Francisco I. Madero empezó a fundar clubes antirreeleccionistas por todo el estado y había trazado un plan para ascender en la escala política. Lo que habría influido profundamente en su ser para entrar al ámbito político fue el espiritismo del que se hizo devoto en Europa mientras estudiaba en el Liceo de París. Tengo entendido que “fueron” los espíritus los que le “dijeron” a Madero que se involucrara en la política. Cabe mencionar que el espiritismo es una doctrina surgida en Estados Unidos y que fue extendida por los masones en la Belle Epoque, irónicamente al mismo tiempo que se extendía el racionalismo.
El descontento contra Porfirio Díaz se hizo evidente con las huelgas de Cananea y Río Blanco de 1906 y 1907, respectivamente. En ambos casos la dureza con la que reprimieron ambos movimientos fue patente, sin embargo, el descontento de la clase obrera y en la rural (habló de la rebelión de Tomochic en la década anterior a Cananea y Río Blanco) se hacía cada vez más difícil de controlar para el gobierno. Sin embargo, lo que abrió la botella (o la caja de Pandora) fueron las declaraciones que el general Díaz le hizo al periodista norteamericano James Creelman en 1908. En dicha entrevista el general oaxaqueño declaró que México ya estaba maduro para la democracia y que no competiría en las elecciones de 1910. Tal parece que algunos personajes le tomaron la palabra a Díaz y se apresuraron a fundar partidos políticos. Madero fundó el Partido Nacional Antirreeleccionista con el que competiría en los comicios de 1910. Como sabemos, Díaz no cumplió su palabra y encarceló a Madero en 1909. En prisión, el Apóstol de la Democracia escribió su libro titulado “La sucesión presidencial de 1910” en el que criticaba el régimen de Díaz y los abusos que eran tolerados por el gobierno hasta ese momento. A partir de ese momento, Madero inicia su campaña para dar a conocer su proyecto de nación, pero don Porfirio nunca tomó en serio a Madero y hasta minimizó la amenaza que pudiera ser para su régimen.

Díaz tampoco cumplió su promesa de no postularse a la presidencia en 1910 y a partir de entonces comenzó una campaña de desprestigio en contra de Madero. Don Porfirio ordenó a la policía seguir a Madero a todas partes, e incluso en no pocas ocasiones disolvieron con lujo los mítines de este hasta que finalmente fue arrestado en San Luis Potosí poco antes de las elecciones. Obviamente, y mediante fraudes electorales, Díaz ganó la elección. Y Madero de pronto comprendió que el anciano presidente no iba a dejar el poder por las buenas. En octubre de 1910 escapó de prisión, y disfrazado de mecánico del ferrocarril llegó a San Antonio, Texas en donde promulga el Plan de San Luis. En el se desconocen los resultados de las elecciones y llama a la población a levantarse en armas el 20 de noviembre de 1910 en contra del régimen de Porfirio Díaz. la mecha tardó en prender, pero para mayo de 1911 la rebelión había logrado su acción más importante: la toma de Ciudad Juárez, que en aquel entonces no era más que un pueblo polvoriento. Don Porfirio renunció a la presidencia por temor a una intervención de los norteamericanos, que apoyaron a Madero de forma implícita al permitirle comprar armas. Entre lo solicitado era un interinato que debía llamar a elecciones (craso error), con lo que Madero selló su trágico destino. El gobierno maderista ciertamente resultó ser débil y no pudo con el paquete que representa el gobierno mexicano. Incumplió con las promesas que le había hecho a Emiliano Zapata y este se levantó en armas en su contra con el Plan de Ayala, aunado a la rebelión de Pascual Orozco, la prensa de mofaba de él y en las embajadas conspiraban en su contra. Y finalmente el confiar en las personas equivocadas lo llevaron a la muerte, además de abrir la puerta al infierno que vivimos.     

miércoles, 27 de septiembre de 2017

La conspiración de la Profesa

Uno de los episodios menos conocidos de nuestra historia fue la llamada conspiración de la Profesa que influyó mucho en la consumación de la independencia. Para los que no sepan, el evento se llama así por la Iglesia de la Profesa, ubicada en la esquina de Madero e Isabel la Católica en el Centro Histórico de la Ciudad de México, y es en este templo donde se hicieron las reuniones. El objetivo de esta conspiración eran los términos en los que se realizaría la independencia de México con respecto a España. Entre los participantes estaban personajes como Agustín de Iturbide, el párroco de la Profesa de nombre Matías Monteagudo y María Ignacia “la Güera” Rodríguez. También estuvieron otros personajes destacados de la política de aquella época, militares y religiosos. En el contexto histórico estaba el rechazo al liberalismo que se había propagado por toda Europa con la Revolución Francesa y que era contraria a la doctrina católica en auge entonces en tierras novohispanas.
Primero hay que hablar de la Constitución de Cádiz de 1812 y que tenía un corte liberal clásico. Esta desde luego era adversa a la Iglesia Católica pues limitaba sus fueros de manera importante. Además de todo, aumentaba de forma importante la explotación hacia las colonias pues avalaba las Reformas Borbónicas decretadas desde el reinado de Carlos III y que no eran del agrado de los habitantes de las posesiones españolas en ultramar. En parte esto fue lo que motivó la independencia de la Nueva España y además de todo por los azotes que recibían los indígenas cuando no pagaban sus impuestos en tiempo y forma. Además, también tuvo mucho que ver la ocupación francesa en España dirigida por Napoleón Bonaparte a inicios del siglo XIX y que además causó bastante inestabilidad en Europa. Todo esto fue lo que motivó a los conspiradores de Querétaro a tomar acciones por las que están en los libros de historia. Sin embargo, temo decir que tanto el grupo de Querétaro como el de la Profesa cometieron el error de admirar a un idiota como el rey Fernando VII que durante su cautiverio en Francia se dedicó a besarle los pies a Napoleón e incluso el emperador francés encontraba desagradable la conducta del monarca español al grado de afirmar que de haber sabido como era lo habría dejado en el trono del país ibérico.
Creo que también hay que destacar algunos puntos de la historia militar de Iturbide porque hay cosas que a no todo el mundo le quedan claras. El entonces futuro emperador de México había combatido hasta ese momento a los insurgentes pero no por lo que ustedes se imaginan. En otra entrada ya había hablado de los crímenes cometidos durante la primera etapa del movimiento. En esa ocasión mencione que el cura Hidalgo alentaba los saqueos y las matanzas de españoles peninsulares sin mostrar el más mínimo rubor. Todo esto fue denunciado por Ignacio Allende en los juicios de Chihuahua en 1811. Además, el movimiento posterior no fue muy popular que digamos y en el momento en el que Vicente Guerrero tomó el mando este ya no representaba un peligro para el dominio español. Con estos antecedentes, el líder de la conspiración de la Profesa, el padre Monteagudo, deseaba traer a Fernando VII (?), sin embargo, este rechazó la oferta del trono de México junto con los otros Borbón. Y debido a esto se comenzó a pensar en Agustín de Iturbide como monarca de la futura nación independiente. Sin embargo, Monteagudo no quería al capitán en un puesto tan importante. Sin embargo, la Güera Rodríguez, entonces amante de Iturbide (era una mujer de cascos ligeros, por no decir algo peor), usó sus encantos para convencer al padre Monteagudo ya que lo arrinconó en el confesionario e hizo uso de sus encantos femeninos.

Lo que se definió en la conspiración de la Profesa fueron los términos de la emancipación con respecto a España. El primer punto ya lo dije, era convertir a México en una monarquía y traer a un Borbón para ser monarca, pero esto no pudo ser. El segundo punto importante fue el declarar la religión católica como la única tolerada en nuestra nación con lo que los fueros del clero quedaban asegurados. Todo lo anterior en parte, ya lo dije, con el objeto de que la Constitución de Cádiz de 1812, que era de corte liberal, no entrara en vigor en territorio de la Nueva España. El país no quería romper del todo con los ibéricos y de hecho quería seguir teniendo tratos con la Madre Patria. Sin embargo, no todo era gloria, pues once años de guerra habían devastado a la Nueva España considerablemente y no había dinero en caja. Aun así, Iturbide fue a hablar con Vicente Guerrero para darle legalidad al movimiento que este último encabezaba y proclamar el Plan de Iguala. Así pues, se negoció la independencia que finalmente fue firmada el 27 de septiembre de 1821. Sin embargo, la vida independiente de este país nunca ha sido fácil, pero en los primeros años de independencia fue particularmente complicada. Las intrigas de los que ambicionaban el poder no se hicieron esperar y sobre todo de los que querían instaurar la república (los masones más que nadie) y derrocar a Agustín de Iturbide. En parte esto fue gracias a las intrigas de Joel R. Poinsett que por cierto fue el que le dio la brillante idea a Santa Anna de declarar la república dando lugar a una apertura del infierno en nuestro país, pues la rebelión de Santa Anna abrió la puerta a una serie de golpes de Estado que duraron hasta bien entrado el siglo XIX. Además de todo, las divisiones entre los mexicanos datan de esa época y que ha sido nuestra maldición desde entonces. Y para terminar, el fusilamiento del padre de la patria, Iturbide, nos ha costado demasiado caro.  

miércoles, 13 de septiembre de 2017

Miguel Miramón, Niño Héroe

Hay héroes de nuestra historia que han sido borrados por ser personas non gratas para los regímenes de la Reforma y la Revolución. Así, personajes como Porfirio Díaz, que fue el auténtico vencedor de los franceses, o al ya mencionado Miramón. Como ya lo he mencionado en diversas ocasiones, yo no soy fan de las ideas de los conservadores, grupo político al que pertenecía Miramón, pero las acciones de los liberales siempre fueron aún más reprobables en todo sentido. Miramón cometió el pecado de estar en el lado equivocado en dos de los episodios cruciales de nuestra historia (en este caso, la Reforma y la Intervención Francesa) en la que hubo reacomodos  que llevaron a una nueva elite al poder. Sin embargo, el régimen surgido con la Reforma y reafirmado con la Revolución, que en términos simples ha resultado desastroso, y de algún modo tienen que justificar este tipo de desastres así que tienen que poner a los vencidos como lo peor de lo peor, aunque hayan sido más patriotas y por haber tenido una mejor visión de estado sin ambición personal.
Miguel Gregorio de la Luz Atenógenes Miramón y Torelo nació en la Ciudad de México el 29 de septiembre de 1832. A la edad de 15 años ingresa en el Colegio Militar debido a una travesura. A los cuatro meses de entrar a dicha institución se libra la batalla del Castillo de Chapultepec entre el 12 y el 13 de septiembre de 1847. Incluso fue hecho prisionero por los norteamericanos, estando preso hasta febrero de 1848. Esto y la consiguiente pérdida de la mitad del territorio a manos de los norteamericanos quizá fue lo que hizo que se uniera al bando conservador en la década siguiente. Tal vez se dio cuenta se dio cuenta de las intrigas de los masones a favor de los invasores. Los liberales eran en general masones del rito Yorkino en su mayoría formados por las logias de Nueva Orleans (ciudad donde estuvieron exiliados Benito Juárez y Melchor Ocampo) y siempre fueron apoyados por los norteamericanos en los conflictos posteriores de 1846-1848. También estoy convencido de que en los ideales de Miramón influyó el hecho de que era un católico devoto, pues aun con sus defectos de Iglesia Católico mantenía cierta cohesión en la sociedad mexicana. No estoy muy seguro, pero especulo que estaba enterado de las intrigas de Joel R. Poinsett que se tradujeron en luchas intestinas por el poder y que también influyeron en sus ideas y el hecho de que este evento causo la defenestración de Iturbide del trono de México y tal vez por eso, fue que siempre estuvo del lado de la monarquía aunque también repudió la Intervención Francesa.
Diez años después, Miramón se adhiere al Plan de Tacubaya en contra de la constitución de 1857 que acababa con los fueros de la Iglesia. La ventaja que tenían los conservadores se debió en gran medida a las habilidades militares de Miramón. Estuvo a punto de vencer a los liberales pero estos últimos contaron con el apoyo de los norteamericanos. Otro punto que también tiene que ver con la derrota de los conservadores es lo acomodaticio de los oficiales que siempre se agruparon en torno a las fuerzas dominantes en todos los episodios de nuestra historia. El episodio sin duda está relacionado con la captura de los barcos con los que Miramón pretendía atacar Veracruz, el último bastión de los liberales. Las naves fueron capturadas por la marina de Estados Unidos argumentado que eran barcos piratas. a partir de entonces los conservadores empezaron a perder terreno ante los liberales. Los masones siempre han visto con buenos ojos a los norteamericanos y su forma de gobierno a pesar de que en nuestro país ha sido un verdadero desastre y las pruebas están a la vista. Después de este episodio, Miramón se fue del país y estuvo en Europa por espacio de un año antes de la invasión de los franceses. En ese tiempo se enteró de que había un grupo de mexicanos que andaban ofreciendo el trono de nuestro país a príncipes europeos. Aunque él era monarquista, no estuvo en un principio con la idea de que un extranjero gobernara México.

Creo que Miramón era una persona que veía los males de nuestro país, aunque estos tenían niveles según su criterio. Es evidente que consideraba a los liberales como el mayor mal de nuestro país pues a pesar de no estar del todo convencido con la Intervención ordenada por Napoleón III y del imperio de Maximiliano nunca defendió al gobierno de Juárez. Los conservadores y Maximiliano siempre estuvieron a favor de los derechos de los indígenas, pues reconocían la propiedad comunal que había sido desconocida con las Leyes de Reforma. Cuando finalmente Miramón accedió a colaborar con el gobierno Imperial, Maximiliano lo envío a estudiar artillería en Europa aun a sabiendas de que podía ser un elemento muy útil para la causa monárquica. Cuando Miramón regresó al país durante la agonía del imperio, fue uno de los colaboradores más destacados del emperador en Querétaro. Gracias a la traición del coronel Miguel López, que vendió al desdichado emperador y al coronel Tomás Mejía (un otomí que defendía la causa imperial en busca de la recuperación de las tierras arrebatadas a los suyos por las Leyes de Reforma) a las tropas de Mariano Escobedo. Se podrá acusar a Miguel Miramón de muchas cosas, pero no de traidor a la patria. No se pueden usar los criterios actuales con los del pasado, pues en aquel entonces era común ofrecer a príncipes extranjeros el trono de otro país. Los conservadores creían que solo la monarquía podía traer paz al país. Sin embargo, los liberales, que en general eran muy ambiciosos, necesitaban de algún modo frenar los intentos de instaurar la monarquía, consideraron que era necesario fusilar a Maximiliano y todo aquel que lo apoyara como Mejía y Miramón, aunque también era para que los liberales complacieran a los norteamericanos, una lindura sin lugar a dudas.