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miércoles, 29 de marzo de 2017

La División del Norte

La División del Norte, nombrada por algunos historiadores como el ejército más poderoso que ha habido en América Latina jamás. Aun habiendo nacido en Chihuahua, no podría asegurar la verdad o falsedad de dicha aseveración, lo que sí puedo decir es que fue el ejército más poderoso en la Revolución Mexicana. También no pudo dudar que es el ejército revolucionario más estudiado en el extranjero por los alcances que llegó a tener, siendo su líder, Francisco Villa, el personaje más destacado de dicho movimiento después de Francisco I. Madero y se han dicho muchas cosas de él: que fue bandolero, vendedor, ganadero, que si asesinó a un hacendado que violó a su hermana y que se casó muchas veces. Pero no fue el único personaje central en dicho ejército. Otros personajes destacados fueron Toribio Ortega, Felipe Ángeles, Rodolfo Fierro y Silvestre Terrazas, entre otros tantos más. También hay que destacar algunos aliados destacados como José María Maytorena, gobernador de Sonora en aquel lejano entonces (1913-1914), o rivales, siendo el principal en mi opinión Álvaro Obregón.
En primer lugar yo pondría sobre la mesa los antecedentes de este movimiento que sin duda vienen de la colonización del norte de México. Sin duda, muy difícil fue colonizar esta zona del país puesto es una región bastante inhóspita por sus extensos desiertos e indígenas bastante aguerridos, siendo los apaches el más importante de todos ellos. Entonces pues, la única manera de colonizar la zona era mediante colonias militares y aun así las personas que llegaban tenían que estar armadas todo el tiempo por los ataques de los indios. Uno de los militares más destacados en la guerra contra los apaches fue el general Luis Terrazas, originario de Chihuahua, y que después sería un importante militar en la Reforma y el mayor latifundista de México al llegar a poseer el 40% de la superficie de Chihuahua, el estado más extenso del México. Cuando llegó la Reforma, la República Restaurada y el Porfiriato el clan Terrazas Creel empezó a acaparar las tierras del estado mientras que en los vecinos estados de Coahuila y Sonara sucedía un proceso similar de acaparamiento de tierras durante esos años. Esto sin duda sirvió de base para el pliego petitorio para el ejército villista en la campaña contra Huerta.
La División del Norte era un grupo bastante heterogéneo que el de otros ejércitos a nivel nacional durante la Revolución. Lo integraban obreros, peones, mineros, vaqueros de las haciendas ganaderas, miembros de la clase media y otros grupos productivos de Chihuahua. Un dato de pasada, Francisco Villa no era de Chihuahua, sino de Durango. Silvestre Terrazas, uno de los intelectuales del movimiento era miembro del clan Terrazas Creel, aunque era la oveja negra de la familia. Con todo esto, era de esperarse que el movimiento creciera de manera espectacular, además de que la mayoría de los soldados de la División del Norte no tenían tanto apego por su lugar de origen, lo que les permitió luchar en otros territorios fuera de Chihuahua. He llegado a la conclusión de que otro personaje, además de Villa, fue responsable del éxito de este ejército: el general Felipe Ángeles, especialista en artillería, creo que fue el segundo miembro más importante de la División del Norte. Esto lo digo porque cuando Ángeles abandonó a las tropas villistas el ejército empezó a decaer de manera terrible, de ahí la gran derrota que sufrió en Celaya a manos de Álvaro Obregón. Pero gracias a Ángeles la División fue el ejército que obtuvo las victorias más importantes para los constitucionalistas.

La importancia de la División del Norte dentro del constitucionalismo fue durante el año de 1914. A pesar de esto, Carranza veía con malos ojos las victorias de Villa y sus tropas. La División del Norte no reconocía más liderazgo que el de Villa, y cuando este renunció, le fue rechazada esta por el Primer Jefe, Venustiano Carranza. La División del Norte ganó las batallas de Torreón y Zacatecas, plazas que los otros ejércitos constitucionalistas no habían podido tomar por aparentemente imposibles. De hecho, fue la batalla de Zacatecas donde se da el rompimiento entre Villa y Carranza. El general carrancista encargado de tomar la plaza era Pánfilo Natera y no había podido después de varios días de sitio. Carranza le había dado la orden a  Villa de no acudir prestarle apoyo a Natera. Obviamente que Villa desobedeció la orden de Carranza y llegó a Calera, a pocos kilómetros de Zacatecas. Esta última ciudad era el último reducto de Victoriano Huerta y el tomar la plaza permitiría a los constitucionalistas a avanzar hasta la Ciudad de México. Además, los planes de reforma agraria de los villistas no le gustaron al Primer Jefe ya que implicaba la destrucción de la hacienda que terminaría con el campo mexicano, aunque el proyecto de Villa no era tan radical como el de Lázaro Cárdenas. La toma de Zacatecas fue el punto de quiebre entre Carranza y Villa y se puso en manifiesto cuando el primer jefe impidió la entrada de la División del Norte encabezar la entrada a la Ciudad de México luego de la caída de Huerta. Era evidente la actitud de Carranza de quedarse con el poder, pero intentó limar asperezas con los otros grupos revolucionarios con la Convención de Aguascalientes, aunque esto exacerbo más las diferencias. Años después, Carranza pagó muy caro el hacer a un lado a la gente que lo apoyó y por eso Obregón maquinó su muerte. Y todo esto por no valorar el proyecto de otros, empezando por la División del Norte. 

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