El 22 de diciembre de
1815 muere fusilado el cura José María Morelos y Pavón en el poblado de San Cristóbal
Ecatepec por alta traición a la corona española. Morelos es uno de los
personajes más importantes de la Guerra de Independencia pues fue el
continuador de la lucha iniciada por el cura Miguel Hidalgo y Costilla en el
año 1810. Arriero, sacerdote, militar con talento innato, Morelos era uno de
los personajes más completos y le dio a nuestro país el primer proyecto de nación
al redactar documentos de suma importancia en el que destacan la Constitución
de Apatzingán de 1814 y los “Sentimientos de la Nación” que eran todo un
programa político a seguir en el momento que la Nueva España iniciara su vida
independiente. Es de hecho el primer personaje en pensar en la independencia de
México, pero no se le reconoce oficialmente debido a que su hijo, Juan
Nepomuceno Almonte fue un importante partidario del bando conservador en la
Guerra de Reforma, ofrecer la corona mexicana a Maximiliano y ser partidario
del Segundo Imperio Mexicano ya que los nada liberales hicieron tabú proponer
la monarquía como forma de gobierno en México.
José María Morelos y
Pavón nació en Valladolid (hoy Morelia) en el actual estado de Michoacán el 30
de septiembre de 1765. En sus primeros años Morelos estudió en la escuela de su
abuelo y después en el Colegio de San Nicolás. En 1789 ingresa en el seminario
de Valladolid del que se gradúa en 1795. Sin embargo, el sacerdocio no fue el único
oficio que desempeñó. El más importante de ellos fue el de arriero, es decir,
in transportista de carga. Gracias a este obtuvo un amplio conocimiento acerca
de los caminos que después usaría en sus campañas militares en la Guerra de
Independencia. Se involucró en la lucha del padre Hidalgo porque este era el
director del Colegio de San Nicolás y le admitió a pesar de que las leyes de
entonces no permitían que un mulato como Morelos tuviera acceso a la educación.
Morelos entró a dicha institución educativa presentando un certificado de casta
a todas luces falso (él era moreno) que fue identificada como tal por el padre
Hidalgo pero se hizo de la vista gorda. Años después se hizo con el curato del
pueblo de Carácuaro en Michoacán donde tenía mala fama entre los feligreses
debido a que era especialmente estricto con ellos. A pesar de lo anterior hay
que señalar que durante su estancia en Carácuaro ayudó a construir una capilla
que hasta la fecha sigue de pie en dicha población del Bajío.
Como muchos sabrán,
Morelos se une al movimiento del cura Hidalgo en octubre de 1810 y a la muerte
de los primeros caudillos en 1811 quedó al mando de las tropas insurgentes. A partir
de entonces empezó a demostrar un talento innato para la guerra sin haber
tenido una educación militar formal. Se dice que el talento militar innato de
Morelos se hizo famoso incluso al otro lado del Atlántico que incluso Napoleón
Bonaparte llegó a decir que “le dieran dos Morelos y conquistaría el mundo”,
aunque es posible que lo último sea una exageración. Lo que sí se puede
asegurar es que Morelos puso de cabeza a más de un oficial del ejército
realista siendo Félix María Calleja el más conocido de estos. Calleja persiguió
a Morelos por todo el centro y sur del país sin poderlo atrapar. Morelos de dio
a Calleja varias derrotas en Oaxaca, Izúcar de Matamoros (así se llama
actualmente) y Acapulco. La batalla más famosa en la que participaron Morelos y
sus oficiales fue la del Sitio de Cuautla del 19 de febrero al 2 de mayo de
1815. En dicha ciudad los insurgentes fueron sitiados por los realistas por
casi tres meses. Los resultados del sitio aún son cuestionados debido a que los
insurgentes rompieron el sitio huyendo de las tropas de Calleja para intentar
tomar Acapulco. Sin embargo, en el camino es capturado Leonardo Bravo que fue
conducido a la Ciudadela y fue muerto a palos en la calle de Bucareli, en la
Ciudad de México. Acto seguido, Morelos le ordena al hijo de Leonardo Bravo,
Nicolás, fusilar a todos los realistas que tenían prisioneros, sin embargo,
desobedeció la orden y los liberó.
La faceta más conocida de
Morelos es la de intelectual por haber sido presidente del primer congreso
constituyente de nuestro país y por el texto “Sentimiento de la Nación” en los
que se hacían los primeros esbozos del Estado mexicano. El artículo más famoso
de “Sentimientos de la Nación” es el 15 que dice: “Que se proscriba la
esclavitud para siempre y lo mismo la distinción de castas, quedando iguales y
sólo distinguirá a un americano de otro el vicio y la virtud” (se puede leer en
el billete de $50 pesos). Este documento fue publicado el 21 de noviembre de
1813. En él se plasmaron los principales reclamos de los insurgentes negados
por las reformas borbónicas: acceso a los altos puestos públicos, abolición de
la esclavitud y del sistema de castas, impuestos justos y algunos derechos para
los americanos. El texto está inspirado en los principales escritos acerca de
los derechos del hombre como los de Rousseau y Kant de los que Morelos era
aficionado. El documento más importante fue la Constitución de Apatzingán,
llamada así por haber sido promulgada en el poblado del mismo nombre en el
actual estado de Michoacán, el 22 de octubre de 1814. En esta se establecía de
manera más formal lo declarado en “Sentimientos de la Nación”. Sin embargo, por
sus responsabilidades con el Congreso de Chilpancingo hicieron que Morelos
descuidara el lado militar de su campaña. De hecho, fue capturado mientras
ayudaba al Congreso de Chilpancingo a huir de las tropas realistas del entonces
virrey Calleja. Esto ocurrió el 5 de noviembre de 1815, en Temazcala, Guerrero,
durante la marcha del Congreso a Tehuacán. Morelos fue juzgado por alta traición
a la corona y condenado a ser fusilado. La sentencia se llevó a cabo el 22 de
diciembre de 1815 en San Cristóbal Ecatepec, actual Estado de México. Con su
muerte se cierra la segunda etapa del movimiento de Independencia que
finalmente sería consumada el 27 de septiembre de 1821.
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