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domingo, 26 de febrero de 2017

Sindicalismo mexicano

U
no de los temas poco tocados por la opinión pública es el de los sindicatos mexicanos, específicamente su origen. Aunque pienso que los trabajadores deben tener ciertos derechos y que el tema de los obreros fue un pendiente del Porfirio no puede negar de ninguna manera la influencia negativa de los sindicatos en nuestro país. Es cierto que se habla de las corruptelas de Elba Esther Gordillo, Carlos Romero Deschamps y Napoleón Gómez Urrutia. Pero en realidad a nadie le interesa ahondar en los orígenes del sindicalismo y sus funestas consecuencias para la economía mexicana. Esto es quizá debido a que la problemática de los obreros obtuvo respuestas con los constituyentes de Querétaro con la redacción del artículo 123. Sin duda este artículo es una reivindicación por las huelgas de Cananea y Río Blanco y no son pocos los historiadores que peonen a ambas instrucciones como antecedentes de la Revolución Mexicana.
En primer lugar hay que empezar hablando de la Revolución Industrial comenzada en Inglaterra a partir de la invención de la máquina de vapor. Este tuvo su auge a partir de la segunda mitad del siglo XIX que fue cuando este modelo económico se extendió en Europa y Estados Unidos. La industria tenía muchas ventajas como producir muchos artículos en serie a bajo costo con lo que se aumentaron las ganancias y costo del producto final. Fue una época en la cual imperaron bastante las ideas del liberalismo clásico del economista británico Adam Smith que hablaba de las bondades del libere mercado. Esto sin duda fue impulsado de manera importante de la Reina Victoria y sin duda fue la base para construir el vasto imperio británico durante su reinado. Sin embargo, los críticos al sistema capitalista no se hicieron esperar. El escritor británico Charles Dickens hizo una crítica bastante severa a la explotación de los niños en la Inglaterra victoriana y basta con ver sus obras “Oliver Twist” y “David Copperfield” para constatarlo. Los movimientos obreros también fueron comunes, siendo el más famoso el de los Mártires de Chicago, que exigían una jornada laboral de ocho horas. Además de todo, en aquellos años el trato de los patrones hacia el obrero era inhumano y el trabajo infantil era una constante. La seguridad social surgió como respuesta en Alemania a la publicación de “El capital”, de Karl Marx por temor al comunismo que empezó a tener auge a finales del siglo XIX y principios del XX.

Como vemos, el trato inhumano hacia los trabajadores no era algo exclusivo de México como no lo dicen los historiadores. La diferencia en esos países que mencioné en el párrafo anterior y México radica en que en los primeros los conflictos obreros se solucionaron de manera más o menos pacífica y en nuestro país no. Las huelgas de Cananea y Río Blanco tienen bastante similitud al movimiento obrero de Chicago, pero no se necesitó tirar al gobierno para que se reconocieran los derechos de los trabajadores en el segundo caso. Mientras que en Europa y Estados Unidos los obreros mejoraron mucho su calidad de vida, en México no podemos decir lo mismo. Esto se debió principalmente a que en México nos hemos dedicado a destruir el sistema económico creado por Porfirio Díaz durante todo el siglo pasado, gracias a esto nuestros trabajadores en muchas ocasiones reciben un sueldo bajo por sus servicios. Los sindicatos en buena medida son responsables de esto puesto que son los principales responsables de ahogar la actividad económica gracias a las alianzas tejidas con el gobierno desde las negociaciones que hizo Álvaro Obregón con la Casa del Obrero Mundial en 1914.  
La alianza de Obregón con los dirigentes obreros cobró relevancia a partir de 1920 cuando el sonorense llegó al poder. Hizo un pacto con Luis N. Morones, apodado el “Marrano de la Revolución” en el que el gobierno se comprometía a crear una Secretaría del Trabajo, una cláusula de exclusión para contratar a los afiliados y despedir a los disidentes de su trabajo. Los líderes obreros obtuvieron un poder inmenso y llegaron a matar en ocasiones a los opositores a sus designios, incluyendo el propio Álvaro Obregón. Cuando Plutarco Elías Calles funda el Partido Nacional Revolucionario en 1929, Morones siguió con su política de apoyo al gobierno hasta la llegada de Lázaro Cárdenas que lazó a ambos del país. Con Cárdenas se consolida lo hecho por Obregón. Con la creación de la CTM se ata definitivamente a los obreros al poder presidencial. Esto sin duda es algo que la mayoría no sabe por la propaganda usada por este partido. Los líderes sindicales se enriquecieron escandalosamente mientras que para los agremiados obtuvieron prebendas como la posibilidad de vender, comprar y heredar plazas de trabajo. Con esto se puede explicar, al menos en parte, muchos casos, entre ellos el saqueo del que ha sido víctima el país, la influencia de las dependencias gubernamentales, el fracaso educativo, la corrupción y demás aberraciones que han surgido a lo largo del tiempo. Todo lo anterior a cambio de llenar los mítines del PRI y dar votos a cambio de todo lo citado. Sin embargo, contrario a lo que pudieran pensar no estoy en contra de la existencia de los sindicatos, sino de los lineamientos que los rigen el día de hoy y que no han beneficiado a la mayoría de los trabajadores mexicanos. Por lo tanto considero urgente una reforma laboral que regule a los sindicatos de otro modo y darle libertad al trabajador de decidir si pertenecer o no a un sindicato. Pero estoy soñando puesto que organizaciones espurias como la CNTE, el SME, el STPRM o el SNTE no van a querer perder sus privilegios a pesar que podría beneficiar a la mayoría.       

miércoles, 22 de febrero de 2017

La Decena Trágica: los hechos

Celebrando un año más de la muerte de Madero y Pino Suárez a manos del chacal Victoriano Huerta, acaecida el 22 de febrero de 1913. Tal lo dije en la entrada anterior, el gobierno de Madero fue un desastre y describí cómo sus defectos como político lo llevaron a mal término su administración. Había dicho que Madero era creyente dele espiritismo, una doctrina que creía que se podía contactar con seres del “más allá” con las manos entrelazadas (como si fuera una línea telefónica sobrenatural) y estos se manifestaban haciendo temblar una mesa. Según todos los historiadores que he leído (Catón, Krauze, Martín Moreno) Madero escribió en estado de éxtasis su libro titulado “La sucesión presidencial de 1910” y posiblemente también el Plan de San Luis. Pero en mi opinión su mayor defecto era su ingenuidad, lo llevó a ensangrentar el país durante 18 años acabando de ese modo con 35 años de paz y prosperidad.
Debido a su extrema ingenuidad, Madero nunca llegó a sospechar acerca de las intrigas y conspiraciones a su alrededor hasta que fue demasiado tarde. La conspiración más famosa contra don Panchito fue la de Victoriano Huerta, Félix Díaz (sobrino de don Porfirio), Aureliano Blanquet, Manuel Mondragón y Bernardo Reyes. Todos ellos en complicidad con Henry Lane Wilson, embajador de Estados Unidos en México, planearon hasta el último detalle de la operación. No sé por qué rayos me imagino que se carcajeaban de Madero cada vez hablaban de él, que nunca sospechó de esta puñalada por la espalda. Uno de los motivos que llevaron al embajador a conspirar contra Madero era la promesa de una concesión petrolera que le había prometido Gustavo Adolfo Madero, hermano mayor de don Panchito, que además tenía fama de corrupto, pues hacia negocios turbios al amparo y espaldas de su hermano. Esto definitivamente motivó el golpe de estado contra Madero, puesto que entre sus corruptelas, además del pozo prometido a Wilson, estaban otras cosas. Desde luego que esto es desconocido para la mayoría, de lo contrario no se llamaría una delegación de la Ciudad de México “Gustavo A. Madero”, ¿o sí? Gustavo Madero acabo mal puesto que el día de su muerte lo torturaron horriblemente (era tuerto y le sacaron el ojo bueno, lo golpearon y humillaron) unos días antes de la muerte de su hermano.
Los hechos sangrientos empezaron el 9 de febrero cuando Félix Díaz y Manuel Mondragón se encerraron en la Ciudadela, un lugar en la esquina de Balderas y Chapultepec, donde el ejército guardaba armas. Desde luego que Madero se enteró y ordeno inmediatamente que detuvieran a los insurrectos. Con lo que no contaba Madero era que en el ejército ningún oficial lo apoyaba puesto que la mayoría eran fieles al general Díaz. Para esto Huerto había sido cesado del ejército, sin embargo, se puso a las órdenes de Madero en cuanto le llegaron las noticias del atrincheramiento en la Ciudadela. Con lo que no contaba tampoco don Panchito es que Huerta estaba confabulado con los insurrectos. Incluso se llegó a enterar que Huerta mismo les pasaba víveres a los atrincherados. Como Francisco Ignacio Madero era demasiado ingenuo, no tardó Huerta en darle excusas que el Jefe de Estado se trago completitas. Según el escritor Antonio Garci, los soldados solo tenían que cruzar la calle para  atacar a los insurrectos y ponerlos en orden. Durante ese tiempo hubo una cantidad considerable de balaceras en las calles de la Ciudad de México entre los partidarios de Félix Díaz y Manuel Mondragón y el ejército federal (como no). Los cadáveres se amontonaban en las calles de la Ciudad de México y se les encendía fuego. Finalmente, tanto Madero como Pino Suárez fueron encarcelados en el Palacio Nacional por el mismo Huerta. Durante este encierro fue cuando se le informó a Madero de la muerte de su hermano, dijeron los que lo acompañaron que Madero lloró durante toda la noche después de saberlo.

Entre los actos de madero en estos hechos está el encarcelamiento y liberación de Bernardo Reyes, quien murió a los pocos días de salir de la cárcel de Lecumberri. Pudo Madero entonces haber ordenado el fusilamiento de Reyes pero le perdonó la vida. A pesar de esto, los captores de Madero no tuvieron la más mínima misericordia hacía Madero y Pino Suárez. Para esto, el embajador de Cuba en México, Manuel Márquez Sterling, había hablado con su homólogo de Estados Unidos, Henry Lane Wilson, para que se respetara la vida de Madero y Pino Suárez. Aparentemente había conseguido con sus captores que ambos políticos se exiliaran en Cuba si renunciaban a la presidencia y vicepresidencia, respectivamente. Como sabemos esto no fue así. La madrugada del 22 de febrero de 1913, sacaron a Madero y a Pino Suárez de Palacio Nacional y fueron conducidos a Lecumberri donde fueron asesinados cobarde y despiadadamente. Huerta maquinó todo para salir triunfante de esta trifulca. Henry Lane Wilson fue removido de su cargo por el mismo presidente norteamericano, Henry Lane Wilson, y estuvo alejado de la escena política el resto de su vida. Aunque la traición sea algo espantoso y no justifico las acciones de Victoriano Huerta, no puedo dejar de pensar que Madero ayudó a incendiar el país para obtener democracia sin saber en lo que se estaba metiendo. No dudo que tenía la mejor de sus intenciones, pero el camino al infierno está lleno de buenas intenciones. Madero era demasiado ingenuo como para ser político, un mundo donde los amigos son de mentira y los enemigos verdaderos y hasta peligrosísimos. El puso fin a 35 años de paz y estabilidad para cambiarlos por una lucha fratricida cuyos efectos seguimos padeciendo. Ahora entiendo que las demandas sociales pudieron resolverse de otra manera y con la Revolución se destruyeron los logros de don Porfirio. A Huerta le correspondió comenzar a dar solución a los problemas obreros, por los que Madero no hizo nada, y le tocó luchar contra la invasión norteamericana a Veracruz en 1914.            

lunes, 20 de febrero de 2017

La Decena Trágica: antecedentes

A 104 años de la muerte de Francisco I. Madero debido a la traición de Victoriano Huerta creo que a mucha gente no le ha quedado claro el cómo fue traicionado Madero por este huichol. Queda muy claro que don Panchito no hizo otra cosa que ensangrentar al país durante diez años y terminar con un proceso de desarrollo. Sin embargo, la historia oficial oculta hecho importantes como son los sucesos que llevaron a Madero y Pino Suárez a su muerte como el pésimo gobierno o que el jefe del ejecutivo era aficionado al espiritismo. En esta primera entrega de dos explicare los antecedentes de la Decena Trágica para una visión completa de estos hechos que fueron terribles debido a todas las vidas humanas que se perdieron en esos trágicos hechos. Entre mis fuentes tengo a Armando Fuentes Aguirre “Catón”, Enrique Krauze y Francisco Martín Moreno y cada uno da en sus escritos su punto de vista particular.
En primer lugar yo diría que a Madero le hacía falta malicia (que no es lo mismo que maldad) para detentar la presidencia de la república. Don Panchito había aprendido en sus años estudiando en Europa el arte del espiritismo cuando cayó en sus manos un libro escrito por un tal Allan Kardec. Tengo entendido que el primer espíritu que el señor Madero invocó fue el de su hermano Raúl, muerto en un trágico accidente a la edad de 4 años. A partir de entonces Madero se vuelve vegetariano, deja de beber alcohol y comienza a llevar un estilo de vida bastante austero. En sus sesiones espiritistas Madero también contacta a un nuevo espíritu de nombre José, que junto con su hermano Raúl, le dice que tiene que ayudar homeopatía y es cuando empieza a involucrar en la política. Para poder hacer esto, se devora la famosa colección de libros de historia llamado “México a través de los siglo”, del escritor Daniel Cosío Villegas. Entre otros espíritus que logra contactar, tengo entendido, que son los grandes héroes de la historia: Hidalgo, Morelos, Mina, Juárez, etc., “que le indican que el tiene el providencial deber de reivindicar a los desposeídos”. Esto es lo que lleva a Madero a postularse a la presidencia municipal de San Pedro de las Colonias, Coahuila, donde el residía.
Mientras Madero hacía locuras, el general Porfirio Díaz hacía declaraciones bastante escandalosas en la famosa entrevista que concedió al periodista norteamericano James Creelman en 1908. Entre lo que dijo el general oaxaqueño fue que consideraba que “México ya estaba maduro para la democracia” y que ya había alcanzado el progreso material durante su mandato. Nunca lo hubiese dicho, pues don Porfirio aseguro que iba a resultar los resultados fueran cuales fueran y esto fue o que al final ocasionó la caída. Esto último debido principalmente a que abrió de par en par las puertas a los opositores de su régimen. Claro que el principal de ellos fue Francisco I. Madero quien en 1909 publicó su libro denominado “La sucesión presidencial de 1910”, según parece escrito en “estado de éxtasis”, es decir, se lo “dictaron los espíritus”. Como sabemos, el general Díaz no cumplió su promesa y se postuló como candidato a los comicios de 1910 y por todos los medios intentó bloquear la campaña de Madero hasta que lo envió a la cárcel en San Luis Potosí, donde sospecho que estaba redactando el famoso Plan de San Luis (dictado por los espíritus, claro está). Con lo que lo contó don Porfirio es que Madero escaparía a Estados Unidos y en San Antonio, Texas, publicaría el pan en octubre de 1910 llamando a la rebelión el 20 de noviembre de ese mismo año. El único logro del maderismo fue la toma de Ciudad Juárez en mayo del año siguiente (un villorrio insignificante, dijo Catón), lo que llevaría al anciano presidente a renunciar antes de que hubiese más derramamiento de sangre. Don Porfirio partió hacia Europa para su exilio, finalmente moriría en París en 1915.
El primer gran error de Madero fue (según Venustiano Carranza) haber aceptado el interinato de Francisco León de la Barra, adicto a don Porfirio. De la Barra se dedicó se dedicó a hacerle la vida imposible a Maduro incluso después de que tomara posesión de la presidencia en noviembre de 1911. Además de todo, Madero cometió la grandísima estupidez de no licenciar al ejército del general Díaz lo que provocó que las tropas no le tuvieran el más mínimo respeto. Además conservó a buen parte del gabinete de Díaz, por lo que le hicieron la tarea de gobernar bastante complicada. Otros problemas que surgieron tuvieron que ver con la Casa del Obrero Mundial, pues querían los derechos que no se les habían concedido durante el Porfiriato. La represión no se hizo esperar, desde luego. En segundo lugar, hay que hablar del Plan de Ayala de Emiliano Zapata. Este tenía como razón de ser el hecho de que Zapata y su gente se había unido a la lucha armada porque las tierras de los campesinos de Morelos habían sido arrebatadas desde la promulgación de las Leyes de Reforma. Otra sin duda fue la rebelión de Pascual Orozco en Chihuahua por exactamente lo mismo. Ambos levantamientos fueron reprimidos por la persona que luego traicionaría a Madero: Victoriano Huerta. Con todo esto me quedan claras dos cosas: la primera es que el gobierno de Francisco I. Madero no estuvo exento de problemas y el segundo, lo que ya había dicho, que Madero aun siendo un ingenuo, reprimió las reacciones de indignación de sus antiguos aliados, demandas que eran legítimas. Por lo demás, es evidente que Madero no podía con el paquete del país que ayudó a incendiar y todo le explotó en la cara. En la próxima entrada los hechos que llevaron a Madero y Pino Suárez a al muerte y la traición que llevó a Huerta al poder del inicio del movimiento constitucionalista.          


sábado, 18 de febrero de 2017

La Docena Trágica

La Docena Trágica es un periodo de doce años que comprende los sexenios de Luis Echeverría (1970-1976) y José López Portillo (1976-1982). Este es uno de los periodos menos estudiados de la historia de México quizá debido a lo reciente de sus hechos. Se llama así evidentemente por la influencia que tuvo la Decena Trágica en 1913, y se refiera a las malas decisiones económicas tomadas durante el periodo 1970-1982 que corresponde a los sexenios de los presidentes antes citados. En esta época se vivieron algunos años de tensión debido a los problemas acarreados por las consecuencias del movimiento estudiantil de 1968 y que se extendió en la década de los 70 con la llamada “Guerra Sucia”, uno de los episodios más vergonzosos de la historia de nuestro país. En esos tiempos turbulentos también se dio el surgimiento de guerrillas, siendo las más famosas la Liga 23 de septiembre en el norte del país y la encabezada por el profesor Lucio Cabañas en Guerrero.
Los mayores errores cometidos por Echeverría y López Portillo fueron sin duda en el terreno económico que llevó a la quiebra del sistema a principios de la década de los 80. La expropiación de empresas fue una constante en esa época y el gobierno llego a poseer el 60% de la actividad económica, ya sea porque los dueños las habían quebrado o por simplemente expropiar las empresas. Fue una época en la que el crédito estuvo en auge y sin embargo la actividad empresarial disminuyó de manera considerable. Uno de los principales objetivos era crear empresas nacionales de tal modo que impusieron altos aranceles y subsidiaron las exportaciones. El único inconveniente de esto fue la escasez de jabón y pasta de dientes debido a que los aranceles impedían la importación de materias primas para su fabricación ya que son originarias de Estados Unidos. Hacia el final del régimen hubo una inflación bastante fuerte y el gobierno intentó arreglarla mediante controles de precios que solo causaron escasez de ciertos productos siendo el azúcar el más destacado. Además de todo, el petróleo era el único producto que valía la pena, puesto que el resto de las paraestatales tenían productos de pésima calidad que no podían ser exportados a otras partes del mundo. Esto fue impulsado por el embargo petrolero en 1973 lo que provocó que el precio del barril de crudo se mantuviera alto toda la década de los 70. Sin embargo, cuando empezó la década de los 80 fue cuando llegó la cruda realidad: la caída en el precio del barril de petróleo crudo hizo que las finanzas públicas peligraran al no haber otra fuente de ingresos sólida puesto que el resto de las paraestatales solo arrojaban pérdidas. Esto es debido a que en su mayoría solo contrataban más personal de lo debido inflando de este modo la nómina además de ofrecer a los trabajadores prestaciones que quebrarían a cualquier otra empresa. A esto hay que agregar el hecho de que no se decía a la gente todo lo referente a las finanzas públicas y no había manera de comunicar tal situación ya que aún no existían las redes sociales. Los desfalcos, la nómina inflada, las excesivas prestaciones y la ineficiencia en la producción de bienes y servicios estoy seguro de que quebraron a las compañías del Estado en más de una ocasión, sin embargo, es evidente que el gobierno las rescató varias veces con fondos públicos, de ahí la poca información al respecto. La nacionalización de la banca realizada por José López Portillo en 1982 tuvo efectos muy nocivos en la economía puesto que aumentaron de forma considerable las tasas de interés en el resto de la década y en la siguiente. Temo decir que la crisis económica de 1982 no ha sido resuelta del todo y ha sido la causa del pobre desempeño en los años posteriores y fue causada por la excesiva intervención del estado en la economía además de que el neoliberalismo nunca se implementó debido a que el gobierno todavía tiene control sobre la economía. Además, parece que ya es poca la gente que se acuerda de esto puesto que el dueño de MORENA propone las mismas políticas económicas que Echeverría y López Portillo y vean en donde estamos.
La corrupción y la represión también fueron constantes en esos años puesto que se han registrado varios acontecimientos importantes. Uno de ellos fue el asesinato de Eugenio Garza Sada presuntamente ejecutado por la Liga 23 de septiembre. La guerrilla más famosa de esos años fue sin duda la encabezada por Lucio Cabañas, que se suicidó cuando lo iban a capturar. El gobierno empleo métodos bastante reprobables para desapareces a los líderes guerrilleros como lanzarlos al mar desde un avión en pleno vuelo a gran altitud. Tampoco voy a justificar a los guerrilleros, pues eran violentes y ponían como ejemplo de una democracia la dictadura de Fidel Castro en Cuba. En el lado de la corrupción, tenemos a Alfonso “el Negro” Durazo, famoso por extorsionar a los dueños de los giros negros en el Distrito Federal y de actividades ilegales. La demostración de esto fueron los cadáveres encontrados en Hidalgo y la construcción de su mansión en Ixtapa Zihuatanejo, denominada “el Partenón” por su parecido a un edificio griego.

De lo que no me cabe duda es que para entender la crisis actual es necesario revisar los hechos de la Docena Trágica como base para comprenderla. Los gobiernos posteriores a este periodo no han hecho lo necesario para salir de la crisis de 1982 causada por las malas decisiones de Luis Echeverría (1970-1976) y José López Portillo (1976-1982). Carlos Salinas de Gortari (1988-1994) fue un pan de Dios comparado con el par anterior.      

viernes, 17 de febrero de 2017

Grandes traiciones en la historia

A lo largo de las páginas de la historia, tanto de nuestro país como de la universal, existe la traición. Ejemplos sobran: Bruto traiciono a Julio César cuando lo mató en el senado romano, Judas vendió a su maestro por 30 monedas de oro; en México Hidalgo y Allende terminaron por traicionarse el uno al otro durante sus juicios en Chihuahua; Santa Anna, Guadalupe Victoria y Vicente Guerrero obligaron a Agustín de Iturbide a abdicar de su trono, Juárez le pagó a don Porfirio con la más abyecta ingratitud; Huerta conspiró contra Madero para quitarlo del poder. Obregón asesinó a Carranza después de que este bloqueara su intento por llegar a la presidencia y Calles asesinó a Obregón para quedarse con el poder. Tal parece que la traición fue, es y será una constante en la historia pues la ambición es la misma en todas las culturas humanas. El poder es algo que hace que los humanos saquen lo peor de sí y parece que los hace llegar hasta el extremo de atentar contra la vida de otros.
En primera instancia el movimiento por la independencia no es la novela rosa que nos cuentan en los libros de historia de la primaria. Los desacuerdos entre el cura Miguel Hidalgo y Costilla e Ignacio Allende es algo que no se cuenta en la historia oficial. Allende estaba furioso con el cura de Dolores debido a una serie de matanzas y saqueos que el primero ordenó. Una de estas fue en la famosa toma de la Alhóndiga de Granaditas de Guanajuato que fue incendiada por los insurgentes y en ella murieron cientos de personas entre hombres, mujeres y niños. Esto fue una constante en las batallas de Monte de las Cruces y Puente de Calderón. En una segunda invasión a Guanajuato capitán Allende había solicitado del apoyo de Hidalgo que este le negó provocado que los insurgentes fueran derrotados. En los juicios de Chihuahua, Allende confesó que en diversas ocasiones intentó asesinar al cura Hidalgo (que ya para entonces llamaba “el bribón”), pero tenía guardaespaldas que no se lo permitieron. Es de destacar que el cura Hidalgo era prisionero en el momento en el que fueron capturados y conducidos a Chihuahua. Queda claro que Allende era un militar con honor del que carecía el cura Hidalgo y debido a esto el primero vio con horror las matanzas y los saqueos incitados por el cura de Dolores en los meses que duró su campaña. Cabe destacar que esa fue la causa de que el coronel realista Agustín de Iturbide saliera en persecución de los insurgentes ya que quería la independencia de la Nueva España pero él reprobaba los métodos de Hidalgo y Allende. La traición sufrida por Iturbide creo que ya quedó clara.
La segunda traición que me llama la atención es la cometida por el nada republicano Juárez en contra del general Porfirio Díaz. Esta debido a las ambiciones del zapoteca de tener el poder absoluto. Para empezar hay que ver que el Lic. Benito Juárez licenció a las tropas del general Díaz sin ningún tipo de indemnización ni a los soldados ni a él. En segundo lugar hay que ver que Juárez no fue un ejemplo de legalidad de ninguna manera puesto que del congreso siempre pidió poderes extraordinarios para gobernar de manera absoluta y con puño de hierro. La ambición del zapoteca llegó al extremo de cometer fraude electoral dos veces, la segunda posiblemente en contra de su paisano, lo que llevó a Díaz a levantarse en armas para arrojar al presidente del poder. Años después, el mismo Díaz, ya presidente, jugaría de un modo bastante cruel con sus posibles sucesores ya que hundía y ayudaba a José Ives Limantour y Bernardo Reyes, Secretario de Hacienda y gobernador de Nuevo León, respectivamente. Sin embargo, y como lo predijera Sebastián Lerdo de Tejada antes de partir al exilio a Nueva York: una revolución sería la encargada de derribar a Díaz del poder en 12 años, aunque la verdad fue 25 años después y con el mismo Lerdo ya en la tumba. La traición de Huerta hacia madero requiere hablar de la Decena Trágica en otra entrada.
Por último hablare de la mutua traición entre Venustiano Carranza y Álvaro Obregón que terminó con el asesinato del primero. Como antecedente inmediato tenemos el Congreso Constituyente a finales de 1916 y principios de 1917 en el que los partidarios de Obregón fueron los que estuvieron de acuerdo con la redacción de los artículos 27 y 123 en los que participaron activamente Andrés Molina Enríquez y Francisco J. Mújica a pesar de la intención de los carrancistas de no ir en contra del liberalismo de Juárez y sus compinches. Creo que este evento fue clave en el rompimiento entre Carranza y Obregón que sería evidente en el periodo 1919-1920 cuando este último anunció su intención de competir por la presidencia. Sin embargo, el Primer Jefe tenía su candidato, Ignacio Bonillas, que no era tan popular como su paisano Obregón. Carranza entonces gira una orden de aprehensión en contra de Álvaro Obregón sin saber que no tiene el apoyo del ejército. Obregón consigue huir de la Ciudad de México rumbo a Iguala donde maquina un golpe de estado en contra de Carranza. En mayo de 1920 promulga el Plan de Agua Prieta donde desconoce a Carranza como presidente y obliga al Primer Jefe a huir con rumbo a Veracruz. Sin embargo, las fuerzas de Obregón volaron las vías del tren obligando al presidente a seguir a caballo. Finalmente sería ultimado en Tlaxcalantongo, Puebla por soldados afines a Obregón la madrugada del 20 de mayo de 1920.

La traición es una constante en la historia, sin embargo, el México moderno fue construido a base de traiciones por el poder y no tengo la menor duda de que esta es la causa de nuestra decadencia actual.    

jueves, 16 de febrero de 2017

Los grandes héroes: pro yanquis

Esto es algo muy delicado que estoy sacando a colación debido a que algunos de los grandes héroes de nuestra historia estuvieron al servicio de intereses norteamericanos y los grandes villanos en contra. Esto ha sido documentado a lo largo de los dos siglos que llevamos de independencia y Armando Fuentes Aguirre “Catón” lo llama el “hilo negro”. Entre los “héroes” que estamos hablando se encuentran Benito Juárez, Valentín Gómez Farías, Álvaro Obregón y Santa Anna (el declaró la república). Los “villanos” se opusieron a la intervención del gobierno de Estados Unidos fueron Agustín de Iturbide, Lucas Alamán, Miguel Miramón, Félix María de Zuloaga y Porfirio Díaz. Entonces los ídolos de piedra que nos enseñaron a adorar en la primaria fueron los que se cansaron de venderle la patria los norteamericanos ya sea de manera inconsciente (Santa Anna, por lo menos en un principio) o consciente (Juárez y sus compinches liberales).
Todo lo anterior tiene que ver con los tristes episodios de nuestra historia en los que los mexicanos han dado muestras de su falta de patriotismo. El primer caso de intentar pedir ayuda a los norteamericanos se relata en el primer movimiento insurgente (Hidalgo y Allende), que fue capturado en Coahuila cuando marchaban a territorio norteamericano con la intención de rearmarse y buscar apoyo de los texanos (en ese tiempo parte de México). Morelos fue que requirió ayuda norteamericana ya que solicitó armas y mandó a su hijo a estudiar a Estados Unidos. Francisco Javier Mina fue español pero entro a nuestro país por Estados Unidos con el apoyo de algunas logias masónicas, en especial la de Nueva Orleans. Iturbide no contó con el visto bueno del Tío Sam, pero sus opositores republicanos sí. Ellos fueron los que derribaron el primer imperio y al declarar la república democrática le dieron a México un tiro en el pie porque a partir de entonces la clase política hacia que los mexicanos se mataran unos contra los otros para que los líderes se quedaran con el poder. Esto ayudó a los norteamericanos en la invasión con la que se apoderaron de la mayor cantidad posible de nuestro territorio. Esto desde luego que es ocultado porque se supone que la república es lo mejor que le ha pasado a nuestro país desde la invención del mole poblano.
En el siguiente conflicto interno, la Guerra de Reforma, la balanza se inclinó del lado liberal solo porque el Tío Sam les había dado su apoyo a cambio de ciertas concesiones. Entre ellas estaba la compra definitiva de Baja California, Sonora y Chihuahua como contrapropuesta del vergonzoso Tratado McLane-Ocampo en el que prácticamente se cedía los norteamericanos el derecho de paso por varias zonas del país con permiso para poseer tierras y hasta matar. La razón por las que esto no se concretó fue debido a que los conservadores eran los que tenían el control del gobierno y Juárez viajaba en un carruaje por todo el país. Los conservadores desde luego que no se comportaron de un modo patriótico cuando fueron a Francia a solicitarle apoyo a Napoleón III para arrojar a los liberales del poder, pero estos últimos no habían podido vencer a los franceses sin el apoyo del gobierno norteamericano. Además, la desamortización de los bienes del clero ayudó a la Iglesia Protestante a comprar varios templos que anteriormente eran católicos. Esto pone en evidencia que los liberales querían someter al clero católico a sus designios y esto era visto con buenos ojos por los norteamericanos que en su mayoría son norteamericanos. Entonces los liberales fueron unos incongruentes de primera al hablar por un lado de libertad religiosa y por otro tratar de eliminar a los católicos por decreto, algo que iba en contra de los principios de libertad bajo los cuales había sido fundado Estados Unidos.
En la siguiente etapa de nuestra historia, el Porfiriato, el general Díaz puso una sana distancia con respecto al gobierno norteamericano a pesar de que la mayoría de los inversionistas eran originarios de Estados Unidos. Esto es contrario a la creencia popular de que Díaz estaba confabulado con el gobierno estadounidense para explotar al pueblo de México. Esto es del todo falso, ya que el general Porfirio Díaz tuvo un acercamiento más sólido con varios países europeos como el Reino Unido, Francia e incluso Holanda. Tuvo roces con el gobierno norteamericano debido a que en la explotación petrolera le había dado preferencia a la compañía británico holandesa Royal-Dutch Shell y no a la Standard Oil de John D. Rockefeller además de que le había pedido a los directivos de la primera que avisaran si querían vender para evitar que el segundo monopolizara la industria. Ya en el movimiento revolucionario se evidenció la intervención de un norteamericano (aunque sin el beneplácito de su gobierno), Henry Lane Wilson, embajador de Estados Unidos en México, que fue cómplice en los hechos que llevaron a Madero y Pino Suárez a su muerte, todo porque el diplomático quería una concesión petrolera que nunca obtuvo. Después obregón entregaría al país mediante el Tratado de Bucareli en el que se establece que México no puede fabricar armas por sí mismo. Por último, hay que mencionar que existe la teoría de que la Expropiación Petrolera fue pagada por el gobierno norteamericano por un triple propósito: evitar que las compañías petroleras cayeran en manos de los Nazis, destruir a la competencia europea y hacer dependiente a nuestro país de las refinerías de Estados Unidos. Como conclusión, los héroes que se presentan en la historia oficial son los que más han vendido el país a extranjeros, particularmente a Estados Unidos con el que tenemos una relación amor-odio.       


miércoles, 15 de febrero de 2017

Cuestionando la Revolución

Dicen los que saben que la Revolución Mexicana fue uno de los grandes movimientos que transformaron nuestro país. Tengo motivos bastante fuerte para pensar que los grandes conflictos que ha sufrido nuestro país han sido para mal dada la horrenda realidad actual y la Revolución no fue la excepción. Sin embargo, aun hoy día hay personas que piensan que el conflicto fue para bien a pesar de que la situación del México moderno no es precisamente la mejor. Ara empezar hay que ver la horrenda clase política es producto de ese movimiento armado en el que básicamente no hubo cambios significativos en relación a las estructuras del pasado. En serio me llama la atención cómo es que la mayoría de las personas siguen creyendo los mitos de la historia oficial a pesar de que en el México moderno la corrupción, la ineficiencia y el estancamiento sean una constante en la vida nacional. La realidad nacional se comenzó a gestar hace décadas e incluso siglos y es evidente la falta de memoria histórica ante el escaso cuestionamiento y el hecho de caer en los mismos errores del pasado.
Entrando en materia, la Revolución Mexicana fue el penúltimo conflicto bélico en la historia de nuestro país. Como antecedente tenemos el gobierno de Porfirio Díaz, quien había gobernado el país por 35 años, desde 1876 a 1911 con la intervención de Manuel González en el periodo 1880-1884. A pesar de los errores de los que he comentado en las entradas anteriores, el general Díaz le dio a México la paz y la prosperidad que no había tenido desde la consumación de la independencia. El error crucial del general oaxaqueño fue no haberse retirado a tiempo. Además de todo, el posible sucesor de Díaz, Ramón Corral, el secretario de Gobernación, que tenía fama de latifundista corrupto. Sin embargo, la mecha encendida por Madero y compañía destruyó los logros de don Porfirio y el país no se ha recuperado del todo. Es importante destacar que me impacto de manera importante puesto que don Panchito Madero era un iluso de primera y fue la primer víctima de su propio movimiento armado. Dice la leyenda que el general día fue el que más lamentó la muerte del “Apóstol de la Democracia”, aunque es algo que no he podido confirmar todavía. Lo que sí les puedo confirmar es la destrucción de los logros de don Porfirio como los ferrocarriles, el campo, la industria y el detrimento de la vida en general de la nación.
La traición fue una constante durante el movimiento armado pues las diferentes facciones terminaron por matarse unos a otros. La primera gran traición sin duda fue la de Victoriano Huerta contra Francisco I. Madero. Como lo dije en entradas anteriores, Madero era una persona demasiado ingenua que consultaba la ouija para tomar una decisión. Además de todo era claro que no podía con el paquete que ayudó a incendiar. Las rebeliones fueron comunes durante la presidencia de Madero, empezando con la de Pascual Orozco que fue aplacada por Huerta. El segundo problema fue el Plan de Ayala de Emiliano Zapata por el incumplimiento de Madero de una reforma agraria para restituir las tierras arrebatadas desde la promulgación de las Leyes de Reforma y consolidada durante el Porfiriato. La Decena Trágica fue el periodo de diez días en los que hubo balaceras en las calles de la Ciudad de México. El centro de esta rebelión fue el atrincheramiento de Félix Díaz y Aureliano Blanquet en la Ciudadela con el apoyo de Huerta y Henry Lane Wilson, embajador de Estados Unidos en México. Esta serie de eventos fueron los que finalmente llevaron a Madero a su muerte el 22 de febrero de 1913 y fue a partir de aquí que comenzaron una serie de traiciones que llevarían a corruptos al poder.

En la etapa final del movimiento armada y aun con la Constitución de 1917 promulgada y en vigor. La traición en este caso de parte de Álvaro Obregón hacia Venustiano Carranza debido a que este último no eligió al sonorense como su posible sucesor en la carrera presidencial de 1920. En mayo de ese mismo año Obregón lanzó el Plan de Agua Prieta desconociendo a Carranza como presidente. El presidente intentó huir hacia Veracruz y fue ultimado en el poblado de Tlaxcalantongo, Puebla, muy cerca del límite con Veracruz. Los sonorenses (Obregón y Plutarco Elías Calles) detentaron el poder a partir de entonces y asesinaron al último líder de la lucha armada: Francisco Villa. Además de esto, fueron los que construyeron las estructuras corruptas del México moderno. Obregón fue el padre de los sindicatos charros que en realidad solo han servido para dañar a los trabajadores y empresarios y por ende la economía. Calles fue el que finalmente traiciono a Obregón cuando este se reeligió presidente en 1928 y se quedó con el poder. Plutarco Elías Calles fundo el Partido Nacional Revolucionario, lo que ahora es el PRI y se quedó con el poder hasta que Cárdenas lo lanzó del país en 1936. Lázaro Cárdenas fue el que fundó las organizaciones que ataron a la sociedad y a los poderes legislativo y judicial al poder presidencial. La Reforma Agraria no trajo consigo la prosperidad ni tampoco la expropiación petrolera. Al contrario, el primero tajo miseria consigo y el segundo corrupción, descuido e ineficiencia a la industria petrolera. Los ferrocarriles sufrieron el mismo destino funesto que la industria petrolera. Con todo esto es lógico que yo me cuestione las bases del México actual. Y esto es algo que debemos hacer todos los mexicanos ya que la falta de memoria histórica hace que nos tropecemos una y otra vez con la misma piedra. Y tal parece que estamos por hacerlo de nuevo.   

domingo, 12 de febrero de 2017

Gobernantes indígenas

Tradicionalmente el único indígena que ha gobernado este país ha sido Benito Juárez, al que se admira por ser un ejemplo de superación personal tanto para nosotros como para los nativos, creador de la Reforma y vencedor de los franceses. Y aunque yo he dicho que Juárez y sus correligionarios del Partido Liberal no hicieron un bien a este país, el mito de este presidente ha servido como base para el odio que la mayoría de los mexicanos sienten hacia sus raíces españolas que es bastante fuerte y que los primeros pobladores de nuestro país eran unos angelitos incapaces de hacer maldad alguna. Sin embargo, en el lugar de los grandes villanos se encuentran los tlaxcaltecas “por haber traicionado a sus enemigos los aztecas”, Porfirio Díaz por ser el peor tirano de la historia y Victoriano Huerta por haber traicionado a Madero. Sin embargo, en la historia solo nos cuentan el mito de Juárez del pastorcito para de alguna manera justificar el régimen que actualmente tenemos y además mostrar que en buena medida ocultar que los indígenas han sido responsables de su desgracia.
Esto es en el contexto en el que el Subcomandante Galeano (antes Marcos) ha anunciado que el movimiento que el dirige lanzara a una mujer indígena a la presidencia en 2018 en lo que considero un burdo intento por desafiar a los poderes facticos además de apostar por la falta de memoria de los mexicanos, incluyendo las etnias originales, que el capitalismo es lo peor que se ha inventado en la historia de la humanidad, etc. Pero no nos dicen que sus tierras fueron arrebatadas por las Leyes de Reforma al declarar la propiedad privada la única valida en todo el territorio nacional. Tanto Benito Juárez como Porfirio Díaz (zapoteca y mixteco, respectivamente) fueron los artífices de este despojo al aplicar estas leyes para el beneficio de unos cuantos puesto que sirvió de base para los grandes latifundios con la desamortización de los bienes del clero y del despojo del que fueron víctimas los indígenas. Es evidente que se han ocultado dos detalles en este episodio vergonzoso: Juárez fue participe en la marginación de los indios y Porfirio Díaz era de la etnia mixteca para de alguna manera justificar el discurso oficial y de ese modo evitar que la gente piense lo que alguna vez dijo Ignacio Ramírez, liberal critico de Juárez, por cierto, de que "estábamos mejor cuando estábamos peor”.
Victoriano Huerta, huichol originario de Colotlán, Jalisco, es recordado por lo mismo que Judas Iscariote: traición. Huerta fue uno de los artífices junto con Félix Díaz, Henry Lane Wilson y Aureliano Blanquet de los hechos que llevaron a Francisco I. Madero y José María Pino Suárez a su muerte. La historia de Huerta es bastante interesante puesto que era un muchacho de escasos 14 años y era estudiante en una escuela de su natal Colotlán. Por lo que he investigado, Huerta era bastante hábil en matemáticas y fue reclutado por las tropas republicanas para calcular tablas de disparo para artillería y posicionamiento correcto de esta en el campo de batalla. Posteriormente ingresó al Colegio Militar donde tengo entendido que fue un estudiante destacado e incluso llamó la atención de Juárez en una visita a dicho centro educativo. Con el tiempo fue ascendiendo de rangos y ya era General de División cuando Madero tomó el poder. Temo decir que Huerta era partidario de Porfirio Díaz y nunca guardo lealtad a Madero, sin embargo, este último era el presidente, comandante supremo de las fuerzas armadas y por lo tanto, jefe del general huichol. Sin embargo, hay que ver que Francisco I. Madero era bastante ingenuo y el hecho de que tenía que consultar a la ouija para tomar decisiones hizo que no pudiera con el paquete de un país convulsionado que se ensangrentó por los siguientes 19 años después de la promulgación del Plan de San Luis Potosí. Debido a esto, Huerta fue el que comenzó a resolver la cuestión obrera y la intervención norteamericana de Veracruz en 1914.

Con este texto no pretendo ser racista ni nada por el estilo, sino presentar algunas mentiras de la historia oficial. También pretendo darles a los pueblos originales una visión más humana puesto que nos han metido la idea de que los indígenas son seres carentes de toda maldad y por eso los tratamos como si fueran menores de edad. Y es que este tinglado solo ha servido para justificar un régimen autoritario y corrupto que viene desde tiempos de Juárez y que fue recordado durante la Revolución Mexicana. Los nativos son personas que tienen las mismas pasiones que toda la humanidad: amor, odio, lealtad, desprecio, respeto, etcétera; y por lo tanto, los mismos defectos. No podemos seguir entonces adorando ídolos de barro ya que la historia está hecha por seres humanos independientemente de su origen étnico: humanos con defectos y virtudes, sentimientos, ambiciones y proyectos. Los personajes por lo tanto no pueden seguir siendo tratados como héroes y villanos, aunque también es importante conocer nuestro pasado para tener un futuro mejor. La razón para hacer este blog fue es precisamente dar a conocer acontecimientos históricos y los personajes con el objetivo dar otra visión de esos sucesos y los humanos que fueron participes. Y esto es algo que considero necesario en vista de que el México moderno se construyó con esos episodios que encuentro interesantes y trato de traerlos a la actualidad con el objeto de ver cómo nos han afectado. Mis opiniones están basadas en lectura de historiadores reconocidos para no sacar nada de la manga y que ustedes los puedan consultar. 

miércoles, 8 de febrero de 2017

La vida durante la colonia

La época colonial es uno de los periodos más denostados de la historia a pesar de que fue en este tiempo en el que se comenzó a formar la nación mexicana como tal al darse el choque de culturas indígena y española. Sin embargo, los historiadores del gobierno nos han hecho creer que en esta época México vivió su Edad Media al considerar que en este tiempo al Iglesia Católica tenía s los mexicanos embrutecidos, y de cierto modo esta afirmación es cierta ya que el clero tenía un papel destacado en la vida de los habitantes de la Nueva España. Sin embargo, la historia oficial no nos dice que la Nueva España llegó a ser la colonia más rica y prospera del Imperio Español. Es probable que nuestro gobierno federal no explique todo esto para evitar que nuestro país tuvo una época de bonanza previa y de ese modo justificar el actual régimen. Esto es corroborado por la visita del Barón de Humboldt que llegó a la conclusión de que Nueva España tenía un nivel de vida superior al de la mayoría de los países europeos.
La verdad es que a mí me encanta en lo personal visitar ciudades coloniales como Querétaro, San Luis Potosí, Puebla o Zacatecas por su riqueza arquitectónica y cultural. He visitado algunas de esas ciudades por lo menos una vez en la vida y la verdad es que me encanta empaparme de la historia de dichos lugares. Las ciudades coloniales tienen un encanto sin precedentes que no tienen ciudades de Estados Unidos o Canadá. Uno de mis edificios favoritos en el país es la Catedral Basílica de Zacatecas, una joya del barroco de principios del siglo XVIII con su fachada de cantera rosa exquisitamente labrada por un escultor anónimo, sus dos torres de dos cuerpos rematadas por una linterna y con decoraciones en talavera debajo de estos. Puebla conserva sin duda no solo su imponente catedral, sino otros sitios como la Capilla del Rosario o la riqueza del acervo de la Biblioteca Palafoxiana. Querétaro tiene a la Casa de la Corregidora que fue donde se comenzó a gestar nuestra independencia aunque su catedral es bastante modesta. Todas guardan importantes obras de arte sacro, obras dedicadas a la filosofía, la literatura y la teología. Sin embargo, tal parece que a muchas personas no les interesa preservar su legado histórico, pues son pocos los que quieren aceptar  que somos descendientes de los conquistadores españoles.
En la colonia fue la época en la que los indígenas gozaron de más derechos  que en la actualidad ya que se había garantizado la posesión comunal sobre sus tierras. Esto no fue eliminado sino hasta la entrada de las Leyes de Reforma en vigor donde solo se reconocía la propiedad privada. Además de todo estaba prohibida su esclavitud hacia ellos en todo sentido. Esto fue logrado en parte gracias a la decisión de un indígena originario de lo que hoy es Querétaro de nombre Conín de negociar con los españoles después de la caída de Tenochtitlan las condiciones de las relaciones entre indígenas y conquistadores. Esto es un relato de la historia de la fundación de la ciudad de Querétaro que habla de una relación fraternal entre nativos y españoles dando el inicio a la fundación de la nación mexicana con la integración de las dos culturas que la conforman. Sin embargo esto es algo que no aparecerá en los libros de historia por lo menos en el corto plazo puesto que para ciertas personas es mejor hacernos creer que los españoles explotaban a los indígenas de manera generalizada puesto que es mejor que no creamos en lo contrario. Conín fue de hecho convertido en un noble por los “malvados españoles” y se convirtió en el primer gobernador de la provincia de Querétaro. Los españoles tuvieron la oportunidad de exterminar a los nativos tal y como lo hicieron los británicos, pero no lo hicieron de tal manera que aún hay nativos en esta región del continente. Conín debería ser pues un héroe que fundó una de las ciudades más prosperas de la Nueva España que aún sigue siéndolo en nuestros días tanto por su importancia económica como por su legado histórico.
Otra área artística que floreció en la Nueva España fue la literatura con escritores tales como Sor Juana Inés de la Cruz, Juan de la Cueva, Tipo de Molina y Eugenio Salazar. Otros literatos importantes Carlos de Sigüenza, Bernardo de Balbuena, Juan Ruiz de Alarcón, Francisco Bramón, Miguel de Guevara y hasta fray Juan de Torquemada. Estos escritores fueron muy apreciados tanto en España como en el continente. Sor Juana fue sin duda la máxima poetisa de la época con sus sonetos en los que criticaba la hegemonía del hombre que acusaba a la mujer de ser una inútil u no servir más que para las labores domésticas. Sor Juana fue sin duda una mujer adelantada a su época pues había estado estudiando libros de filosofía, literatura y el estudio de la naturaleza. Incluso cuando murió encontraron en su celda del convento más de 200 obras selectas.
Aun así no hay que dejar pasar que en México fue donde se fundó la primera universidad del continente: la Real y Pontificia Universidad de México. Sin embargo, la iglesia era la encargada de la educación en México y esto arrojó un analfabetismo del 98% en 1821 cuando se declaró la independencia. Esto sí que es algo criticable por parte de nosotros hacia el clero puesto que eso nos ha impedido tener un verdadero gobierno. Aun así la época colonial fue la etapa formativa de nuestra nación y de ninguna manera debe ser vista como una edad oscura. Sin embargo, a nuestra clase política no le conviene que sepamos esto dado que hemos estado mejor cuando estábamos peor.

Extra


En la época colonial también se inventaron las comidas que disfrutamos hoy, como el mole, los chiles rellenos y otros platillos que disfrutamos hoy día como parte de nuestra cultura de la que debemos sentirnos orgullosos.            

martes, 7 de febrero de 2017

Reivindicando a Porfirio Díaz

La figura de Porfirio Díaz como uno de los grandes villanos de la historia del país es el gran precio que tuvo que pagar el general oaxaqueño por su mandato. Y es que a todos en la escuela nos han ensañado que el general Díaz era un tirano que tenía explotados a los mexicanos en las haciendas, fábricas y minas. Sin lugar a dudas fue un personaje controvertido y como todo ser humano tuvo aciertos y errores, aunque la verdad es más recordado por aquellas cosas en las que se equivocó que en aquellas que en las que acertó. Al ser uno de los grandes villanos de la historia hay gente que se opone a que traigan sus restos a nuestro país (está sepultado en el Cementerio de Montparnasse en París) al ser el peor tirano de la historia. Sin embargo, muchas personas, en las que me incluyó, consideran que la figura del oaxaqueño ha sido injustamente catalogada como villano máximo por el ocultamiento de gran parte de su vida y obra que voy a describir a continuación.
José de la Cruz Porfirio Díaz Mori nace en la ciudad de Oaxaca, hijo de indígenas mixtecos (detalle que se oculta por razones de poner a los indígenas como lo máximo). Ingresó a la Escuela Amiga en 1835. Se dedicó a estudiar matemáticas, física, lógica, gramática, retórica y latín. Intento estudiar en el seminario, pero abandono los estudios y fue cuando de dedicó a estudiar en el Instituto de Ciencias y Artes de Oaxaca la carrera de derecho. Fue ahí donde conoció a Marcos Pérez que lo invitó a entrar a las logias masónicas. Por aquellos años se promulgaron la Constitución Liberal de 1857 y las Leyes de Reforma con lo que estalló la Guerra de Reforma y Díaz, que se había integrado al ejército, peleó por la causa Liberal. Una vez que terminó el conflicto, la paz no duró puesto que en 1862 se iniciaría la invasión por parte de los franceses. Para no hacerles el cuento largo, fue el quien obtuvo las victorias claves para la república y Juárez le pagó con la más abyecta ingratitud. El presidente licenció a sus tropas sin indemnizarlas por sus servicios, aunque en ese entonces (como la mayor parte del tiempo) el país no tenía buenas finanzas.
Benito Juárez duró en la presidencia de la república 14 años y fue el personaje que más se aferró al cargo en toda la historia de nuestro país. Ni Antonio López de Santa Anna ni Porfirio Díaz tuvieron tal terquedad en permanecer en el poder. Para empezar hicieron comicios en 1867 luego de la caída del imperio. Jesús González Ortega compitió contra Juárez en los comicios y gano mediante el mecanismo que el PRI utilizaría en el siglo siguiente: el fraude electoral. En las siguientes elecciones (1871) se presentaron como candidatos Benito Juárez, Sebastián Lerdo de Tejada y Porfirio Díaz. Juárez volvió a hacer fraude electoral. Cabe mencionar que es muy posible que Díaz ganara esos comicios puesto que tenía más popularidad que Juárez y este último veía con celos a su paisano. Díaz se levantó en armas con el Plan de la Noria para lanzar a Benito Juárez del poder, pero fue derrotado. El “Benemérito” (así, entre comillas) moriría al año siguiente de las elecciones, en 1872, con lo que se comprueba que solo la muerte pudo separarlo del cargo.  Subió a la presidencia Sebastián Lerdo de Tejada que duro en el poder hasta 1876. En ese año hubo comicios, Lerdo se presentó como candidato y Díaz fue su opositor. Lerdo echó mano del fraude electoral y gano las elecciones Díaz se levantó en armas (Plan de Tuxtepec) y logró arrojar a Lerdo de Tejada del Poder. Días consideraba a sus correligionarios del Partido Liberal como “abogadetes” y la verdad tenía razón puesto que la desamortización de los bienes de la iglesia solo podían y los fraudes electorales solo podían ser producto de manos corruptas que beneficiaron a unos cuantos.

Es cierto que fue el mandatario que más duro en la presidencia y cometió errores que lo condenaron a ser considerado villano como consolidar el despojo de tierras iniciado por los liberales o el negarse a abandonar el poder (aunque no se aferró a él como Juárez). La única interrupción a su mandato fue de 1880 a 1884 en la que gobernó su compadre Manuel González. Días detuvo la persecución a la iglesia e hizo las paces con los conservadores. Impulsó la construcción de infraestructura como ferrocarriles, telégrafo, teléfono y otras. Apoyó la puesta en operación de fábricas, minas y el campo. Es cierto que en muchas haciendas, fábricas y minas se daba explotación laboral, pero no era generalizada como nos lo hicieron creer en la escuela. Porfirio Díaz dio a México la paz y la estabilidad que no había tenido desde la independencia y ese también fue un mérito que los historiadores oficiales ocultan para presentarlo como un tirano. Con él en el poder las finanzas públicas rebozaron gracias a los impecables manejos de José Ives Limantour que siempre arrojaba superávits en la hacienda pública. La paridad del peso y el dólar llegó a ser 1:2 respectivamente. La deuda externa se empezó a liquidar. Dice Armando Fuentes Aguirre “Catón” que en la época de don Porfirio, la pobreza era mucho menor que en los tiempos modernos, dato que no he podido verificar. El mayor error de don Porfirio fue el de no haberse retirado del poder a tiempo y elegir como posible sucesor a su Secretario de Gobernación, Ramón Corral, hacendado de Sonora que tenía fama de corrupto. Porfirio Díaz renunció al poder solo por evitar derramamiento de sangre de los mexicanos, ya que la revolución maderista había tomado Ciudad Juárez que en ese tiempo era una población sin importancia. Madero terminó con tres décadas de prosperidad y paz, ensangrentó al país, sustituyó una dictadura personal por una partidista y arrojó del poder al último estadista del país. El régimen de la Revolución nos ha hecho creer que don Porfirio era un tirano, sin embargo, buscó reconciliar al país y le dio la paz y la prosperidad que no había tenido y desde luego que cometió errores, pues era un ser humano y no un dios.   

domingo, 5 de febrero de 2017

Lázaro Cárdenas: consolidador del PRI

Uno de los personajes más admirados es el General Lázaro Cárdenas por la expropiación petrolera, la reforma agraria y las organizaciones civiles. Sin embargo, yo considero que fue uno de los peores gobernantes de nuestro país. Tengo motivos para pensar así puesto que Cárdenas consolidó un sistema que todos odian por autoritario. Sin embargo, pocos saben que este hombre fue uno de los mayores incongruentes de la historia de nuestro país. Él también fue uno de los grandes defraudadores electorales, ya que organizó el fraude electoral contra Juan Andrew Almazán en 1940. Con todos estos defectos no sé cómo es que tiene tantos seguidores a nivel nacional en estos tiempos, o mejor dicho sí. Esta propaganda del régimen priista que hasta la fecha todo el mundo defiende por sus supuestos beneficios de este sistema al que todos dicen odiar. Lázaro Cárdenas fue uno de los más férreos defensores del sistema autoritario y claro que fue uno de los grandes creadores del estado benefactor. Pero ahora entremos en materia.
Lázaro Cárdenas del Río nace en Jiquilpan, Michoacán el 21 de mayo de 1895. En 1913 se incorpora a las fuerzas revolucionarias y a los 25 años ya es general de división. Entre los eventos importantes durante esos años está el hecho de que fue participante en los hechos que llevaron a Venustiano Carranza a su muerte. Este es un hecho perfectamente documentado por Enrique Krauze y Francisco Martín Moreno y fue un evento por demás vergonzoso y quizá por eso ha sido ocultado por la historia oficial. En resumidas cuentas, Cárdenas participó en el evento clave que llevó a los sonorenses al poder durante los próximos 16 años. Álvaro Obregón y Plutarco Elías Calles lo premiaron con varios cargos por su actuación, siendo el más importante de ellos el de gobernador de Michoacán. Cárdenas se casó con Amalia Solórzano, hija de un rico terrateniente michoacano con lo que obtuvo un gran ascenso social. Y esto fue una gran incongruencia puesto que entre otras cosas es recordado como el gran repartidor de tierras y con esto sus descendientes son hasta la fecha propietarios de aserraderos y centros turísticos en aquel estado. Su hermano Dámaso también fue gobernador de Michoacán y se caracterizó por ser más corrupto que su hermano Lázaro ya que el primero sí hizo fortuna mediante peculado.
Durante el Maximato fue cuando Cárdenas subió a la presidencia de la república con la bendición de Calles que tenía la intención de seguir mandando en el país. Sin embargo, el Jefe Máximo cometió un error crucial al hacer esperar a su siguiente títere en su hacienda de Navolato porque estaba en pleno juego de pocar. Es evidente que Cárdenas se dio cuenta de la persona a la que iba a servir durante los siguientes seis años y urdió un plan que hizo efectivo en 1936. Calles inició su pleito con Cárdenas cuando se publicó un artículo en el periódico “El Universal” en el que se expresaba muy del lacayo que había puesto en la presidencia. Como respuesta, Cárdenas hizo que renunciaran a su cargo todos los miembros del gabinete que eran adictos a Calles. Después de eso Calles fue cesado del ejército aniquilando de este modo la posibilidad de recurrir a las armas para recuperar el control del país ya que todo se le estaba yendo de las manos. Finalmente, Cárdenas exilió a Calles del país al subirlo a un avión con rumbo a Estados Unidos. Sin embargo, este fue un golpe nada democrático de los que ha habido muchos en nuestro país. El presidencialismo absoluto se hizo patente a partir del gobierno de Cárdenas puesto que en su sexenio fue cuando se fundaron algunas organizaciones como la CTM o la CNC que tenían como fin atar a la sociedad mexicana a los deseos del monarca (presidente) en turno. La reforma agraria tuvo fines similares puesto que para obtener tierras era necesario afiliarse a la CNC con el objetivo de acceder además a créditos y aperos. La destrucción de los latifundios no trajo consigo el progreso del campo sino su destrucción y abandono, algo que trate en entradas anteriores. Cárdenas recurrió al fraude electoral en los comicios de 1940 en contra de Juan Andrew Almazán y a favor de Manuel Ávila Camacho ante la popularidad del primero. En esas mismas elecciones se le preguntaba a la gente por quién había votado y si contestaban que por el general Almazán lo mataban ahí mismo en la casilla. No sé para que sirvió mandar a Calles al exilio y no sé con qué cara reclamó a Díaz por el movimiento de 1968 cuando el utilizó tácticas similares.

La expropiación petrolera la deje para el final porque este es el evento por el que Lázaro Cárdenas se hizo famoso. Dicho evento se dio porque en ese momento era inminente el estallido de la Segunda Guerra Mundial y se temía que las compañías que operaban en nuestro país quedaran en manos de las Potencias del Eje en caso de que sus países de las que eran originarios sufrieran una invasión. Cabe mencionar que en este periodo no fue cuando se dio el cierre a la iniciativa privada en dicho ramo. Pero sí se espantaron los posibles inversionistas y se sentaron las bases para la petrolización de la economía y no tengo que decir que los resultados están a la vista. La industria petrolera está en el abandono total y el resultado es que tenemos que importar la mitad de la gasolina que consumimos  el gobierno la ha sangrado brutalmente sin que esto redunde en beneficios para la sociedad que supuestamente seria la beneficiaria de la expropiación petrolera. Son los partidos políticos. Los gobernantes en turno, el sindicato petrolero y sus líderes los que han despilfarrado el dinero de la industria petrolera y el mexicano de a pie no ha visto ni siquiera migajas. Esta es la funesta herencia de Cárdenas: una industria petrolera prácticamente en bancarrota, un campo en el abandono y un sistema político autoritario y corrupto. ¿Necesitan saber más acerca de por qué lo considero uno de los peores gobernantes de México?       

Las constituciones de México IV. La Constitución de 1917

Me quede la vez anterior en la promulgación de la Constitución de 1857 y sus consecuencias inmediatas que fueron conflictos internos, siendo el segundo también externo. Sin embargo, en años anteriores he visto gente que pide a gritos la escritura de una nueva carta magna sin saber con esta ya llevamos cuatro, además de que la de 1917 es la que más ha durado en vigor, puesto que la de 1824 duró 47 años, la de 1857 60 y con esta ya vamos en 100 años prácticamente. Como lo he dicho anteriormente, cada una de ellas representa el fracaso del régimen anterior y la constitución que nos rige ahora tiene muchas cosas buenas y sí estoy de acuerdo que puede y debe mejorarse, pero como lo he dicho en los posts anteriores, no le veo el caso ya que estos documentos al final quedan en letra muerta, y la Constitución de 1917 no ha sido la excepción.
Entrando en materia, en la pasada entrada me había quedado en el triunfo del Plan de Tuxtepec, de Porfirio Díaz, con el que finalmente se hizo con el poder después de haberlo perdido por prácticas electorales sucias por parte de sus contrincantes. Y aunque Porfirio Díaz es uno de los personajes más incomprendidos de la historia nacional gracias a lo que nos enseñaron en la escuela, yo he llegado a apreciar las cosas positivas que el hizo: trajo el ferrocarril, el telégrafo, el teléfono, industrializó el país y lo hizo obtener el respeto que no tenía desde el fusilamiento de Maximiliano. Sin embargo también tuvo sus errores, como el dar el aval para que los latifundistas les quitaran sus tierras a los indígenas que finalmente terminaron como peones en las haciendas. Tengo que aclarar dos cosas: la primera tiene que ver con que este era un proceso que se venía dando desde el triunfo de la república en 1867 y los liberales finalmente se sirvieron con la cuchara grande puesto que se repartieron las extensas propiedades de la iglesia y, argumentando la falta de título de propiedad, las de los indígenas, pues los liberales habían derogado el decreto de Maximiliano donde le restituía sus tierras a los nativos que las hubiesen perdido a manos de los liberales.
Como ya lo había dicho en entradas anteriores, con la promulgación del Plan de San Luis por el ingenuo de Francisco I. Madero puso fin a 30 años de paz y prosperidad. De hecho hay autores que sostienen que Díaz renunció a la presidencia para evitar el derramamiento de más sangre, sin embargo, esto no lo evitó durante los siguientes nueve años de que abandonó la silla presidencial. Algo que queda claro es que las demandas sociales se pudieron haber resuelto de otro modo, sin embargo, Madero precipitó al país en una espiral de violencia sin sentido que terminó dándonos a la horrenda clase política de la que nos quejamos hoy en día.
Claro que Madero fue traicionado por Victoriano Huerta y fue cuando Venustiano Carranza se levantó en armas contra el “Chacal” usurpador. Como sabemos, las tropas constitucionalistas triunfaron, pero a un costo altísimo puesto que empezó una lucha fratricida entre los líderes revolucionarios: villistas y zapatistas contra carrancistas. Y a pesar de las intenciones del Primer Jefe de la Revolución de limar asperezas con Zapata y Villa, todo esfuerzo fue inútil.
Para no hacerles el cuento tan largo, Carranza convocó en diciembre de 1916 a un nuevo congreso constituyente para reformar la Constitución de 1857. Este después de varias deliberaciones decidió escribir un nuevo documento puesto que las condiciones de ese entonces no eran las mismas que las de 1857. Después de deliberar durante dos meses, la constitución quedó lista en febrero de 1917 y fue promulgada el 5 de febrero de ese mismo año. Entre los diputados constituyentes más importantes tenemos a Francisco J. Mújica, que fue el que incluyó los párrafos del artículo 123; y Andrés Molina Enríquez, que redactó gran parte del artículo 27 concerniente a la posesión de los recursos naturales y una reforma agraria. Esta fue considerada la constitución más avanzada de su tiempo, pues era la primera en poner derechos sociales de los trabajadores en el documento y el derecho a la educación para todo el pueblo. En cuanto al resto de la Carta Magna, no dista mucho de la de 1857: organización territorial federal, república democrática como forma de gobierno y garantías individuales.
Sin embargo, al igual que las constituciones anteriores, todo quedó en papel sin aplicación alguna. El gobierno aplicó censura a los medios de comunicación que le eran críticos, cometió fraudes electorales para llevar las elecciones “por el buen camino”, le dio poder omnímodo a los sindicatos de manera que con el tiempo vulneró los derechos básicos de los trabajadores y adoctrinó a las nuevas generaciones mediante la historia oficial, de tal modo que estamos atrapados en círculo vicioso del que tal parece que no se puede salir.

Con todo lo escrito en esta serie de entradas quiero resaltar que no importa cuántas constituciones promulguemos, no podremos salir de esta espiral si no llegamos a tener una visión de estado clara y dejemos atrás los gobiernos rapaces para tener gobiernos de verdad. Esto lo saben muy bien los partidos políticos, sin embargo, se instiga a la población para que diga cosas sin saber el trasfondo de ciertos asuntos, lo cual ha sido nuestra maldición desde que se declaró la independencia en 1821. Y mientras no entendamos eso, nunca vamos a avanzar como nación.  

sábado, 4 de febrero de 2017

La influencia de los Masones

Como lo expuse en entradas pasadas acerca de la intervención de las logias masónicas en la historia de México. Este grupo es de especial interés para mi debido a la importancia que han tenido en algunos eventos clave en la historia, siendo algunos de los personajes importantes miembros de este selecto club. Personalidades tales como Porfirio Díaz, Benito Juárez, Miguel Lerdo de Tejada, Sebastián Lerdo de Tejada, José María Iglesias, Plutarco Elías Calles y Carlos Salinas de Gortari son algunos ejemplos de miembros de la masonería. Los francmasones son una sociedad secreta originaria de Inglaterra y en un principio formada por albañiles, de ahí que en su escudo se vean una escuadra y un compás. Y su primer experimento social podríamos considerar al primer país creado por esta sociedad, Estados Unidos, ya que ellos fueron los principales promotores del liberalismo económico y un anticlericalismo que se extendió a gran parte de Europa.
En México estos grupos de masones empezaron a tener relevancia a partir del movimiento de independencia, que fue cuando se empezó a poner muy de moda ser masón. Tomando como referencia algunas teorías de conspiración más propias de Fox Mulder hay quienes dicen que los masones conspiraron para desmoronar el Imperio Español al causar la independencia de sus colonias en América y de ese modo ayudar a Estados Unidos a obtener su hegemonía sobre el mundo. Claro que hay quienes aseguran que el Destino Manifiesto fue una doctrina hecha por la masonería para arrebatar a México sus territorios ubicados al norte del país. Aunque considero que estas afirmaciones parecen sacadas de un capítulo de “Los expedientes secretos X” pero tienen algo de razón. La caída del primer imperio se dio en parte por las intrigas de parte del enviado del gobierno norteamericano Joel Poinsett y por traición de algunos comandantes del ejército que se habían iniciado como masones y entre ellos la traición considerado como lo peor. Lo que también queda muy claro era su odio a la iglesia católica y el Primer Imperio. Con todo esto y con la idea de instaurar la república democrática. Aunque el fusilamiento de Iturbide y el hecho de que la Constitución de 1824 se estableció la religión católica como única, esto no importaba puesto el daño ya estaba hecho.
Con todo lo anterior vino un periodo de inestabilidad política que aprovecharon los norteamericanos para avanzar hacia el sur de su frontera. Por los masones perdimos la mitad de nuestro territorio a manos de los invasores puesto que se dedicaron a ayudar al enemigo no solo en esta ocasión sino que también en posteriores. Otro masón destacado fue Valentín Gómez Farías, el verdadero autor de las Leyes de Reforma y diputado del congreso constituyente de 1857. Estos dos documentos fueron la causa de la desgracia que fue la Guerra de Reforma, puesto que fue el inicio del arrebato de tierras que sufrieron los indígenas en las décadas posteriores a su promulgación. La desamortización de los bienes del clero fue en buena medida junto con las Leyes de Reforma y la Constitución de 1857 la causa del enriquecimiento de unos pocos y el acaparamiento de tierras que dio origen a los latifundios, lo que se consolidó durante el Porfiriato. Benito Juárez y sus compinches eran masones declarados, ye el ser zapoteca no le impidió a Juárez dejar que le arrebataran sus tierras los nativos de este país. Sin embargo y a pesar de sus ideas liberales la nación nunca ha abandonado el viejo orden español del ascenso social mediante relaciones familiares y en alianza con la clase política, cosa que podemos trasladar hasta nuestros días.

La verdad es que no sé de dónde han sacado los historiadores que los masones han sido benéficos para nuestro país. En el siglo XX siguieron con sus fechorías puesto que hay quienes afirman que este movimiento armado solo sirvió para hacer un reacomodo de la elite liberal que triunfó sobre los conservadores en 1861 y contra los imperialistas en 1867. Anteriormente ya había explicado en este espacio que Francisco I. Madero era un ávido practicante del espiritismo, una doctrina iniciada y popularizada por los masones en el siglo XIX en Francia. Sin embargo, no me consta que Madero y Venustiano Carranza fueran pertenecientes a alguna logia masónica existente en esos años. De quien sí me consta su pertenencia a esas logias son Plutarco Elías Calles y Álvaro Obregón que fueron los que salieron victoriosos después de la contienda armada. Y ambos fueron los que le dieron forma a las estructuras que dieron origen al Partido Revolucionario Institucional. Entre masones importantes están Lázaro Cárdenas del Río y su hijo Cuauhtémoc, con la que se pueden imaginar qué clase de cosas defienden. El último presidente de estas logias en el villano favorito del México moderno: Carlos Salinas de Gortari. Con esto no voy a decir que los ideales de los liberales son malos por sí mismos, al contrario, me gustaría rescatar algo, ideales que valen la pena: libertad de cultos, libertad de expresión, libertad económica y la más importante que es libertad de conciencia. Todo esto fue propuesto por masones pero no predicaron con el ejemplo. Incluso Maximiliano de Habsburgo y Carlota eran más liberales Juárez y sus compinches pero aun así los primeros no se atrevieron a arrebatarles sus tierras a los nativos de nuestro país. Sin embargo y a pesar de ser “comecuras”, no se ha roto el antiguo orden español y los resultados nos siguen hasta nuestros días y por eso concluyó que ningún grupo le ha hecho más daño a México como los masones.   

viernes, 3 de febrero de 2017

Santa Anna: vendepatrias principal de la historia

A pesar de lo que pudieran pensar, Santa Anna no fue el principal vendepatrias de la historia como lo dicen la mayoría de los mexicanos. De lo que sí estoy seguro que fue es un hombre carismático que nos impuso un sistema que la mayoría de los mexicanos de su tiempo repudiaban a morir: la república. Santa Anna fue el principal responsable de la caída del Primer Imperio y de las consecuencias que todavía vivimos hasta nuestros días. Además, el no estuvo presente en la firma del Tratado Guadalupe-Hidalgo puesto que en la Constitución de 1824 se establecía que si el presidente de la república caía preso de algún país extranjero automáticamente perdía la presidencia.
Sin embargo, este artículo no pretende reivindicar a este personaje tan acomodaticio que gobernó México con la exigencia de que se le llamará “Alteza serenísima” como si fuera un monarca. Él es la causa de la inestabilidad política que vivimos desde la independencia hasta nuestros días al causar la caída del Primer Imperio. Cuenta la historia que Santa Anna tuvo una entrevista con el intrigoso Joel Poinsett que lo animó a declarar la república. Santa años después que no sabía que significaba república, pero que le había gustado esa palabreja y por eso la declaró.
En los siguientes años su falta de pericia como militar y las diferentes traiciones de nuestros connacionales durante la Intervención Norteamericana nos costó la mitad de nuestro territorio. Claro que Santa Anna era el presidente en turno, y también se encargó de facilitarles las cosas a los norteamericanos. Además, los gobiernos estatales no atacaron a los invasores sino que estaban a la espera de ayuda federal, además de que hubo algunas administraciones locales que se negaron a apoyar al gobierno federal contra la invasión, siendo el caso más notable el del gobernador de Oaxaca, Benito Juárez.
Con esto queda claro que Santa Anna no era el único vendepatrias en México, sino también los miembros del partido que tenía el poder en ese momento, que era el Liberal. Sin embargo, esto es ocultado por la historia oficial debido a que los liberales son los grandes héroes nacionales debido a que defendieron el país de los franceses, pero al parecer no de los norteamericanos. La verdad es que necesito dedicar una entrada completa a la intervención de los masones en la historia de México, que en mi opinión su actuación ha sido para perjuicio de nuestro país, no de nuestro beneficio.
Sin embargo, y contrario a lo que se piensa, Santa Anna no fue el mexicano que más estuvo apegado a la silla presidencial. Es cierto que estuvo 11 veces en el poder y fue el presidente que más tiempo ostento el cargo. Sin embargo, varias veces lo hicieron salir del poder y en la última, en 1854, fue la definitiva salida de este controvertido personaje del poder. También hay que aclarar que Santa Anna fue llamado varias veces para hacerse cargo de la presidencia y esto lo hicieron tanto liberales como conservadores. Sin embargo, al final a los dos grupos dejo de serles útil su “Alteza Serenísima” y optaron por no volverlo a llamar. Tal parece que los primeros en darse cuenta de que Santa Anna nada más se arrimaba al nopal cuando tenía tunas después de la Intervención Norteamericana, puesto que ellos fueron los que se opusieron terminante a ceder el territorio nacional a Estados Unidos.
Con todo esto, he concluido que en parte Santa Anna fue la causa de nuestras desgracias nacionales posteriores a la independencia. Traicionó a su país al ayudar al enemigo a hacerse de territorios y también lo ayudó a causar la inestabilidad política que los ayudarían a llevar a cabo sus truculentos planes. Sin embargo, la mayoría de los mexicanos desconoce que Antonio López de Santa Anna fue el que impuso la república de manera nada democrática, puesto que él fue el causante de la caída de Agustín de Iturbide por las intrigas de Poinsett y por ende de los conflictos posteriores en nuestro país.  


Las constituciones de México III. La Constitución de 1857

Esta es quizá la constitución que causo más conflictos en su aplicación en la historia de México debido a su contenido que era controvertido para la época. Es la primera constitución mexicana en dar carácter legal a la separación de la iglesia y el estado y reconocer la propiedad privada como la única en poder existir. Estos avances ya habían tenido antecedentes durante la presidencia de Valentín Gómez Farías, verdadero creador de las Leyes de Reforma que servirían de base para la constitución del 57. El mismo Gómez Farías fue diputados constituyente durante las discusiones de la Carta Magna, siendo la primera de corte liberal en México.
Los conflictos comenzaron a gestarse a finales de 1857 con la negativa del presidente Ignacio Comonfort de trabajar con dicho documento. Comonfort argüía que dicha constitución propiciaría la ingobernabilidad del país puesto que la mayoría del pueblo de México era católico y no aceptaría de ningún modo que el clero se sometiera a los dictados del estado, todo esto debido al adoctrinamiento en las iglesias. Además, la madre del presidente Comonfort era una católica empedernida y le pidió a su vástago que no permitiera la publicación de dicho documento tan subversivo. Comonfort le hizo caso y por intentar quedar bien con los dos bandos por lo que a la postre tanto liberales como conservadores desconfiaban del presidente. Esto obligó al presidente a renunciar a su cargo y de ese modo fue que Benito Juárez llegó a la presidencia, pues la constitución de 1857 decía que en caso de llegar a faltar presidente el presidente de la Suprema Corte ocuparía dicho cargo.
Los conservadores sabían que los liberales no iban a ceder en abolir la Constitución de 1857 por las buenas, así que en enero de 1858 promulgaron del Plan de Tacubaya (un pueblo del Distrito Federal que ya ha sido absorbido por la mancha urbana en la actualidad) en donde desconocían la Carta Magna y a Juárez como presidente. Los conservadores nombraron presidente de la república a Félix María de Zuloaga como titular de la máxima magistratura nacional. Los liberales llevaban las de perder debido a que la mayoría de las tropas eran católicas y estaban en contra de lo manifestado en la constitución del 57 y en su mayoría el ejército se fue a las filas de Zuloaga. Entre ellos había un comandante muy destacado que había estado en el sitio del Castillo de Chapultepec en 1847 durante la intervención norteamericana. Este general tenía por nombre Miguel Miramón y estuvo junto con los seis cadetes en la defensa del castillo que en ese entonces era la sede del Colegio Militar.

Miramón desde el principio demostró un talento innato para la estrategia militar y una tras otra batalla los liberales eran replegados por las fuerzas conservadoras. Cuando Zuloaga renunció a la presidencia, Miramón ocupo el cargo y continúo con su campaña en contra de los liberales. El único bastión de Juárez era el puerto de Veracruz, por donde el gobierno de Estados Unidos empezó a darles armas y aperos de guerra a las fuerzas de Juárez. Gracias a este apoyó la balanza comenzó a inclinarse a favor de los liberales que empezaron a avanzar hacia la capital. Fue en la batalla de Calpulalpan, Tlaxcala en 1861 donde se dio definitivamente la derrota de los conservadores y fue cuando empezaron a hacer gestiones para facilitar la intervención de los franceses y la entrada del Segundo Imperio Mexicano. 

miércoles, 1 de febrero de 2017

Las constituciones de México II. La Constitución de 1824

Una vez declarada la independencia respecto a España la pregunta al aire era: ¿Qué sigue? Sin embargo me queda claro que para los personajes clave en la independencia de México era una cuestión que nunca se habían planteado. El único que se había hecho esas preguntas había José María Morelos y Pavón, sin embargo, su movimiento independentista fue derrotado seis años antes de la firma de la declaración de independencia. La primera parte de la cuestión de seguir adelante era como organizar un gobierno para la nueva nación.
Por un lado estaban los monarquistas, entre ellos la iglesia católica, que deseaban implantar en México una monarquía al estilo de las europeas. Este era el grupo más numeroso y más acorde a nuestras tradiciones puesto que sabían que en la nueva nación la gente no sabía nada de elecciones ni de derechos básicos. La población de los primeros años de independencia era en su mayoría analfabeta y no podía discernir lo que era bueno y malo para la nación. Y los grupos monarquistas sabían que los republicanos usarían esto para implantar regímenes despóticos y a la larga generarían inestabilidad política como efectivamente ocurrió. 
Por el otro lado estaban los republicanos, que proponían que México tuviera un gobierno republicano y democrático. Estaban sin duda influidos por el proceso de independencia de Estados Unidos, el primer país de América en obtener su independencia de su madre patria. Sin embargo las ideas de este grupo no eran del agrado de la mayoría de los mexicanos de los primeros años de la independencia debido a que en su mayoría eran analfabetas. Sin embargo, al final este fue el grupo vencedor al establecer la república en 1824.
Según cuenta Armando Fuentes Aguirre “Catón” en su novela “Hidalgo e Iturbide: la gloria y el olvido” de su serie “La otra historia de México”, la constitución promulgada el 24 de octubre de 1824 fue producto de una copia de la constitución de Estados Unidos que obtuvo Manuel Ramos Arizpe, un cura originario de Coahuila. Este cura estaba peleado a muerte con uno de los diputados constituyentes, para variar, un fraile de nombre Servando Teresa de Mier, originario de Monterrey. Mientras fray Servando proponía una república centralista para organizar el territorio nacional debido a la tradición española de centralizar todo. Ramos Arizpe, inspirado sin duda en la Carta Magna de nuestro vecino del norte, deseaba organizar el territorio nacional como una república federal, es decir, con estados libres y soberanos con gobierno y leyes propias, que al final fue puesto en el documento final.
Sin embargo, después de la presidencia de Guadalupe Victoria, la inestabilidad política fue la constante en todo el país. Había gobiernos que se habían establecido hacía unos cuantos días y de repente ya habían sido depuestos debido a golpes de estado. La población mexicana de ese entonces nunca votó en comicios para elegir a sus gobernantes y los gobernadores de los estados eran puestos y quitados de su cargo a capricho del presidente de la república, violando de este modo el pacto federal de la constitución.
Quizá el más beneficiado de esta situación fue sin duda Antonio López de Santa Anna, que estuvo en la silla presidencial once veces antes de ser removido por Juan Álvarez en 1854 con el Plan de Ayutla. Durante los muchos gobiernos de Santa Anna ocurrió la Intervención Norteamericana que como podremos recordar nos costó la mitad del territorio nacional, cumpliéndose de este modo los objetivos de las intrigas de Poinsett para arrebatarle a México grandes cantidades de territorio. La inestabilidad política fue la causa de nuestro fracaso en esa intervención y la pérdida de nuestra división en los años siguientes. En un periodo de cuarenta años hubo más de cincuenta presidentes, de tal manera que la causa de la división era bastante obvia.

La constitución de 1824 fue un fracaso y esto se demostró cuando fue publicada la de 1857 que provocó una guerra civil, demostrando de este modo que el régimen anterior había fallado de manera atroz.