Uno de los grupos más
denostados de nuestra historia son los conservadores, y que son los vencedores
los que escriben los libros. Por lo tanto, hay otra historia, la de los
vencidos, que creo yo que son más interesantes que las personas que salieron
victoriosas. Claro, el hecho de ser más nacionalistas y patriotas que los
liberales no quita que cometieron errores, pero es necesario recalcar también que
han sido maldecidos por estar del lado de la Iglesia Católica durante la Guerra
de Reforma y del lado de los imperialistas durante la Intervención Francesa. He
de decir también que la Iglesia Católica en muchas ocasiones estuvo más
interesada en mantener sus propiedades que en el bien de la sociedad. Cabe destacar
que si ellos veían a México como una monarquía era porque sabían que romper de
tajo con el orden español acarrearía consecuencias funestas para nuestro país y
la verdad es que razón no les faltaba.
Gracias a los liberales,
la monarquía es una forma de gobierno muy mal vista entre la población y reyes
y reinas sean considerados como unos tiranos para su pueblo. Y esto era algo
deseado por los conservadores: el establecimiento de una monarquía trayendo un
príncipe de Europa, lo cual era común en aquella época. Además de todo debemos
considerar que después de la caída del Primer Imperio la situación de nuestro país
no era de estabilidad: hacia 1867 ya había tenido el país 32 presidentes y
muchos de ellos llegaron al poder mediante golpes de Estado y había gobiernos
tan efímeros que duraron unos cuantos días. No es de extrañarse que los
conservadores vieran con recelo la república y a todo lo anterior hay que
agregar el hecho de que por esa misma inestabilidad al país le había costado la
mitad de su territorio. Y para acabar de aderezar todo, tampoco es de
extrañarse que vieran con recelo a los norteamericanos, puesto que uno de
ellos, Joel R. Poinsett, era en buena medida responsable de toda la
inestabilidad política debido principalmente a sus intrigas con uno de los
personajes más odiados de toda la historia: Antonio López de Santa Anna. Aunque
también hay que recordar que alguna que otra vez los conservadores llamaron a
su Alteza Serenísima a hacerse cargo del gobierno de la república.
Los conservadores tenían puestos
los ojos en establecer una monarquía porque era algo más congruente con nuestra
historia. Nuestra Madre Patria, España, es una monarquía y de ese modo era como
controlaban sus colonias en ultramar. Y no era cualquier tipo de monarquía, era
de corte absolutista, es decir, el monarca era la máxima autoridad para todo. Entonces
la población del país no sabía nada acerca de elecciones, república o
federalismo, solo conocían al rey y nada más. Además, en el momento de la
independencia el 98% de la población era analfabeta, y esto sí es
responsabilidad de la Iglesia, por lo que era impensable otra forma de
gobierno. Incluso de algún modo he llegado a justificar el hecho de que le
fueron a ofrecer la corona a Maximiliano de Habsburgo, al que considero uno de
los mejores gobernantes de nuestro país a pesar de no haber prosperado su
reinado. A pesar de lo que la mayoría pudiera llegar a creer, en ese tiempo era
común que se le ofrecieran coronas extranjeras a los miembros de la realeza,
por lo que por este detalle los conservadores no pueden ser tachados de poco
patriotas. Por lo que creo que sí pueden ser tachados de poco patriotas es por
haber recurrido a Napoleón III, emperador de Francia, y su esposa María Eugenia,
para que los franceses intervinieran en nuestro país, por lo que cometieron el
mismo pecado que los liberales al haber buscado el apoyo de un país extranjero,
en este último caso, Estados Unidos de América.
En cuanto a materia económica,
los conservadores no estaban tan atrasados como uno pudiera suponer. Ellos tuvieron
la idea de fundar el Banco del Avío, una institución financiera dedicada a
conceder préstamos a cualquier persona que quisiera poner en marcha una
industria o cualquier otro negocio. Claro que los liberales pusieron el grito
en el cielo puesto que ellos estaban en contra del proteccionismo. Uno de los
conservadores más destacados, Lucas Alamán, fundador del Partido Conservador,
argüía que en ese momento no era tiempo para liberar la economía, sino de
fomentar una industria nacional que pudiera competir en el extranjero. Claro que
los liberales en cuanto entraron al poder cerraron el Banco del Avío y cuando
llegó al poder Don Porfirio el país solo se pudo desarrollar mediante capital
extranjero con sus respectivas consecuencias. Los conservadores también pretendían
instalar un tribunal mercantil, que los liberales cerraron al considerarlo como
un tribunal especial, a pesar de estar inspirado en el derecho francés y siendo
Francia la cuna del liberalismo. En cuanto a la desamortización de los bienes
del clero, me temo que lo único que se logró fue el acaparamiento de unas pocas
manos a otras pocas manos, además de expropiar las tierras de los pueblos indígenas
y de ese modo se hicieron los grandes latifundios que motivaron la Revolución
Mexicana. Anteriormente ya había escrito una entrada acerca de lo que es
rescatable de los liberales, pero ellos fueron los que terminaron dando atole
con el dedo a los mexicanos. Y al final fueron los liberales los que terminaron
adoptando todo lo que criticaron a sus liberales conservadores: poder absoluto,
eternización en el poder, alianzas con empresario para obtener monopolios y
otras prebendas, todo lo que le reprocharon a los conservadores durante la
Guerra de Reforma y la Intervención Francesa. Vaya congruencia. Incluso,
Leopoldo I, padre de Carlota, le dijo a su hija que los conservadores eran más
apegados a sus ideas que los liberales.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario