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jueves, 9 de marzo de 2017

Anticlericalismo

Una de las cosas que nos han enseñado a odiar en la escuela es el papel de la Iglesia Católica en nuestro país. A pesar de no ser perfecto, considero que algunas actitudes de ciertos grupos han llevado a pensar que la influencia del clero no ha sido otra cosa más que dañina. En mi opinión, yo creo que esto es mejor dicho ambivalente puesto que hubo cosas buenas (los proyectos de Vasco de Quiroga y Bartolomé de las Casas) y malas (la Santa Inquisición) como todo en este mundo. Sin embargo, hay otros detalles que no puedo dejar de pasar por alto como el terrible daño que le hicieron a nuestro país los masones con tal de hacerse con el poder, incluso venderlo a potencias extranjeras como Estados Unidos y marginar a los indígenas de tal manera que hasta hoy viven en la miseria.
Entrando en materia, los primeros intentos por descatolizar nuestro país sin duda provienen del mismo instante en que se declara la independencia. Es gracias a la intervención de Joel Poinsett sin duda cuando los grupos masónicos empezaron a cobrar relevancia. Fue entonces cuando se dedicaron a hacer todo lo posible por instaurar la república y lo lograron pero el país pagó un costo muy alto: años y años de inestabilidad política y social impidieron que se desarrollara un gobierno fuerte y un sistema económico funcional que nos ha aquejado desde entonces. Los conflictos internos fueron en gran medida los responsables de la pérdida de la mitad del territorio. Los masones sin duda ayudaron a crear este clima al debilitar a la iglesia que era la generadora de cohesión social. Al desaparecer el papel cohesivo del clero católico se crearon las bases que llevaron a los norteamericanos a apoderarse de la mayor cantidad posible de nuestro territorio. Este papel es ignorado de manera olímpica, pues todavía no logró comprender cómo es que la mayoría de los mexicanos no se cuestionen si la influencia de los masones en la formación de México y es evidente que solo se mira el pasado reciente.
Quizá el más famoso de los movimientos en contra de la iglesia católica fue el enfrentamiento entre liberales y conservadores. Las Leyes de Reforma y la Constitución de 1857 fueron las protagonistas centrales. Sin duda la que más calentó los ánimos fue la Ley de Desamortización de 1856 en la que se prohibía tener propiedades a organizaciones civiles. Con esto no solo no se le permitía a las congregaciones religiosas tener propiedades sino también a las comunidades indígenas que tenían posesión comunal de la tierra. Sin duda estas son dos cosas que no nos dicen puesto que Juárez era indígena y en el ideario de la mayoría está el pensamiento de que estos son lo máximo. Sin embargo, esto también tuvo su lado positivo como la separación de la iglesia y el estado ya que no se podía seguir con un esquema donde el clero se metía en los asuntos del gobierno. Lo que no me gustó fue la idea de que el gobierno tuviera la fatal intención de sobajar a la iglesia de un modo terrible y arrebatarles sus propiedades y las de los indígenas para lucrar a mansalva con ellas. En la historia oficial se nos cuenta que Porfirio Díaz fue un tirano que les quitó las tierras a los nativos pero no dicen que la base de ese despojo fue la Ley de Desamortización en la que no se reconoce más que la propiedad privada. Tampoco se nos cuenta que la mayoría de los indígenas pelearon del lado de los conservadores y después de los imperialistas. Tampoco se dice que Maximiliano les devolvió sus tierras a los pueblos originales. Lo único que veo es que todo este tinglado fue diseñado para justificar un estado autoritario y corrupto.

El último conflicto armado de la historia fue de hecho un conflicto entre la iglesia y el estado. Esto fue por el hecho de que en la Constitución de 1917 en los artículos 3, 27 y 130 lesionaba algunos intereses del clero católico. Haciendo un paréntesis en este punto, considero que la iglesia tenía razón en lo referente al artículo 3 puesto que estoy convencido de que es un derecho de los padres de familia educar a sus hijos de la manera que consideren más conveniente. En el artículo 27 ambas partes tenían parte de razón puesto que el reparto debía hacerse aun cuando el clero se negara, pero no estoy de acuerdo en el modo de hacerlo, de hecho, he dicho en este espacio que el proyecto más sensato era el de los zapatistas que pedían la expropiación de la tercera parte de los latifundios. Cabe destacar que los excesos se cometían de un lado y del otro se vieron excesos, por ejemplo, las matanzas de maestros por parte de los cristeros y el bombazo al ferrocarril de Guadalajara en el que murieron hombres, mujeres y niños. Por el lado del gobierno, el fusilamiento de los cristeros y el cierre de templos. En esto último destacó el gobernador de Tabasco, Tomás Garrido Canabal, que incluso intentó destruir la catedral de Villahermosa. Todos estos excesos se dieron por el intento del gobierno por descatolizar el país  por la fuerza a un país donde el catolicismo es la religión predominante. Con todo esto, pretendo mostrar a todo el público que lee este blog que las cosas no han sido como las pintan y que nuestro país se construyó a base de mentiras y de odios sin sentido. El conocer esta faceta de nuestro pasado debería abrirnos los ojos de que una cosa es la libertad religiosa y otra muy distinta querer someter a una organización religiosa por poder.    

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